Con un abanico de dólares frente a su sonriente rostro, Breon Hollings decía: “esto no va a parar”. Instantes después cayó preso. Sucedió en Estados Unidos.
“Somos de la oficina del alguacil de Jacksonville, tenemos una orden de registro”, dijo un agente y puso fin al vanidoso acto.
De inmediato, Hollings mira al techo y sale despavorido.
El cuarto queda vacío en ese momento de la transmisión, pero en el fondo se alcanza a escuchar el ruido que hacen los policías al ingresar con bombas de humo a la vivienda para capturarlo.
Posteriormente, uno de los uniformados que participó en el operativo se da cuenta de que el teléfono está transmitiendo y lo detiene.
La Policía de Jacksonville aclaró que ese Facebook Live no tuvo que ver con la detención y que se trato de una coincidencia.
De acuerdo con el informe de las autoridades, el detenido tenía drogas sintéticas y crack, así como una escopeta ilegal con municiones.
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