Ya son ocho niños indígenas fallecidos en Chocó tras confinamiento impuesto por grupos armados

Las comunidades, afectadas por malaria y la falta de alimentos, no pueden llegar a los hospitales. Denuncian que no hay presencia de la fuerza pública.

Con lista en mano, Argemiro Bailarín, líder del Alto Guayabal en el Carmen del Darién, demostró que hay ocho niños fallecidos por causas asociadas a la desnutrición y la malaria.

Cuenta el indígena que su familia también está enferma sin poder salir y que la situación al pasar las horas se hace más desesperante por la presencia de grupos armados ilegales.

“Siguen enfermos niños y adultos en las siete comunidades indígenas que conforman el resguardo indígena Urada Jiguamiandó”, señala el líder.

En Curvaradó, cabecera municipal del Carmen del Darién, reina la ley del silencio. La Personería busca la manera de internarse en los resguardos confinados.

“Por asuntos de seguridad todavía no hemos podido entrar, pero ya se está coordinando todo para hacer la jornada de verificación”, dice Héctor Rivas, personero del Carmen del Darién.

El asesor de paz de la gobernación, Modesto Córdoba, reprochó el fraccionamiento de la fuerza pública, pues una parte es atendida en Urabá y otra en Chocó. Situación que, dice él, afecta la seguridad.

“La seguridad del departamento del Chocó debe unirse en la fuerza de tarea conjunta Titán; el coronel González no tiene jurisdicción ni mando en el Carmen del Darién, cosa que nos parece totalmente aterradora”, señaló Córdoba.

Por su parte, la Mesa Indígena del Chocó le exigió al gobierno buscar otros mecanismos para atender esta emergencia humanitaria.

“Si no se puede atender por las condiciones del orden público en el terreno, pues al menos que se garantice la seguridad para que se evacuen y puedan ser atendidos en un centro de salud que puede ser Mutatá o el del Carmen del Darién”, indica Helfer Andrade Casamá, coordinador de la mesa.

Desde Quibdó, los viajes hacia el Carmen del Darién, Riosucio y Bojayá se despachan con normalidad.

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