Bryan Lawson, de 55 años, acusó a la compañía de energía australiana AGL de haber destruido su matrimonio, pues su última factura llegó por un valor de $833 dólares ($3.606.798 pesos).
El hombre venía teniendo problemas con la compañía, pues, según él, durante varias semanas cambiaron los números de su medidor de energía.
Mensualmente las facturas de la energía llegaban más costosas, tanto así que empezó a discutir con su esposa cuando notaba que las luces del hogar estaban encendidas.
le contó a New York Post.
Su esposa se cansó de la situación y decidió irse de la casa, acabando así con su matrimonio de 35 años.
A pesar de que Lawson actualmente vive solo en Sydney, las facturas siguen oscilando entre los $625 y $833 dólares ($2.706.181 y $3.606.798 pesos).
Debió buscar “estrategias” para intentar economizar energía, entre ellas, deshacerse de su refrigerador y no usar su calefacción.
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