Poner a los hijos a hacer oficio no es explotación: vea las reglas para el trabajo de menores

Salvo pocas excepciones, ningún menor de 15 años debe emplearse. A partir de los 16 puede hacer labores que no pongan en riesgo su salud física o emocional.

En Colombia, las condiciones para que un menor de edad pueda trabajar cambiaron desde el año 2006, con la ley 1098, mejor conocido como Código de Infancia y Adolescencia.

Para comenzar, los padres deben dar su permiso y tramitar una autorización del Ministerio de Trabajo o de la Alcaldía, cuando en el municipio no hay oficinas de este ministerio. Además, el trabajo no puede afectar su derecho al estudio.

Si el menor tiene entre 15 y 17 años, su jornada laboral no puede superar 6 horas diarias, ni 36 a la semana. Y si tiene entre 17 y 18 años, pueden laborar 8 horas diarias, pero solo en jornada diurna, y no pueden hacerlo trabajar horas extras.

“Se debe respetar el salario mínimo en proporción a sus horas laboradas”, explica Blanca Inés Ortiz, docente de Derecho de la Universidad Libre. Pero esto no se queda allí, pues el empleador debe garantizar todas las prestaciones sociales, y más aún acceso a la seguridad social, es decir, pensiones, ARL y atención de una EPS.

El menor de edad puede desempeñar cualquier labor siempre que no afecte ni ponga en riesgo su salud física o emocional. Y hay actividades que, si se les imponen a los menores, habrá consecuencias graves, incluso penales, para el padre o el empleador, pues configurarían explotación.

“Por ejemplo, cuando los cogemos para pedir limosna en semáforos, trabajar en actos sexuales, pornografía, entre otras”, recuerda la docente.

Vale la pena aclarar que un menor de edad puede ayudarle a sus padres trabajando en los oficios de casa, en las tareas de finca o en un negocio familiar. No es explotación siempre y cuando se le respete el derecho a estudiar.

Los padres deben darles educación y mantener a sus hijos hasta los 25 años, pero si no hay condiciones económicas a los 18 años ya se considera responsable y adulto.

El ICBF estima que en Colombia hay 357 mil niños de 5 a 15 años que, pese a las prohibiciones legales, son obligados a trabajar.

En Colombia hay alrededor de 800 mil menores de edad que trabajan, voluntariamente, o porque los obligan.