Salió herida y a la vez triunfante, pues su hijo se salvó. Uno de los atacantes llevó la peor parte.
Como ocurre en los documentales de vida salvaje, la cámara capta a la leona y su pequeña cría siendo rodeados por al menos diez animales salvajes que a la vez los atacan por todos los ángulos.
El cachorro, asustado y desconcertado por la mezcla de rugidos, busca esconderse bajo las patas de su mamá. Mientras tanto, ella lanza feroces mordidas hasta que logra someter a uno de los depredadores.
El resto de la jauría se lanza sobre la leona para defender a su compañera, momento en el que el pequeño felino queda solo y aprovecha para escapar a un lugar seguro.
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Después de la lucha, la leona retoma su lugar, no huye, y así la manada entiende que deben buscar otra presa si quieren almorzar.
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La escena ocurrió en la reserva Moremi de Botswana (África) y fue captada por viajeros que estaban de safari.
La compañía LatestSightings.com recogió las palabras de la persona que hizo la grabación: "al día siguiente volvimos a ver a los perros salvajes. Uno de los perros había sido mordido y cojeaba”.
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