La línea creada para quejas en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, que no es de emergencia, ha recibido insólitas llamadas en los últimos años.
Quejas por ruido, avistamientos de ratas y consultas sobre las muy odiadas reglas de estacionamiento en costados alternativos son algunos de los telefonazos que reciben los operadores.
Pero el número 311, en sus 20 años en funcionamiento, también recibió una buena cantidad de consultas extrañas que los operadores pueden haber tenido problemas para responder, reveló la ciudad.
"¿Me puede decir los pasos para hervir un pollo vivo?", preguntó una persona que llamó, según una lista publicada para resaltar las dos décadas de historia de este servicio especial.
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Otro quería saber si podía colocar a su perro como dependiente de sus impuestos.
"¿Puedes comprobar si mi novio está casado?" fue otra solicitud a la línea de quejas, al igual que, "¿puedes comunicarme con un ufólogo?"
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Una persona que llamó quería saber quién ganó el programa de talentos de televisión American Idol, mientras que otra quería denunciar que "una cabra está atada a la escalera de mi edificio".
"Un mapache está comiendo lasaña en mi porche", también entró en la lista de "llamadas para recordar" de la línea creada para quejas.
La ciudad dijo que el 311 había recibido más de 525 millones de contactos por teléfono, mensajes de texto, publicaciones en redes sociales y otros medios desde su lanzamiento, en marzo de 2003.
El alcalde Eric Adams señaló en un comunicado que la línea creada para quejas se había convertido en "un recurso indispensable para los neoyorquinos" durante las últimas dos décadas.
Le destruyeron la maleta y recibió una increíble compensación
En otros hechos, una mujer compartió en redes sociales cómo una aerolínea le destruyó la maleta. En la imagen se ve que al equipaje, al parecer, le pegaron con un objeto contundente en una esquina.
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Para compensarla, la aerolínea Delta le envió a su casa 13 maletas nuevas. La neoyorkina agradeció el gesto y decidió devolver 11 de esos obsequios, quedándose solo con dos.
Se perdió el primer día de trabajo
Para un conductor de bus de Barranquilla su primer día de trabajo no fue como lo esperaba, pues, tal vez nervioso, olvidó la ruta que debía tomar y terminó perdido por las calles de la capital del departamento de Atlántico.
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Pese a la incómoda situación, los usuarios se apiadaron de él y le ayudaron, con indicaciones, a retomar la ruta que tenía asignada. “A la derecha”, eran algunas de las instrucciones que le daban.
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