La alta funcionaria lideró el puesto de mando unificado que se trasladó este domingo a Cartagena.
La zona de aislamiento deberá tener capacidad para al menos 140 camas.
“No podemos exponernos a que el crecimiento del virus nos genere una demanda de camas y unidades de cuidados intensivos que no tenemos”, dijo la vicepresidenta.
También solicitó que se refuercen los controles en las fronteras de Cartagena para evitar que el COVID-19 se propague a los municipios aledaños.