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Impunidad, la otra pandemia: qué pasó con Interbolsa, las libranzas y otros escándalos de corrupción

Noticias Caracol le pone la lupa a una justicia que, en varios casos, estaba paralizada mucho antes del coronavirus. Aquí, ¿si paga el que la hace?

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Escándalos como Interbolsa, la Dirección Nacional de Estupefacientes, Odebrecht y la estafa con libranzas están a punto que quedar en nada, en la impunidad total.

Interbolsa

Estalló en el 2013 y siete años después, las víctimas de esa estafa siguen reclamando castigo para los responsables y lo más importante: que les devuelvan toda la plata que invirtieron.

Interbolsa va a ser noticia porque en los próximos días van a prescribir delitos, es decir, se van a vencer los plazos para que la fiscalía pueda seguir investigando a los implicados.

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Para las víctimas es un proceso plagado de una sensación inocultable de injusticia amparada en negociaciones poco provechosas para ellos y repetidas prescripciones que benefician a los cerebros de esta debacle financiera.

"Nosotros sabíamos que no iban a pagar muchos años de cárcel”, dice resignado Óscar Cardona Álvarez, una de las víctimas de Interbolsa.

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De los llamados cerebros de la estafa fueron vinculadas por lo menos diez personas de las cuales han sido condenadas seis, entre ellos Rodrigo Jaramillo y su hijo Tomás, así como Juan Carlos Ortiz. Condenas logradas por acuerdos con la Fiscalía que llegaron a sentencias pocos satisfactorias para las víctimas.

Otros de los cerebros están en etapa de juicio que aún no se ha podido reanudar.

Pero este escándalo tiene otro componente: el Fondo Premium, donde los mismos involucrados protagonizaron otro des
calabró financiero que dejó también a más de 1.200 personas afectadas, diferentes a las de Interbolsa, se estima una superior a los 170 millones de dólares.

Recuperar los dineros captados ilegalmente por Interbolsa ha sido difícil, incluso para las víctimas del Fondo Premium que, aunque en el papel lograron la devolución del 100% del capital invertido, la realidad es distinta porque son pocos los que han recibido el dinero y muchos los que se han quedado con las manos llenas de unos derechos fiduciarios, que no son otra cosa que bienes que deben venderse para repartir la ganancia entre los mil 200 estafados.

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Esperando justicia, muchas víctimas que quedaron en la inopia murieron. Los que han sobrevivido a esta tragedia financiera y esperaban que el Estado les impusiera un castigo a sus victimarios ya perdieron sus esperanzas.

Los últimos delitos, por lo menos en Interbolsa, prescriben este año. Mientras en el Fondo Premium, si bien ese tiempo es más largo, desde ya las víctimas creen que la suerte será la misma: el camino a la impunidad o al menos a condenas irrisorias y reparaciones que no cubren la perdida.

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Elite y Estraval, el fraude de las libranzas

Miles de colombianos entregaron sus ahorros a las compañías teniendo la plena seguridad de que -bajo la vigilancia de la Superintendencia de Sociedades, la Superintendencia Solidaria y revisores fiscales de renombre- iban a obtener grandes beneficios económicos por su inversión.

  • Modus operandi de estas estafas

En Elite, por ejemplo, una empleada pública pidió un crédito de libranza por un millón 100 mil pesos a una cooperativa en Barranquilla, que con los intereses subió a 3 millones 218 mil 220 pesos, pagaderos a cinco años. Con ese valor final firmó el pagaré que respaldaba el crédito.

La cooperativa le vendió ese pagaré a la compañía Elite, que asoció a muchos nuevos inversionistas, quienes esperaban las jugosas utilidades. Pero resulta que el pagaré, según relata la misma empleada, nunca se hizo efectivo, porque ella finalmente desistió del crédito. Aun así, hicieron el pagaré por tres millones 218 mil 220 pesos y lo adulteraron para aumentar su valor a 18 millones 218 mil 220 pesos.

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Ese caso descrito se repetía cientos de veces con otras personas y otros pagarés. En Estraval la historia no difiere mucho.

“La gente de Estraval empezó a fabricar una seria de pagarés libranzas que eran inexistentes y comenzaban a asignárselos a los inversionistas, entonces captaban dinero, es decir, que una persona entregaba unas libranzas que no existía o una libranza que había sido vendida hasta cinco veces a diferentes personas”, explica José Alberto Zambrano, abogado de las víctimas.

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  • El paso a paso de la impunidad

En el caso Elite y sus cooperativas se captaron, del 2012 al 2016, cerca de 1,6 billones de pesos, afectando a más de 6 mil familias directas.

En Elite, cerca de 400 mil millones no aparecen. Según las víctimas de este caso, se ha aportado material probatorio suficiente para que haya una intervención adecuada a los implicados de manera administrativa como penal.

En el caso Estraval, según cifras oficiales, se captaron de manera ilegal cerca de 600 mil millones de pesos, afectando a 5 mil 250 personas.

Hasta el momento se ha reparado en su totalidad a 803 personas y se han recuperado 238 mil millones de pesos, mientras que 4 mil 447 víctimas siguen esperando por sus más de 376 mil millones de pesos que no aparecen.

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Son cerca de siete personas las que están siendo investigadas por este caso. Sin embargo, al día de hoy, ninguna está pagando cárcel por los delitos que presuntamente cometieron.

Escándalos en la DNE

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Hace diez años se destapó uno de los mayores escándalos de corrupción en Colombia. Lo peor es que compromete más de 70 mil bienes incautados a la mafia administrados por la Dirección Nacional de Estupefacientes.

En este caso se investiga el beneficio que habrían recibido muchas personas con bienes en poder de esta entidad, por lo menos 25 han resultado mencionadas. Entre ellas los directores de la entidad para la época de los hechos.

Carlos Albornoz, quien ocupó la dirección de la DNE entre 2006 y mayo de 2009, fue señalado de tráfico de inmuebles de la mafia. Sin embargo, ha sido absuelto, entre otras, porque un juez consideró que la Fiscalía no aportó elementos para aprobar los cargos de interés indebido en la celebración de contratos, fraude procesal y peculado por apropiación.

Albornoz tiene aún abierto otro proceso en el juzgado 37 de conocimiento.

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Omar Figueroa, director de estupefacientes en el 2003. El juzgado 22 de control de garantías le concedió la libertad por vencimiento de términos.

A Figueroa la Fiscalía lo señaló de supuestas irregularidades en los contratos de arrendamiento de varios bienes incautados durante 2010.

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En este entramado se habló de 14 congresistas que habrían sido beneficiados con esa venta o arriendo de bienes de la mafia. No obstante, las investigaciones en la Corte Suprema terminaron absolviéndolos.

“Es una investigación que lleva años y no pasa absolutamente nada. Otro de los casos es Reficar, donde hubo situaciones de miles de millones y no pasa nada”, sostiene Ariel Ávila, politólogo.

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