“¿Dónde te lo firmo?”: la promesa que la ministra del Trabajo hizo ante eventual reforma pensional

Alicia Arango juró que no se aumentará la edad de jubilación, ni las semanas ni el valor de la cotización. “No estoy respondiendo esto porque hay paro”, dijo.

En diálogo con Juan Diego Alvira, de cara al paro nacional de este 21 de noviembre, la ministra de Trabajo entregó las siguientes declaraciones:

• “No hay manera de hacer una reforma de cualquier tipo encubierta. Si ya existiera una palabra escrita sobre una reforma pensional o una reforma laboral, ustedes los periodistas ya la tendrían. Y no tienen una sola palabra”.
• “Nosotros en el tema pensional sí hemos venido trabajando, desde el mes de marzo, unas mesas por sectores donde están incluidos los sindicatos, los empresarios, los académicos, los tanques de pensamiento, los congresistas, los partidos, de tal manera que ellos puedan darnos idea sobre lo que debe ser una reforma pensional. Pero en este momento no hay nada escrito. Este país lo que necesita es una reforma a la vejez, para proteger a los viejos”.
• “Va una reforma pensional en los planes, pero no hay nada escrito, porque la reforma pensional primero debe pasar por la mesa por donde está pasando ya. Ellos han estado sentados todos en la mesa. Ese es el primer paso y, segundo, tienen que ir a la mesa de concertación. Ideas hay miles, lo importante es lo que salga de la mesa de concertación”.
• “Nosotros no vamos a aumentar la edad de jubilación. No le estoy respondiendo esto porque hay paro, esto lo dijo el presidente Duque desde su campaña. Tampoco vamos a aumentar ni las semanas ni el valor de la cotización, ni el porcentaje de aporte”.
• “Claro que he hablado (de la flexibilización laboral), nunca lo he negado. Pero el problema no es hablar de las cosas, es poner las cosas sobre la mesa para discutirlas. (¿A trabajar por horas?) Eso está en el código”.
• “Nosotros deberíamos tener una mejor distribución de la riqueza. Mi papá me decía: ‘Alicia, a uno le cabe un sancocho, no le caben dos. Asegura tu buen sancocho y reparte el resto’.
• “A Fenalco se le chispoteó: dijo un día que había que acabar con todo, con los festivos, con las horas extras, con las indemnizaciones, con los intereses a las cesantías. O sea, que quedábamos sin ningún derecho, adquirido con tanto esfuerzo. Nosotros como gobierno decimos que no”.

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