En el recorrido, una pitón amarilla se robó la atención de todos, en especial de las tres pequeñas del futbolista, quienes no dudaron en acariciar a la serpiente.
Entretanto, el samario se animó a ponerla en su cuello para fotografiarse con ella; sin embargo, no se mostró muy cómodo y hasta lució un poco temeroso en la imagen, contrario a su esposa, quien se dejó ver sonriente.
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Pese al susto, Falcao García describió la experiencia como “maravillosa” y agradeció a sus anfitriones por la invitación.
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