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La fiscal de la Justicia Penal Militar que no iba a trabajar y el arsenal de pruebas en su contra

El director de la Justicia Penal Militar, José Reyes Rodríguez, indicó que 14 procesos contra uniformados prescribieron y tuvieron que ser archivados por cuenta del ausentismo de la fiscal Elsa Saldaña que fue despedida.

La fiscal de la Justicia Penal Militar que no iba a trabajar y el arsenal de pruebas en su contra

Un total de 14 expedientes que cursaban en la Justicia Penal Militar contra militares y policías por delitos como homicidio, lesiones personales, peculado y concusión quedaron en la impunidad en los últimos años porque la fiscal que los tenía a su cargo, Elsa Saldaña de Mayorga, simplemente no iba a trabajar.

“La señora no venía a trabajar. Ahí tenemos registros de que venía en ocasiones máximo 5 o 6 días al mes y de pronto venía unas horas, unas dos o tres horas, y nada más. Según entiendo, las secretarias le proyectaban las decisiones y su rol era revisar si estaban correctamente, firmarlas, y si no decir qué les falta o qué hay que hacer, pero ni así. Ni proyectándole las decisiones avanzaba”, denunció el director de la Justicia Penal Militar, José Reyes Rodríguez Casas, quien la declaró insubsistente el pasado 2 de enero.

Informes administrativos, denuncias internas, entrevistas a funcionarios, entre otras pruebas, revelaron un patrón de conducta que Rodriguez Casas calificó como una abierta obstrucción a la justicia.

“Lo más grave es que es un hecho patrón de conducta, sistemático. Es que no pasó en una ocasión ni en dos ni en tres, no pasó en un día ni en un mes ni en un año, venía pasando desde hace mucho tiempo y eso es una obstrucción sistemática a la prestación del servicio de justicia. Catorce procesos que han prescrito bajo la administración judicial de la doctora Saldaña de Mayorga adrede”, dijo el director de la Justicia Penal Militar.

Según el alto funcionario, su propio equipo de trabajo en múltiples ocasiones le advirtió a la exfiscal Elsa Saldaña de Mayorga que esos procesos iban a prescribir y aun así no hizo nada.

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“La prescripción de la acción penal es lo más grave que le puede pasar a un caso penal porque significa que el Estado pierde la oportunidad de investigar y juzgar a un presunto delincuente o a una persona que posiblemente ha cometido un delito y entonces eso significa que es inferior a sus responsabilidades, que la administración de justicia en ese contorno, en ese contexto, no funciona, no sirve”, señaló Rodríguez Casas.

Dos funcionarias de la Justicia Penal Militar le narraron al director Rodríguez Casas esta cadena de irregularidades en una entrevista. Omitimos sus nombres por la reserva de la investigación.

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La primera de ellas relató: “El problema es que ella viene cinco días, seis días al mes, o sea, ¿qué se puede avanzar en eso, doctor? Entonces, yo digo: cómo llega uno y encuentra procesos de 2015, 2016, 2017 que hizo el cierre y no se ha calificado. Doctor, no es justo que a una persona le paguen y no trabaje y nada pasa, es que esa señora lleva años haciendo eso y todo el mundo callado”.

Otra funcionaria añadió en la entrevista: “Todo el mundo comenta y dice allá entre los mismos funcionarios: la doctora Elsa no viene a trabajar y no pasa nada, se está ganando su sueldo, está defraudando la administración, la administración de justicia, por Dios. Sí, de pronto ella está enferma, y seguramente sí está enferma a su edad, pero por qué la administración de justicia es la que tiene que cargar con eso”.

Una de las declarantes, incluso, reveló que fue regañada por la hoy exfiscal porque no prendía la luz de la oficina que mantenía vacía. Ella recordó el episodio así: “‘Usted sabe que tiene que prenderme la luz, porque entonces se dan cuenta que yo no he venido. Y yo le dije: ‘Doctora, pero es que la misma doctora me dijo que por qué no apagaba la luz, que si no había una persona, que eso había una circular y es que eso siempre es así’. ‘Ay, sí, pero usted no se ponga a comer cuento de eso ni nada de eso. Esté o yo no esté, esa luz tiene que estar prendida’”.

Según José Reyes Rodríguez, no se encontraron las incapacidades médicas que pudieran justificar las reiteradas ausencias laborales de la exfiscal Elsa Saldaña de Mayorga, quien duró más de 22 años en la entidad. Su sueldo mensual era de $13.420.000 y recibía anualmente por concepto de primas y bonificaciones $50 millones adicionales.

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Sobre las continuas dolencias de Saldaña, una de sus excolaboradoras agregó: “Ella dice que sufre de fibromialgia, que es una enfermedad que, pues dice ella, le afecta mucho su salud, que inclusive hay días en los que ella no se puede levantar de la cama del dolor que le da en el cuerpo. Desde que yo llegué siempre fue así. No venía, no venía, estoy enferma, esporádicamente enviaba incapacidades”.

Noticias Caracol buscó a la fiscal retirada, quien negó que en su despacho se presentaran esas prescripciones. Además, Elsa Saldaña de Mayorga se quejó de que su secretaria jamás le ayudó a sustanciar los procesos, calificó como injusta su insubsistencia a cuatro meses de obtener su pensión y anunció acciones legales.

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Sobre su condición de salud, Saldaña manifestó a través de un mensaje de WhatsApp: “Es bueno saber que desde hace 10 años presenté un problema oncológico que me afectó a lo largo de todo este tiempo, desarrollando cuadros de ansiedad y depresión que no he podido superar, por el cual estoy medicada y (en) controles periódicos. Además de presentar fibromialgia y otras situaciones de salud que imperativamente disminuyen mi capacidad laboral, pero eso no insta a que trabaje a mi ritmo, pues desde la pandemia estoy pendiente de una cirugía del ojo derecho ya que tengo una catarata dura que me resta total visibilidad”.

El director José Reyes Rodríguez, sin embargo, está convencido de que la exfiscal Saldaña de Mayorga defraudó a la justicia y por eso enviará todas las pruebas que recogió a la Fiscalía y a la Procuraduría.

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