La erupción de un volcán es como un baile en el que todos fluyen: la lava, el gas, la ceniza y el flujo piroclástico. Es una danza abrasadora que sorprende y al mismo tiempo intimida. El fotógrafo e instagramer
Según Weinstein, el volcán tiene dos caras: una, la que ha llevado prosperidad a la población del lado norte a través del turismo y la abundancia de cultivos, y otra, la que han sufrido los pobladores del lado sur, por las erupciones masivas que han arrasado localidades. Fuego que purifica, pero también que destruye.