Dakota Cooke, una mujer de 30 años, notó a los 13 el crecimiento anormal de vello en su rostro, lo cual la hizo sentir insegura.

La artista, quien actúa en Las Vegas, compartió en sus redes sociales que sus años de adolescencia estuvieron llenos de ansiedad e incomodidad.

Sus padres la sometieron a varias pruebas médicas, pero en ninguna se diagnosticó por qué le crecía vello facial a la joven. Los doctores llegaron a pensar que se trataba de sus glándulas suprarrenales, las cuales pueden producir niveles elevados de testosterona.

“Comenzó con una pelusa de durazno en mi cara que empezó a alargarse y oscurecerse”,

relató Cooke.

Para la joven era muy incómodo ver que mientras sus amigas aprendían a depilarse las piernas, ella estaba intentando quitar los vellos de su rostro.

Llegó a pasar por su cara una cuchilla dos veces al día

Reveló que en uno de sus primeros empleos trabajó como maquilladora y que por ello se afeitaba el rostro tanto en la mañana como en la tarde.

En 2015 su vida cambió

Uno de sus amigos le habló sobre conseguir un trabajo en el circo, idea que llamó la atención de Cooke, quien “se enamoró de la idea de ser una mujer barbuda”.

“Eso fue el catalizador que comenzó mi viaje para amarme a mí misma y a mi barba“,

contó. Además, detalló que su familia y amigos la han apoyado a lo largo de su proceso de autoaceptación.

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