El desempleo entre los jóvenes subió hasta un preocupante 23.5% entre agosto y octubre de 2020. En el mismo periodo de 2019 la cifra estaba en 17.5%.
"Esto se debe fundamentalmente a la ausencia de conexiones entre el sistema educativo y el mundo laboral, la ausencia de diálogo entre los niveles de formación para el trabajo y la demanda de trabajo. Hay todo un proceso de actualización en materia de debilidades y competencias para el que el país no está lo suficientemente preparado y ha derivado en espacios de baja empleabilidad de los jóvenes", aseguró Iván Jaramillo, experto en economía de la Universidad del Rosario.
Lo más grave de esta cifra de desempleo es la brecha entre hombres y mujeres, ya que la desocupación de los varones es del 17.3%, mientras que la de ellas es de 32.1%.
"Es muy importante hacer énfasis en los espacios de desempleo juvenil femenino que han mostrado especial prevalencia en todos los indicadores y que ameritan medidas específicas de corrección de inversión de todos los patrones culturales de cuidado, fundamentalmente en edades estacionales", dijo Iván Jaramillo.
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Según el DANE, la mayor dificultad para la población desocupada entre los 14 y 28 años fue el efecto económico de la pandemia porque los jóvenes no pudieron ejercer una labor, ni encontrar trabajo o iniciar un negocio.
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