Desde que perdió tres de sus cinco sentidos, Fredy González desarrolló esta habilidad para conseguir el sustento diario.
Hace 32 años, Frecho como lo conocen popularmente, llega a las orillas del afluente a hacer lo que más le gusta.
“Poco a poco fui aprendiendo (…) me enamoré del río y me fascina”, afirma Fredy.
En esta lucha que lo ha llevado a ser reconocido por su vocación y la capacidad de salir adelante, su sobrino Marlon González lo ha acompañado en sus aventuras por el río.
“Él me escucha y yo lo entiendo, y lo mismo él me entiende a mí”, asegura Marlon.
Para Fredy, las adversidades que se le han presentado en la vida las ha podido afrontar con el don que posee.
Updated: julio 27, 2017 04:23 PM