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Lo primero que aclaró Ana María Andrade, de 66 años, es que la persona del video no era su esposo, sino un compañero de trabajo que le teme a las agujas, pero que quería vencer ese miedo con tal de obtener el biológico que lo protegiera contra el coronavirus COVID-19.
Con la intención de bajar la tensión, bromeó con Cícero Sabino con el juego de amarrarlo. “Entonces, en broma, le pregunté al presidente si tenía una cuerda en su auto, y sí. Pero él pensó que la cuerda era para alguien en el puesto (de vacunación) que lo necesitaba”, manifestó a
Cuando fue el turno de vacunarse del hombre de 42 años, el personal médico no pudo contener la risa. Todo sirvió para que, entre risa y risa, Cícero olvidara por un momento su fobia. Y así fue.
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La escena ocurrió en Brasil el pasado 27 de enero, que coincidía con el natalicio del hombre amarrado, situación que también aprovecharon para cantarle la canción de cumpleaños y terminar de convencerlo de que todo iba bien.
“Fue sin malicia, una broma. No pensé que me iba a ir, pensé que solo me quedaría en el puesto en el que estábamos. Luana, una empleada del centro de salud, fue quien lo grabó. Era una simple broma”, recalcó la mujer.
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Una vez más señaló que el hombre amarrado no es su pareja. Eso sí, al llegar a casa le contó a su esposo y juntos rieron de la situación, sin imaginarse que pronto iba a viralizarse por las redes sociales.