Arrancó el trámite formal ante el Congreso de la República de la
Impuestos a personas naturales
Durante la presentación de la reforma tributaria ante el Congreso, el ministro de Hacienda,
Esto afectaría al 2% más rico de la población, según el gobierno, que propone unificar todos los tipos de rubros en una sola categoría: ingresos laborales, ganancias ocasionales o dividendos.
Sobre esta sumatoria se aplica una sola tabla de tarifas de renta que es progresiva: a mayor ingreso, mayor tasa de renta, que podría llegar hasta el 39%.
Publicidad
Habría un tope de lo que se puede deducir: ahorros voluntarios, cuentas AFC, medicina prepagada y todos esos rubros que ayudan a bajar el pago final de renta.
Además, los pensionados con los mismos ingresos mensuales empezarían a pagar impuesto de renta en las mismas condiciones que las demás personas naturales.
De otro lado, quienes tengan más de 3 mil millones de pesos de patrimonio pagarán un impuesto complementario.
Publicidad
Empresas y personas jurídicas
La reforma tributaria eliminaría muchos de los beneficios tributarios existentes, las llamadas gabelas, que a juicio del gobierno han creado inequidades entre unas compañías y otras.
Y aunque se dejan algunos beneficios, se limitan al 3% las deducciones en la declaración de renta.
Las ganancias ocasionales de las empresas se gravan con un 30%. Por ejemplo, cuando venden una bodega o una oficina a un mayor precio del que lo adquirieron.
El descuento de 50% que hoy existe en el impuesto de industria y comercio se convierte en una deducción.
Publicidad
Asimismo, las regalías que pagan empresas mineras o petroleras no podrán descontarse de la declaración de renta como hasta ahora.
Por último, se eliminan los tres días sin IVA.
Nuevos impuestos
La reforma tributaria contempla:
- Impuesto al carbono y a los plásticos de un solo uso.
- Un gravamen de 10% a las exportaciones de gas, petróleo y carbón cuando superen ciertos precios.
- Se gravaría a las empresas que operan en zonas francas, pero no exportan lo suficiente.
- Se pondría un
impuesto a las bebidas azucaradas como gaseosas, té, jugos procesados y energizantes. La tarifa sería según la cantidad de azúcar contenida. Además, habría un gravamen del 10% a los alimentos ultraprocesados, en el que entran paquetes de snacks, papas fritas, embutidos, helados, chocolates y dulces, entre otros.
Sobre este último punto, el director de la DIAN, Luis Carlos Reyes, dijo que "el mayor nivel de éxito que podrían tener estos impuestos saludables sería que su recaudo se aproximara muy pronto a cero. ¿Por qué? Porque son impuestos que buscan que la gente sustituya un tipo de alimentos a otros".
Publicidad
En el Congreso ya hay reparos de los congresistas respecto a la reforma tributaria, como el del senador del Centro Democrático Miguel Uribe, quien sostiene que el proyecto “golpea a la clase media, a los hogares de bajos ingresos y destruye empleos, va a empobrecer a los empleados y aún no sabemos para qué son los recursos. El gobierno justifica este recaudo con la situación actual del país, pero no está destinado un solo peso ni a la deuda ni al déficit. Y, por otro parte, insiste en que es para los compromisos sociales, pero aún no ha dicho exactamente para qué”.