Por segundos Juegos Olímpicos consecutivos, la levantadora de pesas Mercedes Pérez se quedó en la antesala del podio, con un cuarto lugar en la categoría de 64 Kg, cerca de darle una segunda medalla a su país en halterofilia.
Pérez, que ya fue había sido cuarta en Rio 2016, cerró su participación con un total de 227 puntos, tres por detrás de la taiwanesa Wen-Huei, que se quedó con el bronce.
La canadiense Maude Charron se alzó con el oro con 236 puntos, mientras que la italiana Giorgia Bordignon fue plata gracias a sus 232 kilogramos.
En un dramático final, la aguerrida Mercedes Pérez tuvo un último intento en el envión por levantar 131 kilos que, de haberlo logrado, le hubiera asegurado al menos un bronce.
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"Fue un momento muy crucial. Se me pasó toda mi vida por la cabeza, desde chiquita, lo que he venido luchando", dijo la deportista de Santa Marta entre lágrimas en la zona mixta.
Con uno de sus característicos gritos de automotivación ("¡Con el alma!"), Pérez dio todo lo que tenía para alcanzar la ansiada medalla olímpica que se le escapó cinco años atrás.
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Sin fuerzas para conseguirlo, dejó caer la pesa, cayó sobre sus rodillas y se desplomó de espaldas con un alarido de dolor.
"Lo único que me queda por decir es que lo di todo. Me duele en el alma, pero di lo mejor de mí", se resignó.
"Me siento un poco en deuda con mi país y con mi familia, que confiaron en mí", lamentó la colombiana, que sumó 101 kilogramos en el arranque y 126 en el envión.
"Lo que me duele es que son pesos que hacía a diario", aseguró. "No entiendo qué pasó en ese momento, pero le pido disculpas a Colombia".
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