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Aunque en esa nación los cocodrilos proliferan, no es común que estos animales ingresen a las zonas en donde habitan los humanos y mucho menos que los ataquen. Sin embargo, toda regla tiene una excepción, como en este caso, donde Kai Hansen tuvo que plantar cara al reptil para espantarlo.
Sorprende, por obvias razones, la tranquilidad con que este hombre confrontó al depredador. De hecho, en el video se ve que por poco es mordido, pero un sartenazo sobre la cabeza le bastó para salvarse.
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Este hombre, tendero de un pub, le lanzó otro golpe que sirvió para espantar al ejemplar de casi dos metros, que se dio la vuelta y desapareció entre la vegetación del pantano.