Hace unas semanas,
Sin embargo, poco después empezaron a surgir algunas dudas sobre la historia.
En primer lugar, Gosiame Sithole, la madre de los supuestos bebés, jamás quiso publicar ninguna fotografía o dejar que alguna cámara los grabara. Insistía en que era por el bienestar y la privacidad de los pequeños, pero las dudas comenzaron a aumentar.
Del mismo modo, en un comunicado, el servicio de salud de Sudáfrica confirmó que en ningún hospital de Pretoria había registro de dicho nacimiento. Algo casi imposible teniendo en cuenta que un nacimiento de diez bebés no pasaría inadvertido o sin registro.
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Tras una investigación, el sistema de salud de Sudáfrica confirmó que dichos bebés nunca existieron. Y que Gosiame Sithole tampoco estuvo embarazada.
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Ante los nuevos hechos, el editor del medio Pretoria News, que había publicado la información, tuvo que aceptar que todo había sido un engaño.
Piet Rampedi señaló que está “lleno de tristeza y arrepentimiento” por su “primicia”.
Rampedi indicó que siempre creyó en la veracidad de la historia y que “falló al confirmarla”.
"Honestamente, nunca traté la historia de los décuples como una investigación. No utilicé ninguna herramienta de investigación o lista de verificación", escribió el editor a sus jefes. También se excusó con sus colegas por el efecto que la historia tuvo en su reputación.
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La Policía arrestó e inició una investigación a Gosiame Sithole por los hechos y en las últimas horas se conoció que está siendo evaluada por un psiquiatra tras inventar la historia.
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