En Estados Unidos, un restaurante
Todo ocurrió en el restaurante Oven and Tap ubicado en Arkansas. Allí se celebraba una fiesta a la que asistieron 40 personas. El anfitrión de la reunión, un hombre llamado Grant Wise, decidió junto a los invitados dejar una significante propina para las dos meseras presentes esa noche.
Todos los asistentes del lugar dejaron 100 dólares como propina, por lo que, al final del evento las meseras obtuvieron un total de 4.400 dólares, cada una recibiendo 2.200 dólares respectivamente.
Cabe recalcar que el hombre consultó las políticas de propinas con el establecimiento y este indicó que no había ningún inconveniente. Sin embargo, aunque dicha cantidad era beneficiosa para las meseras, el restaurante no permitió que las mujeres recibieran el pago, pues consideraban que debían compartirlo con sus compañeros.
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Una de las meseras logró comunicarse con el cliente y le comentó lo sucedido, por lo que el hombre le pidió al lugar la propina de vuelta y se las entregó personalmente.
Ella fue despedida, dicen, porque la mujer "rompió las reglas" al contactar a un cliente.
El restaurante le indicó al medio
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"La camarera que fue despedida varios días después de que el grupo cenara con nosotros no fue despedida porque decidió quedarse con el dinero de las propinas", concluyeron en el comunicado.