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Víctimas de la violencia en Colombia: historias de los dos sacerdotes que serán beatificados

Víctimas de la violencia en Colombia: historias de los dos sacerdotes que serán beatificados

Pedro María Ramírez fue asesinado por una turba en Armero y a monseñor Jesús Jaramillo el ELN lo mató por sus denuncias sobre esta guerrilla.

En el seno de una tradicional familia conservadora de La Plata, Huila, nació en 1899 el sacerdote Pedro María Ramírez, fue el quinto de siete hermanos.

Se ordenó como sacerdote a los 32 años en Ibagué y luego fue párroco de Chaparral, Cunday, El Fresno y finalmente en 1948 llegó a Armero. La violencia por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán se desató por todo el país y Armero no fue la excepción.

En una esquina del parque de Los Fundadores la turba enardecida asesinó a machetazos al padre Ramírez.

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En el centro de La Plata se encuentra el instituto y museo en homenaje al padre Ramirez, allí se exhiben la ropa y el bonete que tenía el día que fue linchado.

Papa aprueba beatificación por martirio de dos sacerdotes colombianos... Los restos del reconocido mártir de Armero reposan en un mausoleo de La Plata, donde sus feligreses piden con devoción.

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Un monseñor que murió a manos de la guerrilla

Jesús Emilio Jaramillo nació el 15 de febrero de 1916 en Santo Domingo, Antioquia. En 1929 ingresó al seminario de misiones extranjeras de Yarumal, su ordenación fue el 10 de enero de 1940.

En julio de 1984 fue designado por el Vaticano como obispo de Arauca pero sus denuncias sobre los atentados, secuestros y extorsiones cometidos por el ELN en esa región le costaron la vida.  

El 2 de octubre de 1989 monseñor Jaramillo fue secuestrado y asesinado por el frente Domingo Laín de esa guerrilla.

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Días antes hablando con los seminaristas monseñor Jaramillo les dijo estas palabras proféticas:

“En una Colombia con tanto odio, con tanto deseo de venganza, ustedes trabajen siempre por Dios. No tengan miedo de manchar su alma con la sangre”.

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La noticia fue recibida en Arauca con mucha alegría por quienes postularon al obispo Jaramillo ante el Vaticano para que fuera declarado beato.

En la catedral de Arauca reposan los restos del inmolado obispo convertido en mártir de la Iglesia por su lucha contra la violencia.

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