Con guitarra, requinto y guacharaca en mano, pobladores de una vereda en Encino,
En el cinco de febrero, en el sitio La Chorrera, hubo una gran avalancha y se llevó la carrilera
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Hizo un hueco muy profundo que daba miedo mirar, arriesgando nuestras vidas, por ahí nos tocó pasar
Entonces se vino el río en la vereda Avendaño y nos quedamos sin vía, no sabemos hasta cuándo
Toca en caballo y en burro transportar la mercancía, hacer este recorrido salir de nuestra sequía,
Santander y Boyacá, que el comercio los unía, y ahora estamos muy al frente por la falta de esta vía
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Nos despedimos cantando, los versos de mi canción, esperamos que muy pronto haya alguna solución.
Con este lamento campesino esperan que las autoridades den pronta solución, pues necesitan comercializar la papita para poder sobrevivir.
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