En el corregimiento de Caño Viejo, en San Pelayo, Córdoba, habitantes reclaman por las dificultades que tienen de trasladar sus muertos al cementerio, pues la falta de un puente los obliga a pasar por aguas residuales.
“Qué tristeza (…) No se preocupan por el bienestar de la comunidad”, sostuvo una habitante de San Pelayo.
Desde la localidad de Usme, en Bogotá, un habitante realizó una grave denuncia. Se trata de una peligrosa vía que no cuenta con andenes ni señalizaciones.
Finalmente, desde la escuela San Antonio en Ráquira, Boyacá, dos pequeñas estudiantes denuncian que no cuentan con un salón de clases. Los alumnos fueron trasladados a una bodega, y según una de las menores, abunda el mal olor en estas instalaciones.
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