Desde hechos que para algunos han parecido insólitos hasta escenas que parecen sacadas de una película, así han sido algunas de las maneras más absurdas de morir.
Una pareja en Carolina del Sur, Estados Unidos, murió tras caerse del techo de un edificio mientras mantenían relaciones sexuales. Según New York Post, los cuerpos de Brent Tyler y Chelsea Tumblestone, ambos de 21 años, fueron encontrados por un taxista.
Un mago aficionado intentó realizar el truco de ‘enterrarse vivo’. Se metió en un ataúd de cristal (construido por él), estuvo en una fosa, cubierto con tierra y concreto. Al parecer, la presión hizo que el cofre se rompiera y muriera asfixiado.
En 2011 se conoció el caso de una estríper que falleció asfixiada por sus senos. En cada uno tenía cuatro kilos de peso gracias a implantes mamarios, los cuales le causaban gran dolor. Tomaba un cóctel de vodka con un medicamento para aliviar las molestias. Un día se quedó dormida por esta mezcla y sus implantes le cubrieron el rostro.
La historia de Hans Steininger se remonta a 1567. Él fungía como alcalde de la localidad de Braunau Am Inn, Austria. Su barba medía 2 metros de largo y él la mantenía en uno de sus bolsillos. En medio de un incendio, el 28 de septiembre de aquel año, la barba se le salió del bolsillo, se tropezó con ella y se rompió el cuello.
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