El precio de la papa sigue por las nubes y ya hay restaurantes y amas de casa que empezaron a prescindir de ella, eliminándola de algunas comidas.
"Ya no se ha podido hacer ni sancocho, ni ajiaco, por la papa tan costosa", comenta Deisy Gómez, dueña de restaurante.
El aumento ha sido de más del 100 por ciento y en toda clase de papa. "La económica la conseguía en 20 mil pesos, ahorita está en 100 mil, y la otra en 60, ahorita está en 160 mil", explica la mujer.
Los elevados precios que deben soportar los consumidores finales vienen desde los mismos cultivos.
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"El año pasado producir una hectárea de papa costaba alrededor de 22 millones de pesos, ahora por encima de los 34 millones de pesos. Un incremento, de un año al otro, de un 44 por ciento", recalca Germán Palacio, gerente de Fedepapa.
En el plato del popular caldo de costilla, por ejemplo, cada día se va quedando con menos papa.
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Las maromas de las amas de casa ante el elevado precio de la papa son muchas y van desde reemplazarla por arepa o plátano, hasta pelarla tan finito que no se desperdicie un milímetro.
De otro lado, a los restauranteros les están significando enormes pérdidas, que también incluyen a eliminación de puestos de trabajo.
Expertos calculan el precio de la papa se estabilizará en el segundo semestre de 2022.
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