Profesor crea prototipo de vaca en material reciclable para prácticas de sus estudiantes

El docente del Sena quiso contribuir a la formación de sus alumnos sin necesidad de maltratar los animales.

El productor ganadero Mauricio Gil Henao diseñó en su trabajo de grado un modelo anatómico bovino con las medidas reales de una vaca.

“El animal debe de estar calmado y eso muchos estudiantes, por ser primera vez, de pronto un poco nerviosos, afectan la tranquilidad del animal", explica el creador del modelo.

El profesional de 42 años es monitor para nuevos aprendices del Sena, en Manizales, a quienes les enseña un proceso más divertido e innovador en materia de inseminación, simulación y ubicación de estructuras.

"En el momento de uno meter la mano, palpar una vaca, uno no se puede demorar más de aproximadamente 8 - 10 minutos. Entonces, ¿qué pasa con estos modelos? Uno mete la mano para identificar el cérvix, que es como una de las partes más funcionales, para poder aplicar la inseminación", relata Sebastián Montoya, aprendiz del Sena.

"Obviamente uno siempre tiene que tener ese sentido de alerta, porque uno no sabe qué reacción puede tener el animal ante este proceso. Entonces, por esta razón, me parece que es mucho más seguro", destaca Maira Alejandra Guarín, estudiante.

Este modelo anatómico también tiene posibilidades económicas, toda vez que existen pocos en el país y son bastante costosos.

"Un prototipo de estos cuesta en promedio unos 60 - 70 millones de pesos. En cambio, en este material, aprovechando acá el Sena, residuos que hay, material reciclable, podemos hacer este tipo de modelos para que el estudiante practique más económico", resalta Mauricio Gil Henao.

El modelo es convalidado académica y científicamente como seguro y práctico.

"Ya sea en el prototipo o sea en la vida real, la persona o el aprendiz termine saludable y termine sin ningún tipo de problema por contacto por ejemplo con la sangre o con fluido", señala Alba Elena Osorio, docente de seguridad y salud en el trabajo.

Con una inversión de entre 300 y 500 mil pesos, este profesional aspira lograr la patente de su modelo anatómico bovino para que sea material de práctica en las universidades de Colombia y, por qué no, de otros centros académicos en el mundo.