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Mujer asegura que, tras perder su trabajo, come una vez a la semana para mantener a sus 6 gatos

Lo poco que recibe al mes lo invierte en “arena, comida de gatos, galletas y leche especial”. Su dieta se basa en té de menta para reducir el hambre. Esta es la sorprendente historia.

mujer come una vez a la semana para alimentar a sus 6 gatos
Su dieta se basa en té de menta para reducir el hambre -
Pixabay.

En el Reino Unido vive Yasemn Kaptan, una mujer de 46 años que recientemente perdió su trabajo. Su historia no sería tan sorprendente si no fuera por sus más recientes revelaciones. Ella aseguró que come una vez a la semana para así ahorrar dinero y poder alimentar a sus 6 gatos.

Conforme a lo publicado por Mirror, ella gasta a la semana 69 libras esterlinas, más de 400 mil pesos, en la manutención de sus gatos.

Asegura que su dieta se basa en té de menta que le ayuda a reducir el hambre y pocos alimentos sólidos. Dice que desde que perdió su empleo, producto de una osteoporosis, ha bajado 5 kilos.

Los gatos llegaron a su vida cuando ella tenía un buen empleo como compradora personal y podía darse varios lujos. No obstante, hoy la situación es completamente distinta.

“No tengo dinero de sobra, pero no puedo dejar que los gatos se vayan. Han crecido conmigo, los tengo desde que eran bebés. Pagué mucha plata para tenerlos, están en el final de sus vidas, no es justo dejarlos ir”, aseguró la mujer.

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La única comida que esta mujer ingiere a la semana está cocinada a base de verduras asadas como pimentón, cebollas y ensalada. Los demás días toma té de menta para el desayuno, el almuerzo y la comida.

“Cuando recibo mi subsidio de cuidador se destina para arena de gatos, comida de gatos, galletas y leche especial. Ellos consumen todo mi dinero. Solo puedo pagar una factura telefónica”, indicó.

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Yasemn Kaptan vive con su pareja y asegura que ya se están acostumbrando a este estilo de vida, que no será permanente: “Estaré bien, las cosas mejorarán. No hay nada que pueda hacer, pues no me desharé de mis gatos. Son mis pequeños bebés, me mantienen en marcha”.

No obstante, la situación económica afecta su estado anímico: “Lloro cada dos días, estoy tratando de ser feliz conmigo misma, pero estoy abajo, estoy cansada. Solo tomo líquidos para seguir adelante”.

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