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Atracos, asesinatos y extorsiones: dolor de cabeza diario para los medellinenses

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La Medellín de a pie ofrece uno de los mejores termómetros para medir la percepción de seguridad: la gente. ¿Qué piensa el medellinense, cómo estamos en seguridad?

El último año para Medellín fue duro en indicadores de violencia como el homicidio, con cifras que superaron los 534 asesinatos, o el hurto a personas, donde se incluyen robos de vehículos, celulares, viviendas o al comercio, que tuvieron un incremento notable.

Por ejemplo, cifras de la Secretaría de Seguridad indican que el hurto a personas pasó de 320 denuncias en enero de 2016 a 333 en el mismo lapso de este año y el ítem de robo a entidades financieras pasó de cero casos en los primeros 31 días de 2016 a 2 en ese periodo de este año.

Sin embargo, el número de denuncias de robos a establecimientos comerciales muestra una disminución importante: 81 frente a 49, en el periodo comparado.

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La extorsión es otro indicador. Un hombre, que por temor no muestra su rostro, cuenta cómo en la Comuna 9 (Buenos Aires), las vacunas son ya un gasto más, como la gasolina, las llantas o el mantenimiento de sus vehículos.

“Este año por lo menos aumentó en 7 mil pesos, nosotros no estábamos de acuerdo con esto, pero nos toca pagarlos. Ya tenemos que pagar sumas exageradas de 32, 38 y 42 mil pesos. Si lo suma al mes o al año, son casi 14 millones de pesos que tenemos que pagar”, dijo la fuente.

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[Vea también: Antioquia lidera lista negra de casos de extorsión denunciados en Colombia]

Según la regional de Antioquia de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), el 90% de los tenderos paga algún tipo de ‘vacuna’ (extorsión) y sólo en el centro de Medellín esta renta puede generarles a los delincuentes unos 100 mil millones de pesos al año. Aparte de otras rentas.

“Las ventas de CD’s piratas, las presiones que hacen a los comerciantes para que vendan las arepas. Hay rentas que son muy sutiles como es la extorsión o el pago por una supuesta seguridad que les dan a los habitantes en los barrios”, explicó German Valencia, docente de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.

Un último año traumático, pero que contrasta con los esfuerzos de la institucionalidad para contrarrestar la violencia.

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El alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez, aseguró que la baja en algunas cifras es la respuesta a un año lleno de fuertes operativos y de la persecución decidida de las estructuras criminales que, al sentirse perseguidas, reaccionaron disparando los anteriores indicadores.

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