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Reportero gráfico caleño dona su arte y su buen corazón a grupo de abuelitos

Reportero gráfico caleño dona su arte y su buen corazón a grupo de abuelitos

En el oriente de Cali, parece que el mundo gira alrededor del lente de la cámara de Rafael Cataño,  un reconocido reportero gráfico de un medio impreso de la ciudad. 
Su trabajo lo sumerge en lo más profundo de la comunidad y a la vez lo convierte en respuesta a sus problemas.
“Hay gente que dice, ‘mire ese hueco y el carro se dañó’. Entonces yo llego y por medio del lente le hago conocer a la entidad encargada y hay situaciones que prontamente han tenido solución", cuenta Cataño.
Pero esto no es lo único que hace Rafael, en su tiempo libre compone y canta. Y es esa música la que Rafael lleva a los ancianatos de esa parte de la capital vallecaucana para contagiar alegría y brindar un rato esparcimiento a los adultos mayores.
Ellos, algunos olvidados por sus familiares, disfrutan cada nota y cada palabra que él entona.
Este reportero también camina los barrios de la ciudad pidiendo en favor de los que no tienen en quien soportar sus necesidades.
"Yo busco quién de la personas de los hogares geriátricos más que todo me puedan colaborar, les pido que me reciban ese abuelito igualmente busco una ayuda de la comunidad", dice.
De puerta en puerta recoge ropa, comida y toda clase  de elementos que luego son llevados al albergue para los abuelitos.
"Es muy valorado por parte de la fundación lo que hace Rafael porque nosotros también queremos brindarles vida, queremos brindarle la capacidad de que puedan volver a soñar muchos de los quedan olvidados”, dice Leonardo González, director de la Fundación Asilo de Abuelos.
Así, con canciones y actos reales de solidaridad y amor, Rafael Cataño demuestra, desde hace diez años, que es un instrumento de ayuda para cientos de adultos mayores, que se calcula viven en los hogares geriátricos de la Sultana del Valle.

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