¿Cómo ve el sistema de salud que ha estado en la lupa de la opinión pública, pero también en la primera línea de la lucha contra el COVID-19?Juan Pablo Uribe: Ha estado a la altura de un reto mayor. Quiero resaltar el talento humano, maravilloso, que se ha entregado de día y de noche, que en muchos casos ha incluso llegado a entregar la vida. Yo creo que nos debemos sentir orgullosos y agradecidos con la respuesta del sistema de salud colombiano.La tecnología, entre muchas otras disciplinas, ¿le ha servido a la salud para hacerla más ágil en esta pandemia?Juan Pablo Uribe: Lo que ha pasado con la telemedicina, con la teleasistencia, con la orientación médica a familias que se quedan en la casa. Hemos visto cómo, la consulta de urgencias, que era un dolor de cabeza, la mayoría de la gente ha entendido que ir a un servicio de urgencias es innecesario cuando se puede hacer una teleconsulta, una orientación telefónica, incluso un cuidado en casa; eso es algo bueno que nos está quedando.¿Cómo aprovechar lo que está sucediendo para acabar esa brecha con en el sector rural, en materia de prestación de servicio?Juan Pablo Uribe: Necesitamos fortalecer lo que hemos llamado los subsidios de oferta, los presupuestos que llegan y están disponibles para esas poblaciones dispersas o vulnerables. Muy importante el hospital público colombiano. Necesitamos políticas públicas en salud específicas para los sectores rurales y de poblaciones dispersas¿Cómo se despolitiza la salud en Colombia?Juan Pablo Uribe: Yo creo que es muy importante que Colombia tenga una visión a largo plazo de ese sistema de salud que quiere construir, que toma décadas, que no se hace de la noche a la mañana.Tenemos que soñar ese sistema equitativo para todos los colombianos, flexible para reconocer esas diferencias regionales que tenemos, técnico en el sentido de que muchas de las políticas deben pasar los periodos de ministros, los periodos de presidentes y volverse políticas de Estado realmente.Tendrá problemas, tendrá fallas, ocurrirán cosas que tenemos que ir mejorando, pero que nos dé orgullo a los colombianos.¿Qué hacer con las EPS?Juan Pablo Uribe: Creo en el aseguramiento. Este sistema de salud hoy tiene cobertura universal, tiene un financiamiento que es progresivo, que redistribuye recursos de manera muy importante; tiene un plan de beneficios tremendamente generoso -para algunos exageradamente generoso-, logra una protección financiera de los hogares y un menor gasto en el bolsillo que es reconocido mundialmente. De manera que tiene cosas que, de nuevo, sin intensidad afectiva, siendo objetivos, debemos reconocer.¿Cómo mejorarles las condiciones a médicos, enfermeras, bacteriólogos, bacteriólogas, epidemiólogos, todas esas disciplinas de la salud que claman a gritos por unas mejores condicicones?Juan Pablo Uribe: Quiero irme a algo más de fondo que es formalizar la parte contractual laboral de los profesionales de la salud. Necesitamos que las organizaciones en las cuales ellos trabajan y la sociedad a la que sirven los reconozcan como valiosos.La gente que está en el sector salud está ahí porque escogió servir. Yo creo que reconocerlos como se ha hecho en estos meses y quedarnos con ese reconocimiento hacia delante, entendiendo que un médico, una enfermera -como un maestro, una profesora- son centrales en el desarrollo de este país va a ser una ganancia inmensa.¿Cuál es el estado de salud del sistema de salud en Colombia?Juan Pablo Uribe: Es un paciente que no está en cuidados intensivos como muchos creen. Es un sistema que debe, de nuevo, apostarle a una visión de largo plazo, que debe dejar de buscar soluciones efectistas inmediatas por ese tema de servicio y calidad que toca a todos ciudadanos; por eso es tan importante la habilitación y la acreditación, la evaluación del desempeño de aseguradores y de prestadores. Lo más importante para la gente es que la atiendan bien con los resultados que quisiéramos obtener.Y en términos financieros, ¿cómo está la salud en Colombia?Juan Pablo Uribe: En términos financieros está casi que -algunos dirían- que ahí sí está de cuidados intensivos. Pero de fondo, detrás de ese desequilibrio financiero, está esa visión del sector salud que queremos los colombianos, que tiene que armonizar ese derecho a la salud con las capacidades reales de servirles a los ciudadanos en todo momento, en todo el territorio nacional.Si uno quisiera comparar en términos invasivos el tema de la política, el tema de la corrupción en el sistema de salud, ¿cómo lo mediría y cómo lo diagnosticaría?Juan Pablo Uribe: Sin duda alguna que hay tres problemas que son de país que tienen una afectación sistémica y permanente sobre la salud de los colombianos. Uno de ellos para mí es la inequidad y la pobreza; el segundo es la violencia, y fíjese que no hablamos de salud mental en este momento, pero fíjese los temas de violencia doméstica, de violencia contra la mujer, la violencia en general entre los colombianos nos quita mucho bienestar y mucha salud. Y por último está la corrupción, un paso antes, la solidez y la transparencia en los manejos de recursos que son múltiples, pero siempre insuficientes. Son problemas muy importantes para el desempeño del sistema de salud.
¿Qué aprendizajes nos deja la pandemia sobre la salud de los colombianos?Henry Gallardo: Uno de los más importantes es que tenemos que entender los riesgos, tenemos que actuar preventiva y proactivamente para protegernos como individuos; al hacer eso cuidamos nuestra salud, pero además cuidamos la salud de los demás.En la medida en que nos eduquemos, nos reentrenemos, entendamos los problemas de salud que enfrentamos, los accidentes de tránsito, las enfermedades crónicas, el cáncer, las enfermedades infecciosas, etc. vamos a poder actuar proactivamente.¿Cuáles son las lecciones para los tomadores de decisiones?Henry Gallardo: Yo creo que es un lindo momento para revisar lo que se ha hecho en el pasado. Hay cosas buenas que ha logrado el país, pero hay brechas y esas brechas hay que cerrarlas y que lindo que, de manera abierta, tranquila, colectiva, miráramos cuál es el plan de mejoramiento tanto de la salud de los colombianos como de los sistemas de salud que están detrás de ellos para ayudarles.Hay que ser francos en eso, hay que ser humildes. Sabemos que hay brechas, que hay problemas de acceso, de servicio, sabemos que hay problemas en la forma en que hacemos las transacciones en el sector salud, eso hay que ponerlo sobre la mesa y armar planes concretos de corto, mediano y largo plazo para llegar a un nivel de desarrollo superior.Uno de los temores es que aumenten esas brechas, ¿qué hacer para que esto no suceda y, por el contrario, demos pasos hacia adelante?Henry Gallardo: Salud debe ser siempre parte de la solución. Salus promueve mayor competitividad, productividad, mayor desarrollo social y -en la medida en que toda la sociedad entienda que salud es prioritario- vamos a lograr más cosas, nos vamos a habilitar para ser mejores como sociedad. En ese sentido, es absolutamente crítico que esta etapa de aprendizaje nos lleve a entender que hay que cuidar del sector salud y que nosotros tenemos un rol en nuestro autocuidado.¿Qué se necesita para que esto pase del papel a la realidad?Henry Gallardo: El énfasis hoy y a futuro tiene que ser sobre la calidad de la atención, sobre un acceso equitativo, sobre un acceso oportuno y rápido. No le puede suceder a un individuo que para tener un tratamiento integral tenga que hacer muchísimas paradas, muchísimos trámites, muchísimas transacciones; lo que tiene que ser correcto y adecuado para la gente es que las cosas fluyan.Y al mismo tiempo tenemos que preocuparnos por ser eficientes, parte de lo que ha sucedido en Colombia es que pusimos las prioridades al revés: nos preocupamos por el dinero primero, antes que por calidad de la atención y eso hay que empezar a darle la vuelta. Primero la calidad, el resultado, la experiencia de las personas, el humanismo, la atención de la persona, pero en un entorno familiar, todo eso es lo que todos queremos y nosotros somos los que lo tenemos que hacer. El cambio tiene que venir de nosotros mismos.El concepto de salud se ha limitado a la atención, ¿qué se necesita para que se amplíe la mirada hacia la promoción y la prevención?Henry Gallardo: La atención en salud, los asuntos de las urgencias, los asuntos quirúrgicos o los asuntos de tratamiento ante una enfermedad son solo parte de la salud; hay que ampliar la mirada a qué podemos hacer desde nuestros hogares, a cómo tener vivienda saludable, a cómo tener un ambiente mejor, a cómo tener convivencias más sanas.Además, en lo colectivo, cómo logramos mejores coberturas de vacunación, cómo nos protegemos más de la malaria y el cáncer. Esa mirada integral, poblacional, individual, educativa y preventiva es la que tenemos que incentivar de manera contundente. Yo creo que la pandemia nos ha enseñado sobre eso.Pensando con el deseo, ¿qué quisiera usted que le dejara esta pandemia a la salud de los colombianos?Henry Gallardo: Yo creo que la salud tiene que seguir siendo cada vez más integral, más completa, centrada en las personas.La forma en que se ha organizado el sector salud en Colombia y en el mundo ha sido alrededor de las especialidades técnicamente diseñadas, pero no alrededor de las condiciones clínicas que aquejan a los individuos. En la medida en que entendamos que lo que tenemos que hacer es cuidar a las personas en su condición clínica de manera integral, no importa que lleguen por urgencias, cirugía, por hospitalización o por actividades preventivas y colectivas, no importa por dónde acceda, esa persona debería ser trazable y cuidable en todos sus aspectos.De manera idealista, yo sueño con que la salud dé un giro de 90 grados y nos centremos en trazar los individuos y acompañarlos en el cuidado a lo largo de su vida, sobre cómo prevenir, cómo actuar mejor, cómo acceder a tratamientos cuando se requiera. En la medida en que hagamos mucha más prevención, mucha más protección, la salud además va a ser menos intensa en los hospitales y en los centros ambulatorios y eso es lo que deberíamos buscar idealmente.
¿Cuáles son sus fórmulas reactivar la economía?“Hay que completar la apertura de la economía en primer lugar y ya luego vienen las medidas que el Gobierno puede tomar.El Gobierno está incentivando la vivienda y eso está bien, la construcción, las obras públicas, eso da empleo y ayuda a reactivar la economía. En la parte del gasto público, el apoyo fiscal a las empresas, sobre todo a las pequeñas empresas”.¿Qué se puede hacer para recuperar los empleos perdidos en la pandemia?“Insistir en los temas de reactivación económica, todo eso contribuye a crear empleo. Es necesario tener medidas especiales para salvar las empresas que se están quebrando.Y es fundamental una muy buena reforma laboral. Hay que ayudarles a los jóvenes, adultos mayores, a las mujeres, a la gente que está mucho más golpeada por el desempleo; pueden recibir un apoyo de un sistema laboral mucho más flexible, amigable para la creación de empleo”.¿Qué es un sistema más flexible?“El desempleo en los jóvenes supera el 50%, que es extraordinariamente alto. Creo que los jóvenes podrían tener un salario mínimo menor que los ayude a entrar al mercado laboral, que los ocupen por horas de tal manera que se no sea tan difícil para ellos la entrada laboral.Lo mismo en el campo, se necesitan condiciones especiales. Que haya un salario mínimo integral especial, que les permita permanecer allí y no ir a las ciudades a engrosar los cinturones de miseria.También hacer menos costosa la contratación de las personas, con los parafiscales y las cajas de compensación. Hay que estudiar cómo se reducen esos costos para que no sea tan oneroso para las empresas pequeñas, que están al borde de la quiebra y no contratan porque no tiene los recursos”.¿Qué tan necesarias son la reforma tributaria y pensional para la reactivación que necesita Colombia?"Yo creo que la tributaria es muy importante y ojalá se hiciera para el año entrante, por cuanto el déficit fiscal es muy grande, el Gobierno no tiene todos los recursos para hacer los gastos necesarios.Es una medida que no es popular, pero es necesaria.La reforma pensional también es muy importante. En Colombia menos del 25% de las personas en edad avanzada que deberían tener una pensión la tienen. El sistema que se tiene hoy no funciona.Hay que reformar el sistema de pensiones para que la mayoría de los colombianos, especialmente los más pobres, tengan algún apoyo en la vejez, complementado con servicios como el de salud".¿Por qué sería impopular una reforma tributaria?"Es una reforma que elimine exenciones que mucha más gente pague impuestos, que se fiscalice mucho mejor. Eso no es popular; a la gente no le gusta pagar impuestos. Le gusta que le den subsidios, que la apoyen, le gusta pedir cosas al Estado pero no pagar impuestos.Pero nos tenemos que dar esa 'pela' y bastante pronto”.Estructuralmente, ¿qué se debe hacer en materia pensional?"Es necesario mirar lo que tenemos. El sistema pensional público le da pensiones relativamente altas y muy subsidiadas a los que más ingresos tienen. Personas que ganan 10 y 15 millones, reciben pensiones muy altas al tiempo y subsidiadas, al tiempo que los informales, los ancianos rurales no reciben absolutamente nada.Se necesita un régimen de pensiones que no sea para los que más tienen, sino que empiece por los más pobres que no tengan nada”.Más sobre la situación de los pensionados en Colombia:
¿Qué expectativas económicas tiene CAF sobre Colombia?“Es una crisis extremadamente grave, la más grave que hemos tenido en la historia mundial. Ahora bien, Colombia en los últimos años ha tenido un desempeño por encima del promedio de países de la región gracias a sus fortalezas institucionales y estructurales en términos relativos al resto de América Latina, y por ello en esta oportunidad también estará mejor que el resto de la región.Para la región nosotros prevemos una contracción económica superior al 9%, que sería una caída muy fuerte, y Colombia estaría en torno a una caída del 7%”.¿Esta caída qué tanto nos devolvería en el tiempo, y qué implicaciones tendría sobre los avances sociales que hemos tenido en los últimos años?“Buena parte de los avances en temas sociales, en disminución de pobreza y desigualdad, quedarían perdidos en parte por el efecto de esta severa recesión. En promedio para que tengamos una idea, el PIB per cápita que alcanzamos en la región en el 2015, lo estaríamos logrando nuevamente en el 2025.En el caso de Colombia, que estaría ligeramente mejor que el resto de la región, esperamos que los niveles precrisis se alcance en dos años. Hay que tener en cuenta que junto con este tema coyuntural de la pandemia hay un cambio estructural en el mundo, producto de una revolución digital que también apunta a una mayor desigualdad. Esto se ha visto en los países desarrollados, y la aceleración de la digitalización de las sociedades en América Latina va a avanzar producto del mayor uso que hemos tenido durante esta crisis, lo cual también va a apuntar a una mayor desigualdad”.¿Qué debe hacer Colombia para lograr una rápida reactivación?“La pieza fundamental es el control de la pandemia, y ahí no hay que minimizar los esfuerzos respecto a los temas de la atención sanitaria. Luego es importante continuar, como ha sido el caso de Colombia, con el apoyo de ingresos a las familias más vulnerables de la sociedad.Otro tema fundamental, en el que Colombia ha estado también por encima de la región, es la solidez fiscal; por eso es muy importante tener un programa creíble de consolidación fiscal a mediano plazo, y ahí vemos con muy buenos ojos que Colombia está dando los pasos adecuados. Y luego aprovechar esta oportunidad para reformas estructurales que apunten a mejorar la productividad del país”.¿Qué debería tener un eventual proyecto tributario?“Básicamente enfocarse en temas de renta, en exoneraciones y en trabajar la letra pequeña de la administración tributaria; ahí hay mucho espacio para ampliar la base sin afectar con una mayor carga tributaria a las empresas”.¿Son necesarios cambios en materia laboral y pensional?“Definitivamente. Ese es un problema no solo de Colombia sino de toda la región, tenemos una cobertura en protección social muy baja en nuestra población.A eso hay que añadir, como mencioné antes, el tema de la revolución digital que apunta hacia jornadas laborales muy flexibles, entonces tenemos que adecuar nuestra legislación hacia los tiempos que se nos vienen”.¿Cómo reactivar a las micro, pequeñas y medianas empresas?“Un punto crucial es apoyar a las pymes en su esfuerzo de internacionalización, nuestras economías están muy afectadas, la recuperación será lenta pero el resto del mundo está creciendo por encima del promedio del crecimiento de América Latina.Segundo tema: aprovechar la innovación, donde América Latina está muy rezagada. Luego deberemos enfocarnos en trabajar la consolidación de cadenas de valor regionales, hay un proceso de cambio en la globalización y muchas de las cadenas globales se van a regionalizar; América Latina tiene aprovechar este proceso.Finalmente, el tema financiero que no hay que dejarlo a un lado, porque nuestras pymes tienen severas restricciones de acceso al crédito, no solo en términos de tasas sino de plazos”.¿La infraestructura qué papel podría jugar?“Es crucial. Colombia ha tenido un esfuerzo importante en términos fiscales para impulsar el gasto de infraestructura y debe continuar.No solamente por el tema de recuperación económica, que tiene un impacto positivo sobre el empleo y el sector construcción, sino porque apunta a reducir las brechas de infraestructura que son uno de los principales causantes de la menor productividad que tiene américa latina, y este es un esfuerzo en el cual el gobierno colombiano tiene que poner todo el foco para poder reducir las brechas de infraestructura que tiene el país”.
¿Cuánto retrocedimos en el continente por cuenta de la pandemia y la parálisis?“Indiscutiblemente, es a los más pobres a los que más ha afectado esta pandemia. Sobre esto se han hecho innumerables cálculos, la OSD ha sacado recientemente un cálculo que consideraría que América Latina retrocedería a tener una economía parecida a la del año 2009, o sea 10 años”.¿Cuáles deben ser en su concepto las partes fundamentales de esa forma de reactivación y recuperación?“Pensemos en varias cosas. Digamos, todos aquí estamos en este momento conectados por esta vía (internet), este privilegio que tenemos muchos de poder trabajar, o mejor teletrabajar, no lo tienen todos los colombianos.Cálculos que nosotros hicimos en su momento en el BID estimaban que las personas más pobres si tuviesen que pagar el acceso a internet y poder usarlo con regularidad y pagar los costos que esto significa pueden significar entre 14% y 20% de su ingreso. En consecuencia, tenemos que hacer las inversiones que permitan que la gente pueda hacer mucha más rápidamente parte de esta revolución digital”.Sobre lo que se ha planteado por parte del Gobierno y de las autoridades monetarias para buscar esa reactivación, ¿vamos por la senda correcta?“Colombia hizo lo que tenía que hacer y era hacer toda una inversión pública para fortalecer nuestro sistema sanitario, para ayudarle a los colombianos más vulnerables, para ayudarle a las pequeñas y medianas empresas.Va a ser más difícil que la recuperación suceda rápido, de allí que en la manera como hagamos la inversión pública, la manera en cómo articulamos estos temas que tienen esta capacidad de acelerar el crecimiento, van a ser determinantes”.¿Le preocupa ese endeudamiento que puedan tener países como Perú o como Colombia para sacar adelante esa reactivación o no importa el nivel de deuda con tal de reactivar el sector productivo?“Lo primero es que indiscutiblemente había que endeudarse más para poder hacer todo este esfuerzo de gasto fiscal que todos los países han venido haciendo.Colombia es un país que digamos no tiene los riesgos que tienen otros, porque tiene unos niveles de reservas económicas importantes, tiene una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional, pero vamos a tener que cuidar mucho la salud macroeconómica en nuestro país y eso tiene que ser un esfuerzo de todos.Yo siempre digo que todo gasto tiene dueño, todo el mundo sabe que, si hay un subsidio por parte del Estado, beneficia a algunos. Lamentablemente todos los estudios que hemos hecho durante años en el BID muestran que muchos de estos subsidios llegan a los que menos lo necesitan y allí tenemos que repensar todo ,hasta la política de gasto.Tenemos que informar mucho más esto sin apasionamiento, para poder tener ese tipo de recuperación que vamos a necesitar”.Más sobre la situación económica en Colombia:
Ingeniero Bayón, ¿en un año normal de precios cuál es el aporte que hace Ecopetrol a la economía colombiana en términos económicos, de regalías, de dividendos, de pagos de impuestos y en términos sociales también?“Si tomamos el año 2019 Ecopetrol aportó más de 26 billones de pesos en impuestos, dividendos y regalías y si sumamos el aporte en bienes y servicios también para los accionistas minoritarios fueron más de 40 billones de pesos. Habiendo dicho eso, el 2019 fue un año especialmente bueno, fue récord en los últimos 5 años en términos de resultados”.Antes de que apareciera el coronavirus en nuestras vidas, ¿cómo había arrancado el año en los meses de enero, febrero y qué expectativas tenían ustedes para la empresa en este 2020?“El año empezó bastante bien. De hecho, nosotros teníamos un presupuesto de inversiones de hasta 5.500 millones de dólares, habíamos hecho el presupuesto de la compañía 57 dólares el barril Brent. Después de la crisis de precios que se vio exacerbada por la pandemia volvimos a revisar nuestro presupuesto”.¿Se había imaginado usted ingeniero Bayón, que el mundo atravesaría por una crisis tan histórica como la que hemos tenido que vivir en este 2020 por la pandemia?“No, definitivamente no. Hemos tenido muchas crisis en la industria y si uno compara la del 15 y el 16 con esta la caída del precio fue bastante similar, un poco más en este momento, pero en ese sentido 15 y 16 la caída se vio en 19 meses-Este año la vimos en cuatro meses, o sea fue muy rápida, fue muy drástica y tuvimos que reaccionar y aprovecho para agradecerle a los empleados del grupo Ecopetrol, porque hemos tenido una reacción rápida, disciplinada y contundente que nos ha permitido seguir operando y aportándole al país”.¿Qué sintió cuando el petróleo en algún momento dentro de toda esta crisis alcanzó a tocar inclusive precios negativos?“Pues yo voy a cumplir ya casi unos 30 años de experiencia en el sector y nunca había visto algo así. Como le decía, tenemos crisis que han sido frecuentes y hemos podido recuperarnos, pero ver un precio negativo era algo yo creo que ni siquiera había vislumbrado.¿Desde Ecopetrol qué hicimos? un plan de contingencia primero para el COVID, un plan de contingencia financiero y un plan de contingencia operativo, lo que nos ha permitido aguantar la crisis yo creo que de muy buena manera, enfrentar la crisis de manera muy decidida y, por ejemplo, dar utilidades en los primeros seis meses del año que no es la norma en la industria en este momento”.¿De todos estos meses cuál ha sido el mes más difícil para Ecopetrol y por qué?“Si uno mira desde el punto de vista de salud es difícil cuando tenemos alguna persona de la compañía enferma, hemos tenido algunos empleados que han fallecido a causa del COVID, y yo creo que esos son los momentos más duros.También fue duro desde el punto de vista de desempeño cuando vimos los precios negativos en abril”.¿Cómo lograron ustedes mantener el suministro de combustibles en medio de tantas restricciones en el país?“Pues ahí hay muchas cosas. Definitivamente un trabajo absolutamente coordinado con el Gobierno nacional, con el Ministerio de Minas, con los ministerios en general, con los mayoristas, y los mayoristas pues trabajan con esos dueños de estaciones de servicio.Y definitivamente en estos 6 meses de crisis hemos podido entregarle al país sus combustibles, definitivamente ha habido momentos más difíciles, en donde el suministro nunca ha estado en riesgo, pero yo creo que definitivamente ese trabajo coordinado nos ha permitido entregarles a los colombianos los combustibles que necesitamos.Por ejemplo, para que los camiones con alimentos, las ambulancias, los camiones que manejan emergencias puedan seguir operando sin ningún problema.Ingeniero, ¿qué lecciones le deja a usted esta pandemia como líder empresarial y como persona?“Pues yo creo, primero, que debemos entender que hay incertidumbre, que hay cosas que no podemos prever, pero como líderes siempre tenemos que responder de manera rápida, de manera oportuna, de manera contundente.Fundamental que comuniquemos, un líder debe comunicar y comunicar y, cuándo cree que ya comunicó suficiente, tiene que volver a comunicar.Hay que escuchar a la gente, hay que hablar con la gente, que la gente nos diga qué les duele, qué les molesta, qué les genera ansiedad. En este momento tenemos por ejemplo unas líneas de apoyo psicosocial muy importantes porque la gente está en trabajo remoto y es algo que hemos tenido que acostumbrarnos.Y yo creo que también le permite a uno como persona para valorar las cosas que tenemos, cuando uno a veces no tiene algo valora mucho esas cosas. Y definitivamente, me ha enseñado el compromiso de la gente, el amor por ejemplo de los empleados del grupo Ecopetrol con la iguana.Y el compromiso con el país que es tan importante en momentos en que todos tenemos que estar trabajando de manera mancomunada, de manera sincronizada y ayudándonos los unos a los otros para que el país salga porque vamos a necesitar pues un proceso de recuperación importante”.“Ya es información de carácter público los resultados financieros de Ecopetrol con corte al primer semestre de este año. De hecho, en el segundo trimestre fue una de las muy contadas petroleras del mundo qué generó utilidades. ¿De aquí en adelante cuáles son las expectativas cómo cree que le irá a la compañía en la recta final de este 2020 tan complicado?“Pues un plan de ajustes muy importante. Nosotros vamos a tener ahorros de alrededor de unos 4 billones de pesos, adicionales a los 13 billones que hemos ahorrado en los últimos 4 o 5 años, el programa de transformación, el programa de ahorros no se detiene.La transformación digital, hemos hecho en 5 o 6 meses, lo que normalmente nos hubiera tomado 2 o 3 años y eso es algo que no podemos perder.Somos mucho más eficientes desde el punto de vista de seguridad y yo creo que ese sentido es algo que no vamos a perder y vamos a seguir hacia delante.La segunda mitad del año vemos ya signos de recuperación importante, la demanda en el país sobre todo lo que es gasolina y diésel la vemos recuperada. El jet viene un poco más lento, en la medida en que de los vuelos de los aviones y todo el sistema de transporte de aeropuertos se eleve pues vamos a tener un poco más de utilización del jet, que es otro de los productos que hacemos.Pero estamos viendo precisamente una senda de recuperación y yo creo que en la segunda mitad del año va a ser mejor, sobre todo que el segundo trimestre que fue bastante difícil, que fue muy complicado para la compañía”.Presidente, hay un precio del petróleo que es clave no sólo para el país sino para Ecopetrol, que es el precio a partir del cual la compañía es rentable. ¿Cuál es ese precio hoy en día después de la crisis de la pandemia, y cómo se ha movido ese precio en los últimos años?“Pues, hoy en día, el 94% de nuestra producción es rentable a $30 dólares el barril, por encima de $30 dólares somos rentables en el 94% de nuestra producción. Hace 5 años ese número era de $64 dólares el barril.Logramos bajar ese punto de equilibrio que era 64 a menos de la mitad, a 30. Lo importante es mantener entre los costos, entre toda la parte de eficiencias, que esos valores no se aumenten y que nos permitan tener una compañía resiliente y que pueda afrontar las crisis, porque vendrán más crisis, de la mejor manera posible”.¿Y el fracking donde lo deja?“Pues yo creo que el fracking, lo he dicho varias veces, es una oportunidad que el país tiene que analizar desde el rigor de la ciencia, desde lo técnico con datos.Hemos dicho del fracking que lo importante no es hacerlo rápido, es hacerlo bien, y que desde Ecopetrol lo vemos a operar dentro de una pecera de vidrio, que la gente pueda mirar qué estamos haciendo, las comunidades, las autoridades, las ONG, los sindicatos, todo el mundo, y ver cómo estamos haciendo las cosas.Y los proyectos piloto de investigación integral que ha diseñado este Gobierno van a permitir que la gente tenga información, que tenga datos y que entre todos los colombianos decidamos ‘esta es una fuente de energía que queremos sí o no’.Lo más importante, creo yo, es que el país no pierda su autosuficiencia, que podamos producir nuestra propia energía, nuestro propio petróleo para refinar y nuestro propio gas; y los no convencionales yo creo que nos dan una excelente oportunidad para el futuro”.Varios analistas aseguran que tenemos recursos importantes en Colombia para pagar parte del costo dejado por esta pandemia, pero que se necesitaría el fracking para lograrlo. ¿Usted, que tiene las cifras más claras, cree lo mismo?“Yo creo que es una muy buena oportunidad para el país. Vamos a ir por los no convencionales dentro del marco de los proyectos piloto, pero también seguiremos explorando en el territorio continental, lo que es tierra firme en el offshore, lo que es territorio costa afuera; y es importante que el país mire todas sus fuentes de energía, y en la medida que vamos haciendo esto también estamos trabajando en los renovables, en las energías renovables.Compromiso de Ecopetrol: 300 megavatios de energía renovable principalmente solar y eólica de aquí al 2022. Inclusive le cuento que estamos tratando de que no sean 300 sino que sea más, ya hemos puesto en funcionamiento 21 megavatios en el Meta, hemos anunciado 59 megavatios más en el Meta y es una apuesta muy importante que hace la compañía también”.¿Pero las renovables son para el sistema interconectado nacional, o para el consumo de Ecopetrol?“Son para el consumo nuestro. Nosotros somos uno de los mayores generadores y uno de los mayores consumidores del país, y estas plantas solares, la primera que ya hicimos en el Meta y la otra que vamos a arrancar al final de este año, nos permite reducir el nivel de emisiones en términos de toneladas equivalentes de CO2, y nos permiten ahorrar plata.Podemos generar energía mucho más barata para producir hidrocarburos. Alguien me decía ‘ingeniero ¿ustedes están utilizando energía solar para producir petróleo?’, y yo le decía ‘sí, en el país cabemos todos’.Tenemos que hacer la transición de manera ordenada. Tenemos que proteger lo que hoy tenemos y como usted bien decía, los hidrocarburos son una de las grandes posibilidades para el país para salir fortalecido de la crisis, sin olvidar que tenemos que hacer esa transición también”.A propósito ingeniero, ¿cómo le ha ido con los proyectos de fracking en Estados Unidos?“Pues nos ha ido muy bien porque el negocio lo cerramos en noviembre de 2019 y a junio de 2020, 7 meses después, tenemos 18.000 barriles de producción con 22 pozos perforados. Si pusiéramos esos campos y los pusiéramos al lado de todos los campos que tiene Ecopetrol estarían entre los 10 campos de mayor producción.Tienen un costo de producción de entre $7 y $10 dólares, son de los campos más rentables que tenemos, y producen un petróleo qué es liviano 40° api. El negocio va muy bien, estamos perforando 22 adicionales y de hecho, al finalizar el año 2021 queremos tener más de 100 pozos perforados en no convencionales en los Estados Unidos”.
¿Cuáles son las fórmulas de los empresarios para recuperar empleo?“Se necesita recuperar el empleo: generar más empleo, recuperar los empleos y que sean empleos de calidad.Se presentó una agenda de reactivación. El secreto es identificar cuáles proyectos están muy listos para sacarlos adelante y ahí hay una gran oportunidad para recuperar un empleo”.¿Cómo vencer la informalidad?“Es muy importante hablar de una modernización del sistema laboral sin disminuir o desconocer los beneficios de los trabajadores formales. Sí debemos reconocer que hay unas nuevas maneras de producir.En la medida que se sobrecargue a las empresas estamos castigando la capacidad de generar nuevos puestos de trabajo y en la cantidad que requiere el país”.¿Cómo cerrar la brecha de género en material laboral?“El DANE ya mostró en qué sectores han perdido las mujeres más puestos de trabajo. Ya tenemos esa información.Hay mujeres que están formadas para lo que requiere el mercado laboral, pero no necesariamente se abre la puerta en las empresas tan fácilmente.Hay que conocer la situación, que está superestudiada, conocer qué sectores están altamente masculinizados que se pueden abrir y cambiar esa tendencia.En temas de digitalización hay una terma de cualificación ahí; en temas administrativos y comerciales, hay un gran espacio ahí”.¿Qué hacer con el desempleo juvenil?“Es una gran frustración formarse y no encontrar el espacio laboral. Hay avances desde la política pública generando los beneficios.Pero que también se les empiece a reconocer lo que hicieron en su vida académica. Creería también que nos toca revisar lo de formación para el trabajo.En el tema de digitalización, la mayoría de los sectores aceleraron los temas de digitalización y no necesariamente la formación está enfocada en ese tema de digitalización.Hay una gran brecha entre lo que se necesita y lo que se está formando”.¿Cuál es su posición sobre el incremento del salario mínimo?“Yo no me atrevería a dar una cifra, esto debe ser un consenso del Consejo Gremial. Pero tengamos mucho cuidado en sobrecargar el tema de las nóminas, en ir muy duro a los costos laborales porque podría generar el efecto contrario. Lo que necesitamos es proteger el empleo, necesitamos garantizar generación empleo.No tomar decisiones que carguen tanto a las empresas que estemos cerrando la puerta a ese norte que debemos tener en Colombia que es la generación empleo”.Más sobre El Proyecto es Colombia:
Usted es un optimista, doctor Celia, con las cifras de desempleo de las que hemos estamos yendo y viniendo. ¿Sigue siendo igual de optimista hoy?“Optimista preocupado digamos, que es un optimista informado y con dolor de cifras. No dejo de preocuparme, pero creo que esta crisis tiene que ser una oportunidad para resolver una cantidad de situaciones que no habíamos resuelto.¿Aprovechar la crisis en qué sentido y cómo? Fíjese que el coronavirus nos deja una sociedad un poquito más fracturada, los trabajadores echándole la culpa a los empresarios, los empresarios pidiendo sacrificios mutuos todo el tiempo. Muy pocos diciendo o estando dispuestos a dar el primer paso.Yo creo que aquí se aplica la pirinola, todos ponen. Si todos no ponemos, no hay manera de salir adelante.La pobreza no era el 27%, es el 35% y va a llegar al 40%, 45%. Eso es un tema crítico, porque, además, se ha demostrado que la principal herramienta para luchar contra la pobreza es el crecimiento económico.Hay que buscar la mejor manera de crear empleo decente y formal. ¿Cuál es? Hay una serie de recetas, hay una serie de propuestas, vamos a discutirlas en serio, desprovistos de los tradicionales prejuicios que siempre hemos tenido”.Eso suena perfecto, pero estamos en Colombia y la pospandemia nos coge en campaña electoral. Usted me dice hay que sacar adelante unas reformas estructurales y aprovechar la crisis. ¿Eso quiere decir reforma laboral, reforma tributaria, reformas de qué?“Yo creo que no se puede aplazar ni una reforma tributaria, ni una reforma laboral y reforma pensional porque la plata no nos alcanza. Colombia recauda el 15% de su Producto Interno Bruto. Si tú quieres cumplir la Constitución en cuanto a hacer un Estado social de derecho decoroso, no te alcanza el dinero. Más allá del flagelo del clientelismo y del terrible flagelo de la corrupción, eso hay que hacerlo.Yo creo que uno puede perfectamente manejar una tasa de desempleo de mediano plazo de 7% a 9%, creo que es factible. ¿Cómo se hace eso? Propiciando la inversión, alentando el sector privado, entendiendo que el sector privado es desde el tendero hasta la gran empresa, haciendo reformas laborales interesantes y mirando el tema de la informalidad.La otra cosa que no veo con frecuencia, y eso es parte de un tema que he trabajado, es la disfuncionalidad del Estado; no solemos tener metas precisas de las cuales nos apropiemos todos".¿Qué es un Estado disfuncional?“Nosotros en esto somos bastantes regulares, uno ve lo que pasa en unos territorios colombianos, donde el Estado no ejerce el control.Y en materia de recaudos, recaudamos el 15% de nuestro Producto Interno Bruto y el promedio de América Latina es el 22% por ciento. Entonces no nos alcanza la plata para financiar la primera infancia, para tener vías terciarias, para tener una pensión y jubilación mínima y decente para todos los colombianos. Entonces ahí hay un tema central que posiblemente sea impopular, pero toca hacerlo porque, si no, la situación se ve realmente muy negativa.Propuestas audaces, como una reforma tributaria seria que dure diez o quince años; en Colombia no hemos sido capaces de hacer eso".¿Audacia de los trabajadores como qué?“Audacia de los trabajadores como entender que los aportes a las nóminas hay que financiarlos con impuestos generales, en que tengan una cierta flexibilidad, en que eventualmente hay un seguro de desempleo más adelante, de forma que esa fricción permanente entre sindicatos y empresarios se mitigue un poco.Los nuevos empleos y la recuperación económica deberían estar, por lo menos en la teoría, jalonada por qué sectores, ¿empleos para hacer qué? ¿para trabajar en dónde?“Yo lo que creo es que ahora se tiene que hacer una intervención estatal para crear los empleos. Esos empleos en este momento no existen porque la economía está paralizada, la demanda está paralizada, y todo el mundo está como si le pegaras un bajonazo a todo el mundo al mismo tiempo.Cosa que no habíamos visto, entonces qué tienes que hacer, vamos a reparchar calles, vamos a construir vías terciarias, pero ya. Aquí la noción del momento es importante y a mí me parece que el Estado es lento, siempre en eso, estamos preparando documentos de reactivación muy largos, la acción tiene que ser inmediata.Esto es casi que una guerra, hay que disparar enseguida: vías terciarias, reparcheos de calles, construcción y reparación de viviendas, el déficit de viviendas es del 40%, construcción de colegios.Tenemos un espacio grande ahí entonces, hacer que los municipios lideren esas iniciativas y el Estado financia, subsidia ese empleo. Es lo único que permite que la economía empiece a moverse. Si no, nos vamos a demorar mucho más y el problema aquí es que el tiempo apremia”.Más sobre El Proyecto es Colombia:
Durante 39 años, Gonzalo Pérez ha ocupado una docena de posiciones dentro del Grupo Sura, hasta que asumió su presidencia en abril de 2020 en pleno estallido del COVID-19.“No estaba esperando una pandemia, inclusive desde Suramericana trabajamos en tendencias y riesgos y no alcanzamos a visibilizar una pandemia y el impacto que había. Y lo que implica no solo la pandemia en los efectos en la economía, sino que adicionalmente todo el trabajo de la virtualidad. Esta es una compañía que trabaja por principios y eso genera mucha coherencia, pero también mucho apoyo en el trabajo en la virtualidad. Siempre y cuando cumplamos los principios no necesitamos los manuales”.Con 63 mil colaboradores, el Grupo Sura ha tenido que adaptarse para mantener los empleos y asegurar la solvencia de sus compañías. Al tiempo, generó cambios en la gestión del talento.“Nosotros estábamos mencionando que necesitamos talento humano capaz de trabajar en la ambigüedad, en la incertidumbre y con altísima velocidad. Eso estaba en la teoría, y lo que nos pasó fue que de la noche a la mañana se convirtió en una realidad.Y nos los mostró la pandemia de un día para otro, nos tocó reconvertirnos en tres semanas. Ese es un gran aprendizaje”.Así como tiene un número muy importante de colaboradores, también tiene casi 53 millones de clientes. ¿Cree que la relación con ellos ha mejorado, ha cambiado y cómo la ética juega un papel fundamental dentro de esa relación?“Cuando llegamos en un momento como este de pandemia tan especial, donde todos estamos con altísima carga de incertidumbre, pues tenemos que ser mucho más empáticos con los clientes, tenemos que ser mucho más afines y entregar mucho más valor de lo que se estaba esperando.Habíamos desarrollado, desde el año anterior, el tema de empresa Sura como el apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, pero más a la micro y pequeña en entregarles conocimiento para ser competitivos y sostenibles.Hoy tenemos más de 100 mil empresas que acudieron a nosotros en este momento, en el que les entregamos los conocimientos propios que tiene una organización como esta: temas de estrategia, temas financieros, temas de talento humano, en fin…”.Como líder empresarial, ¿qué se le ocurre para salir de esta pandemia lo menos golpeados posible?“Dos conceptos: hemos hablado mucho de encargarnos. Es cómo cada uno de nosotros, como persona y como compañía, podemos hacer para que la sociedad, la economía y las personas salgan adelante.Primero, decir qué hacemos nosotros: conservemos el empleo, apoyemos a nuestros proveedores, a nuestros distribuidores, es cómo me encargo yo.El segundo concepto es pensar juntos, independientemente de las diferencias ideológicas, conceptuales. Eso, en un momento como este, nos ha de llevar a que nos sentemos todos los entes que constituyen una sociedad a pensar juntos y tener un objetivo común, y que ese objetivo común lo compartamos y lo trabajemos a pesar de todas las diferencias que podamos tener desde las idolologías hasta las creencias”.La pandemia ha traído cambios en el concepto de salud para la sociedad y las empresas. Hoy, su significado está íntimamente atado al desarrollo industrial y al buen desempeño de los negocios.“Un gran aprendizaje de la pandemia. Nosotros veíamos la salud como enfermedad, o como carencia de enfermedad. Antes hablábamos de salud mental, física y financiera.Vienen íntimamente ligadas, la salud financiera va con la salud física y la salud mental. Y así sucesivamente. Pero aprendimos algo más: que ojalá sea aprendizaje puro. Uno, la salud como concepto de competitividad. Y segundo, el valor del colectivo. Nunca teníamos el valor del colectivo en la cabeza. Cuando llega una pandemia sabemos que no es el problema de mi salud, ni de mi familia, sino es el problema de la salud de una sociedad completa. Es un aprendizaje muy importante”.Al final, como señala Pérez, la pandemia puede ayudar a cambiar y fortalecer la sociedad.“El trabajo en la ambigüedad, la incertidumbre y la volatilidad se convirtió en una realidad y eso nos va a dar mucha potencia en el talento humano para el desarrollo de la economía.Segundo, también creo que viene un concepto de ir más allá de la acumulación de capital, también a empezar estas consideraciones humanas, esas capacidades amplias de participación ciudadana que son muy importantes, de desarrollo colectivo de la sociedad, que es muy importante. Creo que se están sumando dos conceptos que hay que mirarlos con mucho optimismo y que van a transformar esa sociedad”.¿Y cómo convertir lo que está sucediendo en una oportunidad?“Hoy en día estamos muy atrapados en el presente. Hay que salir de la coyuntura y decir qué aprendimos en esa coyuntura y que no se nos vaya olvidar cuando llegue a la normalidad. Porque cuando llegue a la normalidad se nos empieza a olvidar un poco lo que vivimos y entonces lo primero es ese conocimiento de la historia, de esta historia que estamos viviendo, es decir que las personas fueron capaces de tomar decisiones en ambigüedad. Fueron capaces de tomar decisiones en incertidumbre, fuimos capaces de integrarnos como sociedad de alguna manera”.Y aunque el futuro es incierto, Gonzalo Pérez es optimista y asegura que las posibilidades son múltiples.“Creo que hay que ser irremediablemente optimistas. Hay que ver el futuro como una posibilidad siempre. Hay una frase que se repite mucho: si crees que puedes, o no puedes, siempre tienes la razón. Tenemos que creer que podemos”.
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Cómo ha visto el comportamiento de la ciencia durante la pandemia?“En este momento en que ha habido tantos problemas con los líderes políticos y otros temas, la voz que tiene credibilidad en este momento es la voz de la ciencia y de los científicos. Es muy interesante ver que en los Estados Unidos alguien como Anthony Fauci, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas, se ha convertido en la voz en la que la gente confía y vemos cómo realmente la ciencia nos puede mostrar el camino y darnos la solución para poder salir de este problema”.Cuando usted para un momento, se pone a pensar desde su estudio, con su experiencia como científico, como biólogo, como experto, ¿qué enseñanza nos deja desde la ciencia esta pandemia, esto que ha pasado en el mundo?“Yo creo que nos deja varias enseñanzas. Primero, que tenemos que seguir estudiando y conociendo más el medio ambiente, el entorno donde vivimos; yo creo que una lección que nos deja esto es que nos recuerda que somos parte de la naturaleza y que tenemos realmente que entender esa relación. Tenemos, por ejemplo, que entender mucho más la distribución y presencia de estos virus allá en el medio ambiente y cómo es esa relación que nosotros tenemos con ese entorno ambiental. Y yo creo que otra lección que nos queda muy clara es la importancia de la cooperación técnica, científica y política a nivel internacional, porque estos son problemas de escala global que requieren soluciones a escala global”.¿En qué nos tenemos que comprometer como seres humanos para enfrentar una pandemia y para lo que usted dice, enfrentar lo que posiblemente viene después?“En el fondo esto es un momento para el que nos tenemos que despertar y redefinir el momento en el que estamos viviendo tres grandes crisis al mismo tiempo: por un lado, estamos perdiendo la biodiversidad, que es uno de los grandes patrimonios que tiene Colombia, vemos los impactos del cambio climático y vemos los impactos de esta pandemia, y los tres están ligados y requieren una solución conjunta y coordinada”.¿Cuál puede ser la respuesta desde usted? ¿Sí nos ha cambiado, sí hemos entendido el mensaje o la humanidad no lo está entendiendo bien?“Yo creo que nos estamos despertando al tema, yo creo que es un momento en el que sí debemos cambiar y ojalá no volvamos a la realidad que teníamos antes, sino que busquemos un modelo diferente hacia al futuro, comenzando con cada uno de nosotros, con nuestros gobiernos y como sociedad en este planeta”.Desde su visión como científico, cómo ve el medio ambiente hoy, precisamente por lo que está diciendo. ¿Sí ha cambiado en algo, sí se ve más verde, más azul la situación en el planeta?“Ha sido muy interesante ver lo que pasó con esta pandemia en los últimos meses. Por ejemplo, las emisiones del CO2 y el calentamiento global se desaceleró, entonces súbitamente vemos los mapas de metano y otros a nivel mundial y vemos que las concentraciones de CO2 en la atmósfera bajaron temporalmente, pero fue un cambio importante. Y la otra cosa muy interesante que hemos visto es cómo en muchos de estos entornos naturales a medida que nosotros nos retractamos, la vida silvestre y muchas otras especies volvieron a retomarlo. Entonces es un momento para mirar ese entorno, conocerlo, respetarlo y redefinir esa relación con la naturaleza”.¿Cómo se ha comportado la parte de líderes del mundo frente a la pandemia?“Yo creo que las respuestas han sido muy diferentes. Vemos líderes que realmente han tratado de mirar este tema, de comprometerlo, de solucionarlo y han escuchado la ciencia y han realmente tratado de atacar el problema y vemos otros que lo han ignorado, y yo creo que distintas naciones están pagando esos precios y esas consecuencias. Pero lamentablemente este es un caso en el cual el mundo debería tener una respuesta coordinada, conjunta, donde todos estemos trabajando juntos en la misma dirección para solucionar esto, y lamentablemente las tensiones políticas y por los problemas que ha habido entre países como Estados Unidos, China, Europa y otras naciones no hemos visto esa cooperación. Es un problema global que necesita soluciones globales”.Yo creo que esta pregunta se la hacen a usted en su casa, sus amigos, sus alumnos permanentemente ¿va a haber una salida pronta científica a esta situación?“Yo creo que sí, pero la vacuna tampoco es la panacea, porque obviamente va a haber mucha gente que por distintos motivos no la va a tomar. Tenemos que distribuirla. Entonces yo creo que es algo que va a tomar varios meses o incluso años para poder salir al otro lado”.¿Cómo será el mundo cuando pase la pandemia?“Pues espero que sea un mundo diferente y que sea un mundo que realmente nos lleve a despertar y a cambiar el modelo de desarrollo que tenemos diferentes, que sea un modelo más sostenible, con elementos económicos, sociales y ambientales, que eso es lo que necesitamos y eso es lo que necesita un país como Colombia para el futuro en las generaciones de ahora y en las generaciones del futuro”.¿Cómo ve usted con los ojos de científico a Colombia en esta pandemia? ¿Cómo está la ciencia y los adelantos científicos en esta materia en nuestro país?“Colombia es un país que ha tenido una capacidad científica importante, tenemos muy buenas universidades, muy buenos investigadores, pero no hemos invertido suficiente en este tema. Realmente la inversión en ciencia y tecnología de Colombia ha sido muy corta, muy baja Yo creo que la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología fue un paso importante en este sentido, pero esto realmente como sociedad en el sector privado, en el sector público, tenemos que invertir mucho más en estos temas de ciencia y obviamente en materia ambiental, que es el tema que yo trabajo, siempre he dicho que Colombia, una de las grandes riquezas que tiene Colombia es ese patrimonio natural, esa biodiversidad, y tenemos que conocerla, conservarla y utilizarla y por eso otra de las grandes recomendaciones nuestras en la misión de ciencias es el tema de la bioeconomía, que podamos usar esa riqueza para contribuir al desarrollo y podamos construir un mejor futuro para todos nosotros y para nuestros hijos”.
Si a usted, Ángela Posada Swafford, le dijeran 'defíname en una frase lo que le ha pasado al planeta y lo que viene', ¿cómo lo definiría?“Yo diría que es un sacudón, un despertar. Nos han agarrado por la solapa, nos han sacudido y nos han dado un par de bofetadas y nos han dicho ‘bueno, tontito, si no se ha despertado antes, ahora despiértese’”.Y al sacudirnos ¿eso qué implica?“La ciencia maneja los hilos de nuestro presente y nuestro futuro. Los legisladores también han recibido un sacudón, espero que lo hayan entendido, porque los legisladores tienen que realmente hacer todo lo posible para que la ciencia sea parte de la agenda nacional de forma contundente. Ha sido un sacudón para los mismos investigadores de decir ‘bueno, cuál es la ciencia que yo necesito entregarle al país para prepararlo y al mundo para lo que viene’. Y lo que viene es simple y sencillamente la historia más grande de la historia de la civilización humana, que es el cambio climático. El coronavirus es como un bolero en la falda gigantesca del cambio climático. Esa preparación va a exigir todo lo que tenemos dentro de todo lo que podamos dar en materia de investigación científica y de apoyo en general de la sociedad.¿Qué tanto incide el cambio climático en lo que le ha pasado al planeta y a la humanidad con el tema del COVID-19?“Diría que incide mucho porque el cambio climático causa movimientos, cambios en las poblaciones de las criaturas salvajes. El ser humano se acerca cada vez más a estas criaturas, metemos las manos allá dentro de donde no debemos, en cierta manera impulsados por nuestro afán de conquistar y de llegar y de tener materia prima y de hacer plata, pero también el cambio climático tiene mucho que ver. Es como un gran campanazo ambiental, no solo el cambio climático, sino la deforestación, entonces tú deforestas empiezas a erosionar y entonces la respiración del bosque cambia, entonces lo que el bosque le devuelve a la atmósfera cambia en concentración, en cantidad, en calidad y ahí comienza a darse una serie de anillos concéntricos y de círculos que todavía no entendemos muy bien, que es el clima, pero todo está absolutamente conectado y el coronavirus es parte de esos anillos”.¿Usted cree que realmente este tema de la ciencia, el tema medioambiental, el tema de la conciencia porque hay que cuidar lo que tenemos, la Tierra, el planeta que nos queda, va a ser parte de la agenda política? ¿Usted lo ve posible?“Lo veo viable en el sentido de que necesitamos mayor comunicación entre el legislador y el investigador. Esos dos mundos tienen que conectarse más, tienen que hablarse más, tienen que aconsejar y ser aconsejados y dejarse oír y esto, de cierta manera, también es parte de lo que uno como ciudadano puede hacer. Un ciudadano bien informado, insisto, mi lema es ‘el conocimiento es poder’”.¿Qué tanto tenemos que avanzar en Colombia para darle el lugar que merece a la ciencia, a la investigación científica como tal?“Necesitamos infraestructura de gran forma, de gran nivel, e infraestructura educativa, pero también necesitamos un montón de infraestructura en tecnologías, como, por ejemplo, satélites. Yo insisto en eso, porque es que, si no observamos nuestro territorio, no vamos a poder nosotros mismos ayudarnos. Eso es un pequeño ejemplo. Entonces necesitamos como país, como gobierno, que haya una inversión bastante más del 0,2 %... ¡Por Dios! Hay países mucho más pequeños que Colombia en nuestro propio continente que están destinando más que eso. Entonces ahí las prioridades están donde no tocan”.También ahí hay un tema clave y es ¿cómo la ciencia se ha visto sometida a una prueba de fuego, porque ha sido puesta en la picota pública por políticos. Estamos hablando de señores como Donald Trump, Jair Bolsonaro y muchos en redes sociales que difunden noticias falsas sobre temas científicos tan delicados hablando de la cura milagrosa para este coronavirus, hablando de la vacuna con una irresponsabilidad.En ese sentido, es fundamental, no solo en Colombia, sino en el mundo, que se le dé el papel que merece la ciencia y quienes la estudian, que son los más importantes.“Estoy de acuerdo y me preocupa muchísimo también ese punto porque a muchas figuras políticas muchas personas las siguen, pero entonces la responsabilidad de ellos es gigantesca y estamos simplemente sujetos a seguir sus agendas, pero por eso vuelvo y digo ‘conocimiento es poder’. Si uno sabe realmente cómo funciona la ciencia, uno no se deja meter los dedos en la boca, porque hay figuras y celebridades que son muy populares y entonces es muy fácil seguirlas, pero por lo menos si uno está informado uno dice: ‘voy a volver a leer esto porque no me convence’. Entonces yo creo que la clave está en el conocimiento”.¿Hacia dónde va la ciencia?“La ciencia sigue queriendo contestar preguntas fundamentales. Yo sé que hay mucho que nos falta por aprender, es más, vendrán nuevos virus que están ahí agazapados, escondidos, entre cuerpos de animales. ¿Quién nos mandan meter las manos allí? Pero también necesitamos esos animales maravillosos como los murciélagos para entender los virus, ellos tienen la clave de todo o de tanto. Entonces la ciencia, además, nos va a abrir mundos distintos, la ciencia espacial nos está abriendo el acceso a otros planetas y del mismo modo la ciencia de lo más chiquito nos está abriendo el mundo a nuevas dimensiones, nos está abriendo el mundo a la computación cuántica, eso va a cambiar nuestras vidas… les va a dar otro gran sacudón, espero que para bien. Entonces la ciencia seguirá y seguirá porque hay mucha cosa. El punto es que hay mucho que nos queda por aprender, por conocer. El mar es desconocido, de los 100 metros para abajo el mar no lo conocemos. Lo mismo pasa con lo más pequeño, no solo en Física, sino en Biología. Entonces el mundo está ahí esperando gente como ellos para que les dé soluciones y nos dé esperanza a todos nosotros.
Vamos a empezar hablando de esto de la educación virtual, todavía con muchísimas falencias en medio de un proceso desafiante para todos, para los profesores, para los alumnos, para los padres. ¿Qué nos podría decir usted de este proceso?“Creo que ha sido un proceso muy complicado, porque que de un día a otro pongamos a los profesores y a los muchachos, o los expongamos totalmente a la virtualidad, pues obviamente que fue un choque importante. Pero de virtualidad estamos hablando hace más de 25 años, estábamos tratando de conectar los colegios de Bogotá, o pues un proyecto que me llegó a mí en el 98 ocho cuando era secretaria de Educación, de manera que por ahí estaba, habíamos discutido mucho, pero todos aplazábamos el uso de la virtualidad como un potenciador enorme de la educación. Y si bien esta pandemia nos generó mucho problema, nos generó una oportunidad maravillosa de efectivamente llegar a la virtualidad, de descubrir que no es una cosa tan difícil, que la tecnología realmente ha avanzado mucho y que realmente podríamos utilizar ese instrumento en bien de la calidad educativa. Y creo que muchos maestros lo están haciendo”.Son procesos esperanzadores en términos de esa mejoría en la educación, pero también con muchísimos obstáculos teniendo en cuenta el tema de la conectividad en Colombia, incluso en las áreas urbanas, porque también hay muchísimas personas que tienen problemas para conectarse por diferentes factores, económicos o sociales, ¿eso también hace parte del cambio que tiene que ir de la mano con la educación virtual?Obviamente, pero es que evidenciamos este problema que no es solo para la educación, es en general para el país, para la productividad, para la capacidad efectivamente de este país de insertarse en el mundo. De manera que yo creo que lo que nos enseñó la pandemia es que ya la conectividad es un servicio básico, indispensable. Obviamente, nosotros, por ejemplo, tanto cuando yo estuve en la Secretaría como cuando estuve en el Ministerio, lo que tratábamos era de conectar las escuelas. En este momento se trata de conectar a los estudiantes, conectar a las familias y es un reto para el país, pero realmente si logramos orientar inversiones, si logramos mejorar la conectividad, yo creo que va a ser un salto cualitativo no solo para la educación, sino en general para la productividad del país”.¿Podríamos mantener lo que hoy estamos llamando esa alternancia? Es decir, que ya sea un tema permanente el tema de los colegios en una educación virtual, que sea una opción fija también para las universidades y para los diferentes ámbitos de la educación.De acuerdo con el modelo educativo de cada institución pueden definir modelos en donde la gente vaya unos días. Yo creo que generar más autonomía en los estudiantes es muy importante. Pero también creo que una cosa que nos enseñó la pandemia es la importancia de la socialización de la educación presencial, la importancia de esos procesos que se van dando de apoyo mutuo, de trabajo colaborativo, que se facilitan y que se dan naturalmente cuando tenemos la educación presencial. De manera que yo creo que sí hay que usar la virtualidad, inclusive para la educación para toda la vida para los mayores va a ser importantísimo para la gente que trabaja; en fin, yo creo que ahí se van a mover muchos programas totalmente virtuales. En la educación básica lo que vamos es a utilizar la virtualidad para mejorar calidad, para conectar estos niños con el mundo, para darles mayor autonomía, pero yo sí creo que la presencialidad va a seguir siendo muy importante.(Escuche el análisis de Juan Luis Mejía)Sabiendo lo que ya tenemos en este momento en materia educativa ¿usted cuál cree que es ese futuro que nos está esperando? ¿Cuáles son esos desafíos que se nos viene por delante?Hay unos de corto plazo, es decir, si vamos a tener alternancia todo el año entrante, pues es urgente que aceleremos estos cambios de los modelos pedagógicos, porque obviamente tuvimos que hacer cambios en las herramientas, pero no necesariamente en los modelos pedagógicos, de manera que toda la reflexión que hemos tenido este año se tiene que volcar en que efectivamente esta no presencialidad o esta alternancia realmente se haga con calidad. Ese es como el reto que tenemos ahora en este momento. Pero con esta cotidianidad, o esta relación cotidiana con la tecnología, pues la mayoría de los maestros están familiarizándose y van a tener cantidades de cosas que utilizar para mejorar la educación y ese es el reto que tenemos. Y adicionalmente, creo que para llegar con calidad educativa a zonas muy alejadas, para llegar con muchos recursos, la conectividad y las herramientas virtuales pueden ser una herramienta de equidad importantísima, porque conectar a estos niños del campo, conectar a estos niños de regiones aisladas con este mundo que nos da la red, yo creo que va a ser o tiene la posibilidad de ser un salto muy importante en la equidad, en la calidad educativa.En términos de mejoría también se está hablando mucho de que la pandemia desnudó o hizo más profunda esa brecha educativa que había en nuestro país, ¿Lo considera así?Hay unos casos. Creo que hay algunos colegios con más capacidad y que tenían más experiencia en esto y que probablemente tenían más recursos, para ellos fue muy fácil, pero yo he visto unas experiencias maravillosas de maestros en colegios públicos desarrollando cosas novedosas que van a mejorar mucho la educación de sus colegios, de manera que yo creo que sí se hace evidente una desigualdad, pero creo que también da posibilidades de enfrentarla y de hecho muchos maestros lo están haciendo.
Juan Luis Mejía: “Hay un gran problema, sobre todo en las instituciones públicas. Yo creo que tenemos un atraso inmenso, sobre todo en infraestructura, porque las nuevas pedagogías exigen nuevos escenarios. Y, sobre todo en lo rural, yo quedé alarmado la última vez que escuché el déficit que hay en las escuelas rurales. Pero no son solamente problemas de aula, sino problemas de agua potable.La brecha digital en el campo en esta pandemia se ha acentuado, porque incluso aquellas escuelas rurales que tienen conectividad, pero los hogares no tienen.Las estadísticas revelan de cada 100 menores que ingresan a primeria en la ruralidad solo cinco culminan la educación básica, ¿qué podemos hacer para garantizar la movilidad social de esos niños y el acceso a oportunidades de educación superior?Juan Luis Mejía: Tratar de llevar las universidades al campo. Creo, y en eso coincido con el doctor Gilberto Echeverry, que decía que las grandes universidades oficiales han sido una bendición para este país, pero también han sido un atractivo para que lo mejor de las capacidades humanas de las regiones se queden en las ciudades. Por tanto, creo que hay que hacer un esfuerzo inmenso porque el joven rural, o no tiene las opciones para venir a la ciudad o tiene que entrar a trabajar muy rápido, un poco presionado por su familia para generar ingresos.La pandemia nos ha enfrentado al mundo de la virtual y a la educación desde el computador. ¿Qué repercusiones tendrá en nuestros jóvenes estas complicaciones de la virtualidad en el futuro?Juan Luis Mejía: La educación no es solamente ir al aula, por eso en la universidad tenemos un lema que dice ‘educamos en el aula, formamos en el campus’, porque esas otras competencias, la competencia democrática, la competencia de la socialización, la conversación creativa, entre generaciones y distintos grupos sociales, etcétera, eso se da es en el campus. Un campus universitario es un campo donde se cultiva la inteligencia, de manera que nos estamos enfocando muchos hacia una capacitación muy rápida, pero la capacitación no es una educación integral. La educación integral implica el trabajo colectivo, la creación colectiva de conocimiento. El inventor despelucado en un laboratorio desordenado es de caricaturas. El conocimiento, y lo estamos viendo con las vacunas del COVID, son construcciones colectivas.Uno de los programas bandera para garantizar la educación de casi ocho millones de niños es el PAE, ¿qué se le pasa por la cabeza cuando se entera de corrupción en este?Juan Luis Mejía: Rabia es lo que nos da. Uno pone, por ejemplo, ciertos departamentos con los escándalos del PAE y compara las cifras de desnutrición y muerte infantil y dice “no hay derecho”. No es solamente la desnutrición parte ya de que hay jóvenes o niños que en el partidor de la vida ya parten en desventaja, porque la desnutrición impide, sobre todo los primeros tres años, el desarrollo adecuado del cerebro, el desarrollo cognitivo. Entonces esa plata que se robaron y que se roban en el PAE es plata que está poniendo a esos niños en desventaja. No hay derecho. La plata que se pierde en educación y en salud eso es imperdonable.Hablemos de los salarios de nuestros maestros y de sus condiciones laborales. ¿Considera usted que estamos muy por debajo de los países desarrollados en materia de sueldos de los profesores?Juan Luis Mejía: Yo creo que parte del problema es que la sociedad no valora lo suficiente el papel del maestro. No basta solamente los buenos salarios, sino un reconocimiento social. Lo primero que a uno le muestran del modelo finlandés o neozelandés, por ejemplo, es ante todo el reconocimiento del papel del maestro.Las normales educaban o formaban a estos maestros como unos verdaderos líderes sociales, sobre todo el maestro rural, que tiene un papel fundamental en la cohesión social en la construcción de sociedad, en la construcción de democracia. De manera que no es solamente el salario, sino el reconocimiento social. Nos falta mucho en Colombia de dignificar la labor del maestro.
¿Cuándo dicen que el Amazonas es el pulmón del mundo es esto cierto?“Medir la importancia del Amazonas a escala global es fácil y es difícil, pero estamos hablando de la mayor mancha de bosque del mundo, unos cuantos millones de kilómetros cuadrados. Y cuando se le llama ‘el pulmón del mundo’ es una manera que comunica fácilmente y digamos que en términos comunicativos o de periodismo atrae, porque todo el mundo es consciente de su cuerpo y de la importancia de los pulmones.Pero cuando se hace un análisis más detallado de si es pulmón o no, a mí me gusta que se hagan esas analogías porque, como bien se hablaba con Uldarico Matapí, mucha de la mitología indígena humaniza y la teoría de Gaia también es resultado de esa humanización del planeta.La parte del pulmón no es tanto que regule la parte del oxígeno y del aire en el mundo, pero claro que tiene amplias repercusiones. Pero el riñón regula más el agua, pero el riñón no es tan carismático como el pulmón entonces la importancia del Amazonas es en su conjunto.Estas metáforas son importantes porque lo vuelven a uno muy consciente de su importancia, entonces vivir sin los pulmones no es fácil; pero vivir sin un cuerpo sano igual no es lo más deseable.El Amazonas juega un papel muy importante en la salud de todo el planeta”.¿Qué tan amenazada está la Amazonía hoy?“El Amazonas hoy esta amenazadísima porque empezamos un proceso que los científicos y los ecólogos, y los que han estudiado paleoecología, lo llaman el ‘tipping point’. Es el punto de no retorno.Porque a lo largo de las eras geológica, geomorfológica y la historia misma, en la paleoecología del Amazonas se han presentado diferentes periodos. Cuando se presentan periodos secos continuos y extendidos la Amazonía, el bosque se convierte en sabana y con todos estos embates que tenemos hacia la cobertura vegetal nos estamos acercando mucho a ese punto de sabanización. Sobre esto es que llaman la atención los climatólogos.Los modelos climáticos que están haciendo permanentemente están haciendo un llamado al cuidado, porque estamos llegando a ese punto de no retorno.¿En este momento porque está complicado? Por qué la deforestación está alcanzando unas magnitudes impresionantes.Aquí le ponemos más cuidado a las noticias de California que a las del Amazonas, que están aquí al ladito.Entre Brasil, Bolivia, Perú y Colombia, ¿cuántas hectáreas se deforestaron el año pasado y cuántas van este año? Son millones, entre 5 y 6 millones de hectáreas lo que se ha deforestado en conjunto en estos países en el último año y año y medio. Eso es un embate impresionante.Porque, además, eso es lo que estamos haciendo con nuestra selva amazónica, la estamos tumbando para convertirla en praderas para ganadería. Ese es el principal factor de deforestación. Claro que acompañado de toda otra cantidad de causas y de motores que están actuando en conjunto”.¿Cuáles son los principales motores de deforestación en la Amazonía y son los mismos en todos los países que comparten la selva?“A escala continental, lo que se llaman los motores de la deforestación, están muy bien diagnosticados y esto de la parte agroindustrial está muy bien definido.Uno de esos es la soya, y en Bolivia y Brasil la soya es un elemento muy fuerte; en otras partes es la palma africana, en otras partes inclusive están haciendo cultivos de árboles que es una paradoja.La complejidad en Colombia es mayor por una simple razón: la ilegalidad. Entonces estamos dentro de unos procesos de ilegalidad muy grandes y toda esta ilegalidad se asocia más que todo a la concentración y a la acumulación de tierras, eso también es un diagnóstico que se ha hecho y que lo han hecho muchísimos teóricos, muchísimas instituciones.Se tiene claramente definido también dentro de la nación y dentro de las instituciones que eso es un proceso que ha jugado mucho para la deforestación, la acumulación.¿Quién está acumulando?Entonces ahí es donde no se tiene claridad sobre quiénes están acumulando. Son fuerzas oscuras, son los invencibles, son los innombrables. Eso es parte grave el problema.Pero si hay un buen diagnóstico también tiene que haber una muy buena solución, entonces si ese es el principal problema nosotros lo podemos solucionar. ¿Dónde está una política clara sobre tenencia y asignación de tierras?¿Cómo nos afecta la consecuente pérdida de hectáreas en el Amazonas?“Ahí viene la importancia de los árboles y hay unas teorías muy lindas que se están desarrollando. En esto los climatólogos han hecho un trabajo fabuloso y lo están llamando ‘los ríos voladores’.Los ríos voladores, como el riñón del planeta, están haciendo referencia a esa masa de nubes que viene del océano, pasa por la selva, se alimenta por evaporespiración de la selva y produce estas enormes masas de nubes que vienen a descargar inclusive hacia Los Andes y que se van yendo hacia el sur. Eso es lo que está regulando las lluvias a escala casi que continental, eso es un proceso que depende el bosque.¿Cuánta agua evapora un árbol en un día? Pues una tonelada de agua; una tonelada de agua es un metro cúbico, un árbol grande en el Amazonas evapora un poquito más. Hay unos que evaporan mucho más, pero entre 1.000 y 1.100 milímetros de agua al día es impresionante.¿Cuánto se sale de la Tierra? Ahí están las miles de toneladas de agua que están regulando el clima continental, entonces se necesita el bosque porque funciona como esa gran bomba.Cada árbol es una bomba biológica pero el conjunto de árboles es una gran bomba”.
¿Cómo se relacionan pandemia y medio ambiente? ¿Una es producto de lo otro o no necesariamente están relacionados?“Es cierto que están relacionados. Si vemos la fuente de la pandemia actual, y la mayoría de las pandemias, es justamente el impacto humano sobre la naturaleza.A través de la deforestación y el comercio ilegal de vida silvestre, aumentamos la probabilidad de que la vida silvestre, y por lo tanto sus virus y enfermedades, puedan transferirse a las personas o a los animales domésticos.Entonces, digamos, hay una relación muy estrecha entre la naturaleza, y nuestra relación con ella, y la problemática de las pandemias.Todo esto tan lamentable que hemos visto con las ciudades y con las actividades humanas pues ha traído también unos cuadros hermosos: ver volver a los animales a su hábitat”.¿Pero esto se va a traducir en una mejora permanente del sistema o es una cosa coyuntural por qué la humanidad simplemente se recluyó?“Yo creo que en ese sentido hay dos realidades, es cierto que en ciertas zonas urbanas y periurbanas ya que hay menos actividad humana, tal vez menos contaminación aérea, puede ser que algunos animales han podido regresar.Pero creo que, si nos alejamos de la ciudad, la situación es muy distinta. Hemos visto que tanto en América Latina como en África y en Asia hay un aumento en la deforestación.Por ejemplo: si comparamos con los últimos tres años, las alertas de pérdida de bosque, que se calculan a través de datos satelitales, han aumentado este año un 77% y eso se debe a que los Gobiernos obviamente tienen muchas preocupaciones, tal vez no tienen tanta presencia en los territorios durante la pandemia.En todo caso, 2020 será un experimento completo. Ya se sabe cómo se han comportado, por ejemplo, las emisiones. ¿Es cierto que este año se redujo un poquito la velocidad de calentamiento de la Tierra?“Sabemos que había una reducción temporal en las emisiones pero, claro, a un costo tremendo. Yo creo que las pandemias no son una solución a la problemática del cambio climático, lo que nos ha mostrado es que como humanos somos capaces de cambiar nuestros comportamientos y deberíamos hacerlo de una manera ordenada que minimice los costos humanos que tengan estos cambios. Claro, dejar de consumir… pero no forzados por un virus.Hablemos de Brasil porque estamos viendo los incendios en el pantanal de Mato Grosso, vemos una situación muy grave como todos los años de incendios forestales también en California o sea, en general, los problemas del planeta siguen siendo los mismosYo creo que la situación se está poniendo aún más grave y creo que por lo tanto es muy importante que la respuesta de los gobiernos, de las empresas, de las organizaciones no sea volver a la normalidad. No sería regresar a la situación antes de la pandemia, sino ver cómo podemos utilizar los recursos que los gobiernos están dedicando a recuperarse del COVID para cambiar las cosas y hacerlos de una mejor manera que permita esa reactivación económica, pero al mismo tiempo proteja a la naturaleza".Al comienzo lo dijimos "esto va a cambiar el planeta, no vamos a ser los mismos". A estas alturas uno piensa que se acaba la cuarentena y todo el mundo sale desaforado a comprar, a consumir, a hacer fiestas. ¿Somos los mismos básicamente o está creciendo la conciencia sobre lo que nos sucede?“Yo creo que sí ha aumentado la conciencia, tanto en la población en general como en los tomadores de decisiones”.
Wade, usted es más colombiano que cualquiera de nosotros. ¿Qué cree usted que le deja esta pandemia a Colombia en materia ambiental?“Bueno, yo creo que sí ha habido un mensaje. Durante todo este tiempo tan malo ha habido como una semilla de esperanza, imagínese por fin el río Medellín parece como un río de las truchas, un río totalmente limpio.En las calles de Barcelona había animales del monte, en las ciénagas alrededor de las ciudades de la India, como Bombai y Delhi, ha habido aves y por fin la gente en la ciudad puede ver la sierra de las montañas por primera vez en dos generaciones.Como la riqueza de la naturaleza es tan profunda, yo creo que es una manera de esperanza del país, de Colombia”.Usted dice que la naturaleza es un patrimonio muy profundo de no sólo de Colombia, sino de todas las naciones de la Tierra. ¿Cómo hacemos para proteger a la naturaleza en medio de este afán por reactivar las economías? Aquí en Colombia estamos ese dilema y en esa preocupación, como en buena parte del mundo. Por mencionar solo un ejemplo, la gran alerta que despierta lo que está pasando en China.“Yo creo que esto es más que un mensaje. Ese tiempo tan duro, es que uno no puede separar la salud de un país de un nivel de economía, de la salud de un país de un nivel biológico. No, los dos son totalmente como la misma cosa.Pero una de las cosas que me encantan más que todo es que la gente indígena todavía está aquí para enseñarnos. Por ejemplo, los mamos de los arhuacos, de los kogui, dicen que la sangre que tenemos en el cuerpo es exactamente la misma que el agua que tiene el río. Esa no es una idea de la poesía es una observación científica”.Ahí hay una reflexión profunda y es lo que usted dice, ese respeto reverencial que por encima de cualquier cosa debemos tener por nuestros recursos naturales. Yo pienso que esta época de pandemia también nos puso a pensar que es lo único al final del camino, queda como nuestro gran capital hacia el futuro, es como el nuevo oro.“Porque Colombia tiene tanto, de vez en cuando quizás es difícil para el pueblo colombiano entender la riqueza que tiene. Hay una cosa muy interesante en Colombia, después de tantos años de conflicto estamos en un momento en que durante cincuenta años no hubo desarrollo en el Amazonas colombiano.Y ahora Colombia está en un momento en que el país puede seguir con el conocimiento de las ciencias sobre la importancia de biodiversidad.Por ejemplo, para los dos lados de la cultura política en Colombia, la izquierda y la derecha, la cosa que los puede unificar es el futuro de la tierra colombiana”.¿Cómo hacemos para que las nuevas generaciones lo entiendan los niños, los jóvenes, quienes hoy también saben de la importancia del medio ambiente, pero a lo mejor no saben de ésta enorme riqueza que tenemos en Colombia?Bueno, yo tengo que contar una historia que me encanta. Yo estuve alrededor de Sabana de Torres con un pescador, un campesino, un hombre muy humilde, Morita. Su nombre fue Morita de los manatíes, porque él fue como un avatar de los manatíes.Ellos encontraron como setenta y cinco especies de mariposas y para mí, me gustó porque en todo Canadá tenemos quizás doscientos. Ciento cincuenta, entonces, alrededor de una ciénaga pequeña en Colombia.Yo dije eso a Morita: ‘hombre, carajo, Mora, es increíble tantas especies de mariposas. Y él me dijo, fue el momento puro colombiano, ‘sí hermano, claro que tenemos mucho porque en Colombia una mariposa es solamente una flor que puede volar. Por eso tenemos tantas’. Esa es Colombia.Para enseñar a todos que su país no es un país de la violencia, de la droga, del conflicto, pero es el país que es regalo de Dios y que los ríos como el río Magdalena no es solamente un río de comercio, es esencia del país. El río Magdalena es Colombia y Colombia es un regalo de este río y cada canción en tambora, en porro, en merengue, en salsa, en cumbia. La madre de todo es el río Grande de la Magdalena”.Escucharlo a usted nos llena el corazón de orgullo, es un gusto haberlo tenido acá. Es canadiense, pero repito como arranqué este dialogo: es más colombiano que cualquiera de nosotros porque ha llegado al corazón y a la esencia de nuestra cultura y a lo más importante, Wade, de nuestro medio ambiente, de nuestra hermosa y gigante biodiversidad; que nos hace ser, como usted lo dice, el país más rico del mundo.
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Viendo el cuadro de los colombianos y su salud mental, basado en la encuesta que ustedes realizaron, ¿cuál es el cuadro clínico de la salud mental?“Hay dos momentos muy importantes, uno antes de la pandemia y el que estamos viviendo en el momento. Antes de la pandemia había ya una crisis en salud mental.En el estudio que lideró la universidad hicimos un aparte muy especial dependiendo del ciclo vital y dependiendo de si alguien tenía problemas, no patologías pero dificultades, o tenía trastornos que son digamos ya enfermedades, algo que requiere una intervención más aguda.En materia de trastornos se revisaron algunas enfermedades típicas que hay en niños y se encontró que de cada 100 niños había 5 que podrían presentar una dificultad.En materia de adolescentes se esbozó las problemáticas típicas del adolescente, encontrándose que de cada 100 adolescentes en 15 de ellos se encontraba una dificultad, no un trastorno.Pero cuando pasamos a hacer los trastornos, encontramos que la depresión, la ansiedad y el abuso de alcohol, entre otros, representa que de cada 100 adolescentes, 7 de ellos podrían presentar un problema o un trastorno que requiriese algún tipo de intervención.En materia de adultos lo típico que se ha encontrado que la depresión es lo más frecuente, encontrándose que un 5 por ciento, 5 de cada 100 personas, puede presentar depresión. En el abuso de alcohol se encontró que, dependiendo del grupo de edad, oscilaba entre 12 a 20 de cada 100 personas.El abuso de alcohol y la depresión se constituyen como los pilares más importantes de los trastornos de los adultos”.En el caso de los niños, ¿qué tanto se han exacerbado esos trastornos esas dificultades después de la pandemia y de la incertidumbre?“La desescolarización ha llevado a un cambio muy grande. Los niños dejaron de ir a su escuela, el sitio que los protegía mucho alrededor de tener relaciones sociales, actividades deportivas, aprendizajes nuevos, estar mucho más activo.Y dependiendo del estrato socioeconómico se ha sufrido diferente. Algunos niños han tenido más posibilidades de tener virtualización, entre tanto que otros tienen mucha menor opción, inclusive tienen que rotar el computador.Todo esto ha llevado a dificultades que se empezaron a manifestar inicialmente por miedo… miedo de todos, no solo de los niños. Los adultos y adolescentes también, mucho temor a enfermar a morir.Se veían muchas escenas complicadas, mucho temor, mucha incertidumbre. Mucho temor de que podía atacarnos. Eso ha representado un cambio”.Reviva la décima entrega de “El proyecto es Colombia”¿Cuándo hay síntomas de alarma y qué señales deben preocuparnos en los niños?“Yo pienso que es muy difícil dar unas pautas totalmente claras. Si un niño tiene muchas dificultades de dormir. Si un niño, o un joven, tiene mucha irritabilidad o si tiene dificultades de atender o si expresa miedos de salir a la calle, de entrar de nuevo a la socialización que se está invitando por parte de algunos colegios, hay algo que está andando mal”.Esas secuelas ya son una realidad. ¿Va a haber efectos de aquí a mediano o largo plazo?Epidemiológicamente se han descrito cuatro olas en una pandemia. La cuarta ola es lo que tiene que ver con el incremento de problemas psicosociales, de problemas mentales a raíz de los que comentas.De ahí la importancia de la forma como la sociedad, el Estado y el sistema de salud le den el lugar que corresponde al tratamiento de salud mental de los colombianos.“Afortunadamente pensamos que hay cosas muy buenas, paradójicamente, alrededor de la pandemia.Los sentimientos de solidaridad, de empatía, de cuidado por el otro, de que yo te cuido a ti y tú me cuidas a mí, de que tenemos que salir todos adelante van a ser muy importantes al momento de intervenir en esto.Igualmente hay muchas innovaciones que venimos realizando en la universidad de escucha activa, de punto de apoyo mental, que han contribuido desde plataformas a aquellos que no tienen con quién hablar, a quienes necesitan un poco de ayuda.Y pensamos que va a ser muy importante. Porque así como hay problemas graves, hay problemas moderados y leves que se pueden tratar alternativamente y ayudar a operar sobre la pandemia”.
¿Qué lecciones nos ha dado la pandemia del COVID-19?“Mira lo que hemos visto con esta pandemia: que le pasa algo a una persona en una aldea de China y nos pasa a todos, que si no cuidamos el planeta lo vamos a destrozar y vamos a perecer todos, de manera que cuando se habla de la empatía, de la compasión, no son valores espirituales. No, es un sentido práctico de la vida, cómo vamos a sobrevivir. Y ahí tenemos que pensar que no vamos a sobrevivir en un sistema perpetuo de violencia y de codicia, no podemos hacerlo”.Su fundación Isabel Allende invierte en el poder de las mujeres y niñas para protegerlas contra la violencia. ¿Qué ha pasado con su fundación en estos meses tan difíciles?“Mira, el problema mayor que hemos visto durante la pandemia fuera del problema económico es que las mujeres son las primeras en perder el trabajo, y luego se quedan encerradas en la casa; y el otro problema grave es el de la violencia intrafamiliar.La violencia doméstica que siempre ha existido, pero que ahora es invisible porque está adentro del hogar y el victimario generalmente está ahí con los niños, con la mujer, desesperado porque no tiene trabajo, bebiendo demasiado muchas veces y se ha exacerbado el problema de la violencia contra la mujer dentro del hogar.Y la misión de mi fundación es invertir en el poder de las mujeres y las niñas, las más vulnerables y trabajamos mucho con inmigración, con la gente que está esperando asilo en la frontera de los EE. UU, con México, donde hay verdaderos campos de refugiados y donde las mujeres están en una posición extremadamente vulnerable”.Durante las cuarentenas, todos en las mismas cuatro paredes: ¿cambió la relación de poder en algunos hogares? ¿los hombres asumieron otros roles? ¿algo de eso se queda? ¿qué pasó con las familias durante la pandemia?“Querida, yo creo que tú eres muy optimista (risas). Yo creo que, en la mayor parte de los casos, en la familia encerrada el peso doméstico recayó sobre la mujer. Los niños dejaron de ir a la escuela, las madres están haciendo escolaridad en las casas, las mujeres siguieron haciendo el trabajo doméstico de siempre y, además, tuvieron que meterse en la computadora para hacer zoom con su trabajo.Yo creo que algunos hombres más iluminados que otros comprendieron que había que repartirse la carga, pero son los más jóvenes y en general no se lo repartieron. Lo que yo veo, lo que me dicen, lo que yo he visto a través de la fundación, es que son las mujeres las que están más agobiadas con esto, las que perdieron primero el trabajo y las que lo van a recuperar de últimas”.¿Cree que la humanidad va a ser diferente después de la pandemia?“Sí, pero no inmediatamente, creo que esto ha sido una lección extraordinaria este año, la lección de muchas cosas, de hasta qué punto tiene que terminar esa normalidad de antes, del consumo exagerado, de la comunicación por las redes sociales que es tóxica muchas veces, la explotación innecesaria del planeta y tantas otras cosas.Yo soy mucho más optimista y creo que lo que va a pasar en el futuro es que de esta lección vamos a sacar una nueva normalidad, que no se va a presentar inmediatamente, pero la vamos a ver y no dentro de tanto tiempo”.¿Y vivir cómo? ¿viviremos una vida más amable? ¿más sencilla? ¿con más conciencia del planeta?“Más comunicados de una manera amable, no tóxica. Hemos visto en este tiempo cuán importante son las relaciones humanas, la falta que nos hace poder abrazar a las personas que queremos, poder estar con los amigos, tomarte un cafecito, un vaso de vino con la gente que quieres, la gente que te gusta y no podemos hacerlo. Entonces apreciar todo eso.Luego hemos visto que no necesitamos tantas cosas materiales, una de las cosas que yo he aprendido aquí es que necesito muy poco, mucho menos de lo que yo creía que necesitaba. Se necesita menos y se puede, no sé, tener tanta más alegría y tener tanto menos estrés con la vida interior, con la vida familiar, con estas cuatro paredes en que estamos y con la naturaleza cuando podamos salir a la naturaleza.Yo salgo a caminar a mis perros todos los días al parque y nada más que respirar el olor de los pinos, el laurel y sentir el aire fresco en la cara, después de haber estado todo el día encerrada, me doy cuenta de lo maravilloso que eso es y cómo tenemos que cuidar el planeta”.Este virus nos ha demostrado que esta crisis mundial no es solo una crisis de la salud, sino también de falta de liderazgo de nuestros gobernantes. ¿No le parece que debemos preguntarnos cuál es el mundo que queremos? ¿En qué mundo vivimos? ¿Y qué mundo queremos construir?“Ya hemos hablado de que queremos un mundo más amable, más integrado, más igualitario, más compasivo, pero también si hablamos de la parte política estamos viviendo un momento también de crisis muy peligroso, que es un resurgimiento del fascismo, porque las instituciones están todas en crisis, están todas cuestionadas.Para todo hay crisis, entonces qué pasa, que estas instituciones vienen del siglo XIX y ya no funcionan en el siglo XXI, entonces parte de lo que tiene que hacer la democracia es reinventarse, es reinventar las instituciones, incorporar a la gente. Ya la gente no se siente interpretada, cada vez hay menos confianza en los partidos políticos, los jóvenes ni siquiera quieren votar porque no creen en las instituciones, todo eso tiene que ser revisado, arreglado y eso yo creo que va a suceder.Personajes como Trump, por ejemplo, exacerban las diferencias, exacerban el odio, la xenofobia, la misoginia, el racismo porque así obtienen esa efervescencia de terror de la base, que funciona así, funciona metiéndole miedo a gente, miedo al otro, miedo a lo que es diferente.Yo en los años de mi vida, te digo, le he perdido el miedo a casi todo”.Los niños y los viejos encerrados, la falta de socialización, el beso con la abuela, los viajes, ¿qué ha extrañado usted?“Lo único que extraño es abrazar a la gente que quiero, estar con mis nietos, estar con los amigos, tomarme un vaso de vino sentada en un café, en una parte, con alguien que quiero. Estoy cansada de lavar platos (risas)”.¿El COVID ha llegado a su familia?"No, por suerte no. Y eso que vivo en una parte muy vulnerable porque California está pésimo con respecto al virus y la parte donde yo vivo también. Pero nos cuidamos mi marido y yo y parece que la familia se está cuidando también. Tengo un poco de miedo con los nietos, porque ellos son mucho más irresponsables y se juntan con otros amigos y qué sé yo…"¿Y apenas salga la vacuna se la va a poner?“Inmediatamente, apenas esté disponible me la pongo. Yo había sido una de las voluntarias, pero no me tocó”.
¿Qué percepción tiene de las redes sociales? ¿Son la panacea de la democracia y la libertad de expresión como alegan algunos o la quintaesencia del insulto, el linchamiento y la mentira política, como dicen otros?“Creo que ninguna de las cosas. Por momentos son una cosa o por momentos otra, y depende de quiénes sean los usuarios.Es fácil odiar y esparcir mensajes de discriminación y de racismo detrás de una identidad falsa. Uno puede aparecer en cualquier sitio y decir barbaridades bajo el nombre Darth Vader 62.Creo que sirven para ambas cosas y, como todo, dependen del uso que se haga ellas.El ruido que hacen cuando son tóxicas, cuando están puestas al servicio de distribuir fake news es muy pernicioso”.Las redes operan bajo la lógica del vértigo y la inmediatez. Antes hablábamos del periódico de ayer, como la canción de Hector Lavoe, hoy del post de hace 15 minutos que ya se olvidó. ¿Como cree que las redes alteraron nuestro sentido del tiempo?“Enormemente. El tiempo no solo se acelera en las redes sociales, sino que se fragmenta enormemente. Siento que también transformaron el espacio.Las redes producen la sensación de que uno está viviendo en ese espacio, que uno es como un avatar en esta tierra incógnita y se deja de tener contacto con la realidad.Las redes sociales están llenas de likes y haters y uno termina creyendo que eso es el mundo, cuando el mundo es más amplio.Creo incluso que los ‘me gusta’ son más perniciosos porque uno termina creyendo que ese es el mundo. Se tiene una enorme proporción de seguidores y aduladores y se cree que el mundo está a sus pies, en esa especie de representación a pequeña escala”.Hablemos de soledad en estos tiempos de pandemia. ¿Estamos más solos ahora en estos tiempos de hiperconexión y redes que tienen esta burbuja aceitada y creada por un algoritmo?“Las redes lo que hacen más que enervar un estado de soledad, es enervar un estado de narcisismo, de estar en la bandera del yo.Yo soy el centro del mundo, todo lo que digo y hago es superimportante. Entonces cuento desde la mermelada del desayuno y la foto del plato que me comí en la noche, hasta la frase que se me ocurrió.Es una vuelta de la mirada a uno mismo como centro del mundo. Nos hace creer falsamente que somos superinteresantísimos”.El mundo perfecto de la megalomanía. Pero al margen de las críticas, es verdad que las redes con sus más y menos han permitido denunciar abusos que se sospechaban, pero no se documentaban, en videos como el caso de George Floyd en Estados Unidos. ¿El poder del ciudadano que graba algo y luego lo comparte en sus redes cómo cambió el mundo?“Es el uso de las redes como algo virtuoso, que señale algo que en otro momento hubiera permanecido oculto.Lo que pasó durante los estallidos sociales en Chile, en Oriente Medio… muchas de esas cosas fueron vistas a través de las redes sociales.Sobre las redes sociales no se trata de echar una palada de tierra y decir nada de esto sirve. En muchas ocasiones han servido para denunciar cosas de derechos humanos, de maltratos”.Quisiera que habláramos sobre el sentido del amor en este mundo de redes, clics y plataformas que cambiaron lo que conocíamos como el sentido de seducción. ¿Amamos diferente ahora?No lo sé. Lo que si queda claro, es que el deseo lo atraviesa todo siempre. No hay que ser conservadores, lo que siempre está de fondo es la necesidad de estar en contacto con el otro, de seducir y ser seducido. Eso se mantiene inoxidable.Hay gente que es feliz con eso. Que coquetea en las redes sociales. Dispara mucho la fantasía tener una relación con alguien primero en la pantalla. En el siglo XVII y XVIII intercambiaban cartas y al final de camino se conocían…no es tan distinto a eso”.
¿Cómo ve la situación de la cultura y el entretenimiento en la pandemia?“Es muy preocupante la situación del entretenimiento y es algo que hay revaluar para tomar acciones. No puede seguir siendo la industria del entretenimiento tan informal. Todos los beneficios laborales que se reciben para un empleado, en la industria del entretenimiento no existen. Se vive del día al día y estamos viendo las consecuencias de eso”.¿Qué siente de ver a estos artistas salir a las calles a buscar el sustento?“Es muy duro. En la industria de la música estábamos viendo un crecimiento gigante. Colombia es un país donde ya llegan los grandes shows a nivel mundial, los grandes artistas paran en Colombia. Sí debería haber un respaldo para toda esta gente”.¿Cuál cree que sería la esperanza para los artistas en el futuro?“Creo que sin duda el tema de formalizar los empleos debe hacerse de alguna manera. Eso al final termina protegiendo a la gente de una situación como esta. Después de vivir esto no sabemos que podamos vivir adelante en un futuro”.Antes de la pandemia, el sector cultural no era que recibiera un gran apoyo. ¿De quién depende que esto cambie?“Depende de todos, en la pandemia hemos aprendido que es un asunto de todos. No depende solo de los Gobiernos y las grandes empresas, sino de todos. Hay que repensar tantas cosas. En Colombia sin duda la cultura no está teniendo la importancia que debe tener.Y es que en la cultura están nuestras raíces, nuestro sentido de pertenencia, nuestra vida. Tiene que haber un enfoque hacia la cultura mayor por parte del Gobierno y de todos”.¿Cree que la pandemia va a cambiar la forma de hacer cultura, música, teatro y arte?“Sí, yo sí creo que nos va a cambiar muchas cosas. Y es que no estoy tan seguro de que vamos a regresar a la normalidad de 2019.Todos estos temas virtuales que hoy en día tenemos creo que de alguna manera se van a quedar.Yo sí creo que la virtualidad se nos va a quedar. Nos va a cambiar la forma de hacer música y lo que vamos a querer expresar. Esos mensajes van a cambiar y ojalá nos haga reflexionar.Sin duda hay cosas que no están bien y nos dimos cuenta con esta pandemia”.¿Qué decirles a los jóvenes en relación con el arte?“No es el momento de parar y rendirse sino al revés. Este tema de que estemos más guardados, más conectados, con todas estas plataformas y este mundo virtual y digital cuando más que nunca estamos conectados. No habíamos tenido todo esto.Uno desde su casa puede grabar una canción, grabar un álbum, hacer un video y subirlo a las redes sociales. Se puede viralizar una canción sin que suene en la radio o que sea de una disquera”.¿Qué no será normal a partir de ahora para usted y la cultura?“Para mí no será normal esa mentalidad frente al tiempo. Ahora sí que le voy a dar valor al tiempo y lo voy a gastar con valor. Con las cosas importantes de la vida.En cuanto a la cultura en Colombia, mirar cómo vamos a apoyarla, porque es un grupo muy grande de gente que hace parte del entretenimiento y la cultura y eso es responsabilidad de los que hemos sacado una carrera adelante.Creo que es una responsabilidad de apoyar a nuestro equipo cercano y a más equipos que no tengan ese apoyo directo.El Ministerio de Cultura tiene que velar por tanta gente que está pasando un mal momento”.
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¿Cómo podemos mirar esta pandemia, como una tragedia o una oportunidad?“Sería muy doloroso para quienes han perdido a un ser querido, decir que esto no es una tragedia. Yo creo que definitivamente el nombre tragedia se le adapta más. Y de lo malo siempre podemos aprender algo bueno.Pero al preguntarse si era preferible que hubiera habido este COVID-19 o no, yo creo que muchos hubiéramos querido que no”.¿La humanidad cambiará algunas conductas o seguiremos por donde veníamos?“Estas crisis tan agudas producen en la gente buena una acentuación de sus cualidades y en la gente mala sus defectos se acentúan.Estas crisis sacan lo mejor y lo peor de los seres humanos. Hay como una compensación. No soy optimista para creer que seremos mejores humanos. Los que tenían madera de ser buenos, sino los mata el virus, sí mejoran, pero los malos aprovechan para hacer maldades”.¿En que ha demostrado ser útil e inútil el sector cultural?“Las personas que hayan tenido recursos culturales podrán decir que pudieron enfrentar con muchísima más tranquilidad. Una persona que disfrute con placeres relativamente baratos, el placer de un libro, de la música, de la cocina habrán disfrutado. La soledad no se siente y las tristezas no se acentúan.Y los que no lo tienen, lástima porque todo lo duro habrá sido más duro”.Durante esta época se vieron muchos espectáculos virtuales y gratuitos, ¿es sana la gratuidad de la cultura?“Yo por ejemplo tomé clases de guitarra, he asistido a conciertos. Es bueno que haya gratuidad en situaciones, pero no está bien que a quienes trabajan con la mente y hacen un esfuerzo para ser más cultos no se les reconozca el trabajo intelectual.Hace mucha falta ir acompañados de otros, estas clases a distancia y gratuitas no colman nuestras necesidades culturales.Pero esto no se puede volver una costumbre porque el que se dedica a la cultura necesita vivir”.Esta crisis ha mostrado la fragilidad de los políticos, los científicos, los economistas. ¿Ha llegado del momento de los artistas y pensadores?“Lo más lamentable es no haberle hecho caso a ciertos tipos de intelectuales, como a los científicos.Hay países que han controlado mejor la pandemia. Los científicos saben cómo contener los efectos negativos del virus, pero los políticos han negado la ciencia.El caso de Trump es evidente. Ha puesto a su país en la peor situación, Estados Unidos ha tenido una crisis mucho mayor que países que han seguido planes norteamericanos de salud”.¿Dónde está la religión en tiempos de crisis?“La semana pasada hubo un atentado religioso en Francia, pero también el papa ha aprovechado para decir que no ve nada malo en matrimonios civiles para los homosexuales. Algunas personas como mi mamá, que es muy católica, ve la misa por televisión todos los días y eso le sirve para estar contenta.La religión, como algunas prácticas esotéricas, sirve a quienes creen en ellas.Si alguien tiene una fe verdadera y profunda le puede servir para sobrellevar este momento. Pero eso no es para todo el mundo”.¿Habrá aprendido el ser humano a no seguir la acción depredadora?“Es un error creer que somos los reyes de la naturaleza, este virus que no conocía nuestro sistema inmune nos ha recordado que somos un animal más con algunas cualidades especiales, pero que al fin y al cabo somos mamíferos.Y por muy desarrollados que nos creamos somos vulnerables a las catástrofes, a enfermedades, a los virus y las bacterias.Ojalá aprendiéramos de esta crisis a tener una relación más sana con la naturaleza”.El cine ha sido uno de los sectores más golpeados. La película ‘El olvido que seremos’ ha tenido los reconocimientos más importantes, pero la gente no ha podido ir a cine. Usted no ha podido presentar esa belleza de película. ¿Cómo ha sido este proceso?“Fernando Trueba, el director de esta película que es muy bonita, dice que este es el año en que no se pudo ir a cine. Es una calamidad que no podamos juntarnos, que los teatros y cines tengan que estar cerrados. Creo que con ciertas condiciones de distancia y menos públicos se podrán abrir. Espero que esto ocurra muy pronto.Y es una película tan bonita de la que esperábamos tanto. De un médico que se opone a las enfermedades, que enseña a lavarse las manos, que fue grabada antes de la pandemia pero que parece grabada durante la pandemia. Es muy triste que no la hayamos podido mostrar sino de afán en un autocine.Pero así ha sido para mucha gente. Estamos en el mismo grupo en el mismo barco y llegará ojalá el momento en que todo esto pase y podamos desquitarnos viendo esta película tan bonita.“Vamos a gozar mucho cuando podamos volver a salir, por las privaciones de tanto tiempo. Vamos a ser distintos para bien o para mal. Esto cambio nuestros hábitos más arraigados, nuestras maneras de relacionarnos en la familia y la sociedad. No es un cambio solo momentáneo”.
.Catalina Botero, exdecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, habló sobre los cambios a nivel político que la pandemia ocasionó.¿Hay algún cambio específico que le trajo la pandemia a la política?Catalina Botero: Yo creo que la pandemia profundizó los rasgos más débiles de nuestras democracias, que son muy frágiles. Profundizó la falta de representación, la falta de liberación, el hiperpresidencialismo, es decir, rasgos que son muy complicados de nuestras democracias, que deberíamos intentar superar, fueron profundizados por este momento tan difícil.Lo que está claro es que no hemos sido conscientes de lo grave que ha pasado. Por ejemplo, al principio de la crisis sanitaria, el Congreso dejó de operar, en un momento en el cual, además, el presidente estaba ejerciendo una cantidad de facultades, de regulación de las libertades, de regulación de los recursos y el Congreso dejó de operar. El control político ha sido realmente frágil.No sé si vamos a lograr fácilmente por lo menos retroceder a lo que estábamos, que tampoco era un punto óptimo, pero era mejor de lo que tenemos ahora.Eso es como un sistema político un poco más autoritario, ¿por qué estamos viendo que Latinoamérica está teniendo una tendencia a favorecer esos sistemas políticos?Catalina Botero: Lo que creo es que hay una enorme decepción con la democracia como sistema político, la gente siente que la democracia no lo beneficia personalmente, hay una enorme decepción con la política, pero hay unas ganas enormes de participar. Yo creo que la gente quiere participar, no encuentra cauces a través de la política tradicional y en muchos casos los regímenes populistas o las propuestas populistas logran capturar esa atención, pero no creo que estemos en un momento donde necesariamente esas propuestas antidemocráticas estén triunfando.¿La pandemia atizó la polarización?Catalina Botero: No creo que realmente la pandemia profundizara eso. Lo que sí ha profundizado son factores como la violencia o la desigualdad, que podrían contribuir a alimentar esos discursos polarizantes si no surge alguien que de manera más moderada logre recoger esas demandas y hacer propuestas viables en el marco del estado de derecho.¿Cómo manejar ese asunto de hasta dónde decir y hasta dónde se debe controlar lo que se dice en internet?Catalina Botero: Creo que fomentando la ciudadanía digital. Aquí no hay un remedio mágico y no creo que el Estado deba meterse a definir lo que uno puede o no decir. Eso está regulado por el derecho internacional de los derechos humanos que protege la libertad de expresión y, cuando uno protege la libertad de expresión, protege que gente con la que uno no está de acuerdo y que está diciendo cosas que a uno le parecen completamente absurdas también las pueda decir.Se ve poco optimista frente a lo que se viene en el futuro en términos políticosCatalina Botero: Soy optimista en general, lo que creo es que el ruido se va a producir, que hay sectores muy radicales, pero creo que la mayor parte de este país no va a estar en esos sectores.¿Algo positivo que deje esta pandemia para Colombia en términos políticos?Catalina Botero: Hemos aprendido el valor de la acción colectiva y creo que hemos actuado de esa manera en el contexto de la pandemia.Podemos tener una articulación de acción colectiva para promover reformas que este país necesita, que creo que son urgentes, a partir del diálogo y de una conversación civilizada de los distintos sectores.Vamos a ver más marchas. Lo que pasó con la crisis de salud pública es que se aplazaron esas manifestaciones públicas.Conozca más de El Proyecto es Colombia:
¿Cree usted que después de la pandemia la democracia está en riesgo?“La democracia siempre está en riesgo, pero quiero decirle que en este momento del siglo XXI, con todas sus enormes dificultades, yo considero que el sistema democrático va a prevalecer.Sabemos que no hay mejor sistema, como decía Churchill, todos los demás sistemas son peores”.Entonces ¿por qué razón es que vemos una ciudadanía en occidente que parece estar demandando gobiernos y políticas más autoritarias? La democracia cada vez está más desprestigiada.“La democracia indudablemente sufre el desprestigio que usted indica y, claro, los pueblos una y otra vez, igual que ocurrió con los griegos y en otros momentos de la historia, pues aprenderán de la democracia a través de la escuela más terrible, que es la escuela de la dictadura”.Antes de que llegara el coronavirus, en América Latina se estaban viendo manifestaciones. ¿Para dónde cree usted que van esas manifestaciones y esa expresión popular? Porque el coronavirus las paró, pero no quiere decir que no estén ahí.“Yo creo que cada país es distinto. Colombia también tiene una vieja tradición, muy antigua.Una tradición política que yo creo que tiene un nivel y un clima de debate público muy sano, una gran prensa, unos grandes medios de comunicación. Estoy hablando en uno de ellos, pero por supuesto sé que ahí está latente la tentación del hombre fuerte. No me gusta ser profeta, si en Colombia llega al poder un personaje del corte carismático de los líderes populistas yo creo que Colombia tiene una entrañable institucionalidad y sobre todo una vocación de debate y de libertad que le va a poner límites”.La pandemia puede empujar un cambio del sistema económico, ¿usted cree que el capitalismo llegó a su fin o que está atravesando por una crisis importante que lleva a repensarlo?“Yo creo que dentro de la economía del mercado puede haber muchas reformas importantes que introduzcan prosperidad económica y que lo que ha faltado es imaginación en nuestros economistas. No se trata de abolir el capitalismo e irnos al comunismo o al socialismo”.¿Cuáles son para usted las lecciones que nos deja la pandemia?“Yo no creo que vayamos a perder la democracia en el siglo XXI por entero. Aunque estará, seguirá en una zona de turbulencia; no creo que prevalezcan los populismos aunque sigamos todavía por mucho tiempo en muchos países, en muchas zonas, sujetos a ese tipo de tentación en la economía. Creo que tienen que haber cambios muy grandes, pero dependen de la imaginación económica entre los países.Todos estamos descubriendo que teníamos aspectos, incluso bienes, que eran superfluos y otros la mayoría están descubriendo lo terrible, que es no tener sistemas de salud adecuados y universales. Se ha descubierto el valor de las relaciones humanas, el valor de la amistad, el valor de la familia. el valor de la salud, por ejemplo”.Vea más de El Proyecto es Colombia:
Esta pandemia está dejando muchas lecciones y todavía no sabemos si estamos cerca del fin, si estamos tan solo en la mitad, pero sin duda ha desnudado muchos discursos políticos y ha puesto a los líderes en un dilema básico pero muy complejo: el de la vida humana, el de la salud de los ciudadanos y el de la economía, que no es tan fácil de conciliar. ¿Cómo piensa que lo está haciendo el mundo?“Vaya, muy desigualmente; es decir, hay de todo en este mundo, desde las reacciones y el comportamiento de gente como Trump y Bolsonaro, cuya falta de regular, de establecer una postura nacional frente a las pandemias en sus países respectivos ha resultado en muertes sin paralelos en el mundo. Hasta en Suiza hoy leí que todas las camas hospitalarias en cuidados intensivos están repletas y en Suecia, que había optado por un patrón de comportamiento distinto, hoy en día está como desbordándose.Esto es algo en serio, pero donde los líderes, los mandatarios, los gobiernos lo han tratado políticamente, queriendo jugar políticamente con la pandemia, hemos visto resultados nefastos. Eso queda claro”.Hablemos de Estados Unidos que es su país y es un caso realmente de estudio. Eso que usted menciona de las mascarillas, ¿cómo es posible que un aspecto de salud pública se haya convertido en un tema de división política, en un mensaje político el hecho de usar o no tapabocas?“La respuesta tiene un nombre: Donald Trump. El presidente de este país nunca trató la pandemia con la seriedad requerida, necesaria. Mandó muchos mensajes mixtos. Él mismo solo se ha visto con mascarilla creo que en dos ocasiones, él mismo se ha jactado de que no le gustaba como lucía, de que no era necesario.Entonces, es el liderazgo. Al fin de cuentas, mira en todos los países la gente en su vasta mayoría quiere creer en sus gobernantes y los siguen. Y donde no ofrecen ejemplo y ofrecen a cambio una especie de comportamiento contestatario, resistente, revoltoso, por decirlo así, le siguen los pasos”.¿Y es ese 'populismo trumpiano’ entonces la misma causa de que un país como Estados Unidos, con todo el acceso a la tecnología, con un sistema hospitalario robusto, con una comunidad científica y educativa tan importante, esté en el peor lugar del escalafón de la pandemia, con el mayor número de contagios, el mayor número de muertos y además con un nivel exponencial de propagación en este momento que hace temer incluso qué va a venir en el futuro?“Si, yo he mirado, como todos, he buscado atenuantes, he buscado otros motivos, otros por qué y no hay otro.Es decir, Estados Unidos tiene 50 estados, pero si cada estado a través de su gobernador o sus oficiales de salud optan por una respuesta distinta a lo que es una pandemia médica, un virus, entonces no hay una solución, porque los virus no reconocen las fronteras estatales, ni mucho menos dentro de un país.Está más que comprobado que en los países más autoritarios como China, donde imponen criterios de salud y comportamiento, pues casi han erradicado la pandemia. Es únicamente la falta de disciplina en los países occidentales en que sigue la pandemia”.¿Seguramente vendrá el uso de mascarillas obligatorias y seguramente vendrá un cierre inevitable de la economía, que es algo a lo que le temen tanto en Estados Unidos?“Es un desastre económico, pero será el desastre económico mucho mayor si no resolvemos esto cuanto antes, y la mejor forma de resolverlo cuanto antes, y esto se ha sabido desde el ejemplo chino de hace 10 meses atrás, son cierres y encerronas con disciplina; digamos cuarentenas muy disciplinadas. Si no lo hacemos así, nos condenamos a los rebrotes continuos.Entonces, sí es posible que hay que tragar un sapo en cuanto la economía y no es tan fácil para algunos países. Estados Unidos es el país más rico del mundo, sí se puede aguantar, es cuestión de gustos y de políticas”.Ahora hablemos de Colombia, que es un país que usted conoce bien. ¿Cómo ven desde allá los esfuerzos del gobierno, de los ciudadanos, en medio de nuestras limitaciones y también de nuestras posibilidades por tratar de contener esta pandemia?“Yo tengo muchas amistades en Colombia, estoy en contacto con ellos, y bueno, según mi óptica, es que se ha hecho lo mejor que se ha podido. Digamos, quizás uno podría parar o sea criticar el gobierno por alguna decisión u otra, o por no haberlas tomado a tiempo, pero bueno en eso hay muchas faltas compartidas y son, en la mayoría de los casos, fallas humanas de decisión.Es decir, es muy difícil adivinar en la oscuridad, que es un poco lo que ha sido esto, pero, a diferencia de otros países, tengo entendido que en Colombia el gobierno no ha subvencionado en la medida en que a muchos ciudadanos hubiera gustado y que les habría hecho la vida más aguantable en estos meses tan duros”.Y si en medio de toda esta pesadumbre tuviéramos que buscar lo bueno, pescar lo bueno, ¿con qué nos quedamos de todas estas transformaciones que nos está forzando la pandemia, con que se queda usted señor Anderson?“Yo me quedo con estos momentos casi sagrados con la familia, en la naturaleza, en la calma, la serenidad de las calles sin tráfico, que todos experimentamos en algún momento. Yo creo que la pandemia nos ofreció un momento de pausa, un interludio de calma y serenidad.También de susto, pero en el aspecto bueno, de contemplar lo maravilloso que es este mundo y eso, ojalá, lo podamos conservar”.
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Más allá del cargo que ostenta hoy, toda su vida se ha dedicado a abandera el turismo sostenible. ¿Qué es?“Es la apuesta por el turismo de largo plazo. Colombia no fue un destino turístico atractivo durante los últimos 50 años, pero hoy en día eso es una enorme responsabilidad. Lo que no podemos es cometer errores y más bien inspirarnos en las mejores prácticas nacionales e internacionales para asegurar que tenemos turismo no durante los próximos 2 o 5 años, sino durante los próximos 50 o 100 años”.¿Cómo logra una compaginar turismo, paseo, fiesta con esa preservación de los recursos naturales?“No hay una contradicción íntima. De hecho, hay un reconocimiento por parte de organismos importantísimos de conservación a nivel mundial, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Convenio de Diversidad Biológica donde se reconoce el papel fundamental que tiene el turismo en la conservación natural. Claro, si se ponen las herramientas y los mecanismos para hacerlo de esa manera, que también puede ser un riesgo”.¿Qué tan sostenible es el turismo que se hace en Colombia?“Es difícil dar una respuesta blanco o negro. Es un matiz de grises y así como hay prácticas muy sostenibles… precisamente se entregaron los premios nacionales de turismo sostenibles de Procolombia donde se reconocía, entre otros, a las mejores prácticas ambientales en turismo, hay unas prácticas impresionantes.Pero eso tiene un lado oscuro donde hay prestadores de servicios turísticos que de manera irresponsable afectan los recursos. Lo importante es, por un lado, inspirar a la gente a adelantar servicios, programas y experiencias de turismo responsable, pero también sancionar y fortalecer las sanciones a aquellos que violan todas las normas ambientales”.Cuando hablamos de sostenibilidad hablamos de protección, respeto por el entorno. ¿Dónde en Colombia se realiza ese turismo sostenible?“Con temor a dejar unos por fuera, cerca de Bogotá, en el páramo de Chingaza; en el Chocó hay hostales impresionantes que trabajan en proyectos de conservación; en los Llanos Orientales, en el paisaje cultural cafetero, en la costa Caribe colombiana, en los alrededores de Santa Marta, en Palomino, también en los alrededores de Cartagena.Uno podría decir que en cualquier destino del país encuentra proyectos de prácticas sostenibles y responsables”.¿Cómo se protege el entorno donde se explota esa actividad económica?“Hay que generar una conciencia sobre esos aspectos que se deben tener en cuenta. Estamos hablando de temas como la contribución del turismo al cambio climático y cómo controlarlo, mitigarlo o compensarlo.Estamos hablando de la utilización de energía renovable y no convencional, estamos hablando de la administración del recurso hídrico, un tema en el que Colombia es la sexta potencia mundial y que tenemos que conservar porque es un recurso que se puede agotar. También la disposición de residuos sólidos, líquidos; piensen que apenas el 5% de las aguas residuales en el mundo reciben algún tipo de tratamiento. Finalmente, todo lo que tiene que ver con la protección y conservación de la fauna y flora”.¿Quién le saca mejor partido a ese turismo, los colombianos o los extranjeros?“Es una combinación. Sin duda los extranjeros y sobre todo aquellos que provienen de la región de Europa, latinoamericanos también. Tienen mucho interés en viajar a conocer Colombia por esa riqueza natural y biodiversidad, eso es lo que enamora de nuestro país. Dentro de ellos, la mayoría son personas que quieren tener prácticas sostenibles responsables. Un ejemplo, avistamiento de aves. Colombia es el país número uno en especies de aves en el mundo y los avistadores de aves son absolutamente responsables cuando vienen a hacer ese turismo.Los colombianos que cada vez más podemos ir a recorrer distintos lugares de la geografía nacional, pues nos enamoramos fácilmente de eso que encontramos y que en el pasado no podíamos visitar. Y sin duda hay una conciencia cada vez mayor de adelantar esa práctica del turismo de manera sostenible”.¿Cuál es en su concepto el sitio más bonito de Colombia?“Me toca dejar al 99,9% por fuera. Menciono, por ejemplo, Guaviare. Es un destino impresionante, con una riqueza natural espectacular, con ríos, con avistamiento de aves, con pesca, donde está la serranía de La Lindosa, Cerro Azul, donde se pueden ver las pinturas rupestres en las paredes, tiene un pequeño Caño Cristales, tiene un pequeño Chiribiquete, la ciudad de piedra, es un lugar espectacular.El Chocó es absolutamente hermoso con las playas y la selva al lado. La Sierra Nevada de Santa Marta con la riqueza cultural. El paisaje cultural cafetero con lugares de parques temáticos y naturaleza impresionante. Los parques de los nevados, etcétera”.
¿Cómo se veía a finales de 2019 lo que iba a ser el 2020 en turismo?“Veníamos en un crecimiento impresionante para el sector turismos en los últimos 15 años. Teníamos 4,5 millones de visitantes internacionales y crecimiento del 3 al 4%, con un 13% de movimiento de pasajeros.Y nos llega este frenazo en seco. Una situación compleja para el turismo en el mundo, para las agencias de viajes, para los operadores. Han sido unos meses muy difíciles. Duramos 7 meses con cero ventas, con oficinas cerradas porque no había que vender”.¿Cómo fueron estos 7 meses?“No había absolutamente nada que vender. Nosotros somos un eslabón importante en la cadena de comercialización de la cadena de turismo. Y todo cerrado, nos cerraron los países, las ciudades. No había nada que vender”.¿La afectación en empleo como ha sido manejado? ¿Cuánta gente ha sido afectada en la parte laboral en Colombia y en el mundo?“En el mundo se está hablando de que hay 700 millones de personas asociadas al sector turismo. Y se está hablando de una pérdida de 100 o 120 millones puestos de trabajo.En Colombia hay 1,9 millones de personas asociadas al turismo en general. En las agencias de viajes hay unas 40 mil personas con trabajo directo, de las cuales se estima que entre 10 y 15 mil perdieron su empleo.Adicional, hay un tema en que no tenemos claridad y es el tema de los suspendidos. Tenemos mucha gente suspendida en sus contratos porque las empresas no han podido hacer su reenganche.Es un golpe funesto para el empleo”.¿Y qué salvavidas han tenido para ayudar a esas personas que se quedaron sin empleo?“Más allá del aplazamiento de todos los impuestos y muchas herramientas y ayudas para la reactivación, como bajar del 19% al 5% el IVA y la exclusión del IVA en paquetes turísticos, algo muy importante es el apoyo a la nómina, porque eso va relacionado a la pérdida del empleo.Haber logrado el 50% en apoyo al subsidio de la nómina en sector turismo ha sido el logro más grande”.¿Cómo es lo del IVA, eso funciona?“Estamos buscando con el proyecto de ley que está en trámite bajar el IVA de los tiquetes áereos del 19% al 5%. Esto tiene que verse reflejado en el precio final al pasajero. Lo mismo la exclusión del IVA en paquetes turísticos. El pasajero no lo va a pagar”.¿Cómo se ve la reactivación? ¿Ya está la gente viajando?“Ver un crecimiento de un 15% o 20% no es lo ideal, pero es el primer paso para la reactivación. Los pasajeros en Colombia, básicamente, tenemos un millón entre nacionales e internacionales. Es un 18% comparado con el año pasado, y nos hace falta mucho para llegar al 50%.La gran preocupación es la apertura de los países porque la gran conectividad y la venta de las agencias de colombianos hacia afuera es muy grande”.¿Qué puede venir en materia de turismo nacional e internacional?“Lo peor que nos podría pasar es volver a cerrar. No solo para el turismo sino para la economía para absolutamente todo y para el empleo.La informalidad, que estaba en un 40%, no quiero ni pensar viendo un cierre a cuánto podría llegar. Hay mucha gente que esta informal y necesita un sustento para vivir”.¿Cuál es la invitación a los colombianos para viajar, para que el turismo se pueda reactivar?“Que se puede viajar con responsabilidad. Hemos construido los protocolos de bioseguridad con las autoridades. Hemos trabajado en protocolos para las agencias, hoteles, aerolíneas…Creo que el autocuidado es la clave para seguir avanzando y para que todos los colombianos podamos volver a tener estos momentos especiales de los viajes con la familia y los amigos”.
¿En cifras, cómo se veía el año al principio y cómo se enfrentó la pandemia del coronavirus?“Para darles cifras, el año pasado empieza la recuperación, llegando en febrero a 17.600 viviendas comercializadas, luego en marzo 9.900 y en abril 5.900.En mayo empezó la recuperación con 8.900 y en septiembre se lograron 18.400, muy cerca de lo que se había vendido en enero y más o menos un 9 o 10 % por encima de septiembre de 2019. Fue como una V”.Hablar de V es que se toca un piso y hay una recuperación. ¿Cómo afecta el sector del empleo?“Nuestro sector emplea más o menos 1,5 millón de personas, de las cuales 800 mil son personal de obra.En marzo teníamos en actividad 3.200 obras en el país y luego vino la reactivación y se hizo un trabajo muy rigoroso con los ministerios de Salud, Trabajo y de Vivienda para elaborar protocolos.Fuimos uno de los primeros sectores que se reactivó y empezamos a reiniciar actividades en abril y a finales de junio ya estábamos nuevamente retomando.Fue un jalonamiento muy importante, pues la construcción afecta 32 sectores de la economía y 52 subsectores. Tenemos un impacto muy positivo en la reactivación de la economía y el empleo”.El jalonazo en la economía por parte de la construcción ha sido muy importante. ¿Qué ayudas del Gobierno les ha tocado?“Muy importantes las medidas que ha tomado el Gobierno. Veníamos con un programa importante que es Mi casa ya. En este gobierno sacaron una medida en la pandemia que fueron 100 mil subsidios más a la vivienda VIS y prioritaria, y subsidios a la vivienda no VIS, de la clase media.Esto último es muy positivo porque esas viviendas tienen mayor valor agregado, alfombras, cocinas más grandes y mejores terminados, lo cual es vital para la reactivación”.¿Qué se ve hacia el futuro? ¿Hay modificaciones en cuanto a materia de construcción y diseño?“Miremos a marzo, nos fuimos todos para la casa, sin saber qué estaba pasando. Uno la vida la vive en tres espacios: la casa y la familia, el trabajo y los compañeros de trabajo, y el esparcimiento con los amigos.Los tres espacios se unieron en uno solo, que es la vivienda.Los dos espacios de trabajo y vivienda sí van a seguir. Vemos que hacia el futuro el trabajo flexible va a continuar. Las herramientas tecnológicas se anticiparon y nos trajeron una forma diferente de trabajar”.La tecnología ha sido fundamental también para la construcción y la vivienda.“En el tema de la tecnología nos anticipamos unos años. Hace unos años venimos trabajando con un sistema de trabajo que se llama PIN, en el que cada uno trabaja desde su casa y hay menos reprocesos.A una familia que quiere comprar una vivienda se le hace un recorrido virtual. Si alguien pasó por un proyecto y le gustó puede hacer todo su proceso virtual”.¿Cómo vamos a cerrar el año?“En vivienda de interés social vamos a estar por encima del año pasado. Y el no VIS va a ser muy positivo para la industria. Lo que está vendido se está construyendo nuevamente. Las preventas van a generar actividad y mano de obra”.
¿Cuál es el concepto de ciudad que manda la parada en el mundo?“Un modelo policéntrico en el cual podamos no ser dependientes de esos ombligos que son la fuente de dificultades de todo tipo.Más allá de la movilidad lo más importante es el plan de desarrollo territorial que pueda identificar bajo el triple criterio -económico, ecológico y social- los puntos clave de la ciudad en la que se puedan crear nuevas centralidades, que sean múltiples, para obtener la desaturación de las ciudades.Ejemplo, un aeropuerto que tiene una sola vía para llegar al centro de la ciudad. Estamos obligadamente saturando el espacio urbano”.¿Cómo ve a las ciudades del país?“Las ciudades colombianas como muchas de América Latina representan una población joven bastante alta. Colombia tiene una juventud que le permite construir bajos esos desafíos nuevas vías.Pero los alcaldes necesitan tener un perímetro de intervención mucho más alto. Cosas simples como lo que ha pasado en las manifestaciones que la Policía no le obedece a un alcalde, eso en Francia no sucede”.¿Cómo está Bogotá frente a esos desafíos?“Es una ciudad fragmentada socialmente. Ecológicamente tiene problemas de basuras, tiene problemas de transporte. Transmilenio no es adecuado para esta urbe. El hecho de que no exista metro hoy en día es lamentable.Bogotá aún no tiene metro y lo que se ha tomado como decisión no corresponde a los estándares internacionales”.¿Las soluciones de movilidad en Bogotá han respondido a las verdaderas necesidades para una ciudad como esta?“La movilidad no puede ser resuelta sino se ha estudiado por dónde y por qué la gente se mueve. Son cosas que transforman la ciudad si hay respuestas coherentesNo hay un plan de urbanismo de Bogotá que responda a esos problemas. Estamos adoptando medidas tecnológicas sin responder por qué tenemos que ir de un punto a otro. Estamos haciendo soluciones ‘parches’.Una solución parche es Transmilenio, que no es una solución cuando se le ven dificultades para poder ser utilizado.Bogotá es muy icónica con las bicicletas, ha habido propuestas muy interesantes pero no es el transporte principal”.¿Cómo ve a Medellín?“Después de la muerte de Pablo Escobar, hubo un acuerdo entre la clase política y su ciudadanía para renacer como el ave Fénix. Ha ganado muchos premios por sus sistemas de transporte y proyectos”.¿Cómo analiza lo que se ha implementado en otras ciudades?“Las ciudades son el territorio en el que vive lo esencial de la gente. Nos hemos convertido en un país urbano.La movilidad en Cali ha sido un caos, no puede calificarse de otra manera. Un metro tampoco existe, hay grandes dificultades de transporte. No hay una política moderna o un plan estratégico en Cali que le dé una fluidez a su organizaciónHa habido macroproyectos que le han dado fluidez a una parte de la ciudad. Pero falta mucho trabajo”.La dificultad de Cartagena, que se puede aplicar a otras ciudades, sigue siendo la segmentación social tan grande. Porque son varias Cartagenas que coexisten. Pienso que es inherente de crear en Colombia ciudades inclusivas”.