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Santa Marta: una cara para los turistas y otra para los habitantes

Santa Marta: una cara para los turistas y otra para los habitantes

La capital del Magdalena es considerada por muchos un paraíso para visitar, pero afronta serios problemas en el suministro de agua y otras dificultades.
Las bahías de aguas cristalinas alrededor de Santa Marta siempre han sido el mayor atractivo para los turistas y la playa más popular sigue siendo la de la bahía de la ciudad.
La pureza de sus aguas se ha deteriorado por la presencia de un muelle para yates en la mitad de la bahía, pero sobre todo por la desembocadura del río Manzanares. Lo que los bañistas no saben es que este afluente es utilizado para disponer de basuras durante su recorrido por la ciudad.
“No solo se han hecho campañas y en el nuevo plan de ordenamiento territorial nos preocupamos por generar una norma para que se animen a construir a la ladera del río, dejando los 30 metros reglamentarios, haciendo un parque lineal que nos permita a lo largo de 18 kilómetros recuperar el río y preservarlo como el principal corredor ecológico que tiene la ciudad”, manifestó Rafael Martínez, alcalde de Santa Marta.
La descontaminación del río Manzanares suena como un proyecto lejano, pero ahora existe otro plan de un camino paralelo al mar para mejorar un aérea que ha estado abandonada por décadas.
Vea también: Cartagena, ¿por qué la joya de la corona del turismo en Colombia está perdiendo su brillo?
A 15 minutos de Santa Marta está la playa de El Rodadero, donde la pequeña bahía de dos kilómetros de larga quedó acorralada por un desarrollo caótico en donde se forman hormigueros humanos en la época de vacaciones, registrándose afectaciones por la falta de buenos servicios como la electricidad y el agua.
“Menos visitantes y menos competitividad para los actores formales, hay hoteles en el corredor turístico que en una temporada tienen que contratar 10 carrotanques diarios de agua para después poder tratarla en su planta, es decir, la compra y tiene que tener una planta o miniplanta de tratamiento de agua potable para atender a sus demandantes”, señaló Iván Calderón, gerente de promotora turística de El Rodadero.
Otro problema son las medidas en las playas colombianas que permiten la venta de bebidas en lata, de vidrio y todavía se ofrece la comida en recipientes de icopor.
Además, a pocos metros de El Rodadero desemboca el río Gaira, otro afluente muy contaminado.

Taganga

Aquí a solo 20 minutos de Santa Marta se encuentra otro ejemplo de mal desarrollo turístico. Se desarrolló sin ninguna planeación y violando la norma que prohíbe construir encima de 50 metros sobre el nivel del mar.
A la que fuera una playa de ensueño hoy le llegan desagües peligrosos, hay basura por cualquier lugar y hasta escombros; y quienes ofrecen comida en la playa no tienen agua como tampoco el resto de las viviendas.
“Aquí en este pueblo no hay agua, en ninguna parte, en ningún hotel usted consigue agua”, expresó Leticia Vergara, cocinera.
Hace dos meses un hotel sin licencia de construcción y levantado en la zona de amortiguamiento del Parque Tayrona, quedó reducido a cenizas en poco tiempo porque la carretera era muy angosta para el carro de bomberos.
El lugar ideal para encontrar un mar limpio está en las playas del Parque Tayrona, a una hora de Santa Marta.
“Yo creería que el turismo ha aumentado en un 200 por ciento porque en el año 2000 entraban aproximadamente 90 mil personas al parque, al año, y hoy entran 450 mil personas al año”, indicó Luz Elvira Angarita, directora territorial Caribe de Parques Nacionales.
A 10 minutos del centro de Santa Marta se puede visitar La Quinta de San Pedro Alejandrino, la última morada del libertador Simón Bolívar, este lugar recibe 110 mil turistas al año.
Además, a 10 kilómetros de este destino turístico del Caribe, en el municipio de Pueblo Viejo se encuentra un parador turístico que por primera vez permitirá visitar en barco la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Este proyecto que tuvo una inversión de 13 mil 100 millones de pesos ya está terminado y falta que la Gobernación habrá una licitación para encontrar el operador.
Esta es una novedosa opción turística que por estar sobre la carretera entre Santa Marta y Barraquilla parecería tener un éxito asegurado.

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