Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Pese a no tener colon, estómago, ni recto a este hombre hacer maratones le ha salvado la vida

Fue diagnosticado con una enfermedad hereditaria la cual tiene alta posibilidad de desarrollar tumores malignos en su tracto digestivo. Vea esta historia de superación personal.

Juan Dual, el maratonista que no tiene colon, estomago, ni recto
Juan Dual, el maratonista que no tiene colon, estomago, ni recto
Tomada del perfil de Instagram de @dualcillo

Juan Dual es el hombre que no tiene estómago ni colon ni recto y a quien el deporte lo ha salvado, pese a haber estado tres veces a punto de perder la vida.

A los 13 años le diagnosticaron poliposis familiar múltiple, una enfermedad hereditaria que le dejaba un 99,8% de desarrollar cáncer en su aparato digestivo. Una abuela y un tío suyo fallecieron por esta dolencia.

La única salida para evitar que el cáncer se desarrollara en su cuerpo fue una cirugía para retirar el órgano enfermo. A sus 19 años le extirparon el colon y el recto. A los 20 años, empezó a subir de peso y llegó a pesar 106 kilos.

Publicidad


La operación más fuerte fue a sus 28 años cuando le extirparon el estómago, casi se muere en la cirugía, pues sufrió un derrame. Al poco tiempo, una bacteria se adueñó de su vesícula biliar y no quedó otra alternativa que removerla también.

“Hice el tonto una vez, pero no dos. Con el apoyo de Pepa, mi nutricionista, reaprendí a comer. Así volví a andar, luego a trotar y ya a correr", dijo Juan Dual para el diario deportivo Marca.

Publicidad

Fue una amiga, que se preparaba para disputar una maratón, quien lo invitó a salir a correr con ella. En poco tiempo comenzó a disputar carreras y a los 8 meses, después de la operación del estómago, terminó la media maratón de Barcelona.

La ausencia de estómago coarta la aparición del hambre. El cerebro no recibe la señal de que necesita comer. En su día a día tiene fijados los momentos para alimentarse.

Para hacer deporte tiene su propio ritual, ha aprendido a escuchar y ahora reconoce las señales que le manda su organismo para no sufrir desmayos por la falta de nutrientes.

Publicidad

“No puedo comer en movimiento, me tengo que detener. En muchas carreras me pasan rivales porque me detengo 10 o 15 minutos y luego los vuelvo a pasar. Muchos se quedan extrañados cuando le vuelvo a adelantar”, manifestó.

Publicidad

Se define como un nómada, ha tenido la oportunidad de viajar a Japón e Inglaterra, realizó un voluntariado en Nicaragua y hace cinco años se embarcó en una aventura de recorrer más de 10 mil kilómetros en bicicleta

Ahora, es embajador de la fundación ‘El Sueño de Vicky’, una entidad que se enfoca en la investigación sobre el cáncer infantil, y continúa compitiendo en maratones.

En nombre va a publicar un libro sobre su historia de vida, el deporte y alguna que otra receta culinaria.

Publicidad

  • Publicidad