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¿Por qué animales y especies vegetales exóticas tienen en jaque el medio ambiente colombiano?

¿Por qué animales y especies vegetales exóticas tienen en jaque el medio ambiente colombiano?

Expertos han identificado cerca de 587 clases provenientes de otros países. Se están apoderando de los ecosistemas y desplazando a los moradores nativos.

Patos que hicieron de un humedal su hogar, formidables bosques andinos que se extienden por kilómetros, son algunas de las imágenes que hoy pueden ser captadas a lo largo y ancho de la geografía colombiana, pero estas agrupaciones nativas son acechadas por enemigos foráneos conocidos como especies invasoras.

José Martínez, un campesino de la vereda El Verjón a las afueras de Bogotá, convive con un problema que no lo deja dormir: el retamo espinoso, una agresiva planta difícil de erradicar y que, según los expertos, hoy representa una amenaza para los frágiles ecosistemas del páramo.

“Y se sigue extendiendo, si usted se descuida se lo lleva todo, nos acaba, si no lo atacamos hoy no quedará ni una lagrima de pasto o al menos un arbolito”, asegura José.

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Entre tanto, funcionarios de la alcaldía de Bogotá trabajan en la extracción de una planta acuática conocida como el ‘Botoncillo’, que amenaza con tapar el espejo de agua de los humedales de la sabana, el problema está asociado a las aguas contaminantes que ser vierten en el lugar.

“Son especies que se van dando no sólo por la dinámica del humedal sino también por los niveles de contaminación del agua, a medida que tenga más nutrientes el agua, la especie se va volviendo más compleja y más difícil de manejar”, afirma Dalila Camelo, asesora de la Secretaría de Ambiente de Bogotá.

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Los humedales son vitales para las especies migratorias, que los utilizan para abastecerse de alimento en sus travesías. De igual forma otra especie avanza con gran sigilo.

Se trata de la ‘Susanita’, una hierba trepadora conocida como ‘ojo de poeta’. Su belleza ornamental parece no advertir el riesgo que representa para los ecosistemas.

“El impacto de esta planta es muy fuerte porque ella no sólo invade el suelo, sino que también empieza a cubrir, porque es una especie trepadora que cubre a la planta nativa hasta que la asfixia por falta de luz”, añadió Camelo.

Según los investigadores, las especies invasoras son consideradas como uno de los cinco motores de la perdida de la biodiversidad en el mundo.

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“Cuando esa especie exótica o introducida, sea intencional o de manera accidental, se transforma en un problema empieza a invadir un área geográfica muy grande y sus poblaciones empiezan a competir con las nativas, ahí decimos que es una especie invasora”, explica el biólogo marino, Adolfo Sanjuan Muñoz.

Uno de los casos más preocupantes en aguas marinas es el temido pez león, originario del océano índico, desde que fue liberado accidentalmente de un acuario en la Florida, a principios de los años 90, ha puesto en jaque a los ecosistemas marinos del Caribe.

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“Los análisis que le han hecho a la dieta (del pez león) demuestran que se alimenta prácticamente todos los peces y corales invertebrados del arrecife (…) el arrecife coralino es como la selva amazónica del mar”, afirma el biólogo.

Otro dolor de cabeza es el caracol africano, introducido con fines comerciales. Hoy se ha convertido en un problema de salud pública.

“Empieza a competir con otros caracoles nativos (…) además, otro elemento muy grave de las especies exóticas es que pueden traer enfermedades o vectores de enfermedades”, señala Carlos Lasso, investigador del Instituto Humboldt.

Así mismo el pez basa, un bagre asiático, que llegó de forma ilegal a Colombia, es uno de los animales que más preocupa los expertos por su presencia en el Magdalena Medio.

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“Es como un tiburón de agua dulce, en sentido figurado, es un gran depredador, es un migrador enorme que impacta sobre el bagre rayado o el bocachico”, afirma Lasso.

En total son cerca de 587 especies invasoras que están acabando con el medio ambiente en el país. Los investigadores afirman que el problema debe tomarse en serio y del Estado depende tomar cartas en el asunto para proteger la biodiversidad.

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