Una pareja que caminaba por la costa de Sao Paulo, en
“No creemos que pueda ser humana por el tamaño y la cantidad de falange. Estamos impresionados”, reconoció Leticia Gomes, la mujer que tomó las fotografías y que las hizo públicas en sus redes sociales.
Pero dejando de lado las bromas y las teorías conspirativos, también han aparecido expertos que tienen respuestas más terrenales.
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El medio
Para él, la supuesta mano gigante no es más que la aleta delantera de una tortuga marina en descomposición. “El hecho de que los huesos aún estén en un buen estado de conservación demuestra la madurez del ejemplar. Los animales adultos tienen estructuras óseas más resistentes que los animales jóvenes”, señaló.
A falta de pruebas científicas, esta es la explicación más aterrizada. Lo único de lo que hay certeza es de que el mar esconde misterios que aún el hombre no ha podido descubrir.