Cuando Nacional se llevó a casa la Copa Libertadores de 1989

En el corazón de algunos aún vive ese momento. Una final, literalmente, de infarto, con una serie de penaltis que mantuvo en vilo a todo un país.

Al final el resultado fue justo, Nacional se quedó con la Libertadores de 1989 al ganarle a Olimpia de Paraguay, con un René Higuita en su nivel más alto.

Pero antes de este histórico momento, todo comenzó algunos meses atrás, cuando un Francisco Maturana, recién llegado a la dirección del verde, decidió conformar a partir de 1987 un equipo ‘criollo’.

En su mira estuvieron quienes hoy son grandes ídolos: Leonel Álvarez, Luis Carlos Perea, Gildardo Gómez, René Higuita, John Jairo Trellez, Jaime Arango, Albeiro 'el Palomo' Usurriaga, Luis 'el Bendito' Fajardo, Jairo Carmona, Andrés Escobar (fallecido) y Alexis García, entre otros.

Fue así como el equipo comenzó a ascender en el campeonato local, luego de varios años de rezago.

En 1988, en un torneo de ocho, Nacional obtuvo en segundo puesto y Millonarios quedó campeón. Entonces llegó la Copa Libertadores.

Nacional quedó en el grupo 3, y el primer partido fue un empate a un gol con Millonarios en Bogotá.

En Guayaquil, frente a Emelec, el equipo paisa empataría de nuevo a un gol.

Contra el Deportivo Quito la historia sería la misma, un empate: 1-1.

En los partidos de vuelta, todos en Medellín, Nacional aumentó su poder frente a una hinchada que llenó siempre el estadio.

Si bien en el primer partido de vuelta frente a Millonarios perdió 0-2,  ocho días después dejaría atrás, un miércoles de mayo, al Deportivo Quito al vencerlo 2-1.

Luego el turno sería para Emelec, que recibió tres goles y Nacional solo uno.

En abril de 1989 se jugarían los octavos de final. En su encuentro con el Racing Club, de Argentina, Nacional ganó 2-0, el segundo lo perdería 1-2.

En cuartos de final el turno fue de nuevo para Millonarios. En el primer partido Nacional ganó por un gol, en el partido de vuelta hubo un empate.

En semifinal enfrentaría al Danubio. En el primer partido, en la ciudad de Montevideo, el cotejo terminó sin goles. Ya en Medellín, el Nacional le metió seis goles y no recibió ninguno.

El primer partido de la gran final se jugó en el Estadio de Defensores del Chaco, en Paraguay, contra el Olimpia. En aquella oportunidad los paraguayos ganaron por 2 goles a 0.

Ya en Medellín la historia cambiaría. Nacional metió dos goles y siguió la agonía de los penaltis.

Finalmente Nacional se impuso 5-4 y se alzó con la Copa Libertadores en el Estadio El Campín de Bogotá.