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Retrasos en logística de zonas veredales preocupa a la ONU en fase de desarme

El proceso de dejación de armas, que empezó hace dos días, no inició como estaba previsto en los acuerdos por la falta de contenedores.

Noticias Caracol conoció de altas fuentes de las Naciones Unidas en Colombia que si bien hay optimismo por el avance del proceso de concentración de las FARC también hay profunda preocupación por el tema logístico de los campamentos donde se ubicarán los guerrilleros.

Ya lo había advertido Jean Arnault, jefe de la misión en el país, en un memorando interno a mediados de febrero.

"En la situación actual, la mayoría de los campamentos de las FARC-EP no están listos de acuerdo a los criterios acordados con el Gobierno -fase I y fase II de la habilitación de las zonas veredales-, ni han sido delimitados con precisión. Esto resulta en una zona gris que se puede prestar a interpretaciones diferentes, las cuales, a su vez, pueden llevar a incidentes”, explicaba.

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Un par de días después en una carta firmada por el comisionado de Paz y la canciller, le informaban a la ONU sobre los campamentos.

"La fase 1 (consecución y arriendo de predios) se ha finalizado, fase 2 (construcción de áreas comunes) ha avanzado en promedio 80% de los campamentos, y la fase 3 que supone la construcción de los alojamientos por parte de las FARC-EP con la asesoría y provisión de materiales por parte del gobierno, avanza en la mayoría de las ZVTN".

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El proceso de dejación de armas que arrancó hace dos días inició como no estaba contemplado en los acuerdos. Los gigantescos ‘containers’ para guardar las armas no han sido instalados en los 26 campamentos, provisionalmente se utilizarán unos cajones de acero reforzado para almacenar en cada uno de ellos hasta cien fusiles.

"Para adecuarnos a la logística, tenemos estos cajones temporales en los lugares temporales en donde están las FARC, cuando este grupo esté en los campamento definitivos, ahí vamos a tener los contenedores definitivos", señaló el general Javier Pérez Aquino, jefe de la misión de observadores de la ONU.

Son 52 cajones metálicos, en los que se guardarán las armas cuando los observadores terminen el registro del armamento que tiene cada guerrillero. Estos tendrán dos candados, uno de ellos con alarma y que estarán vigilados las 24 horas del día.

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