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El angustioso llamado de un joven a su esposa para que no lo dejara morir

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Foto: Daniel Felipe Cano Gutiérrez. Cortesía.
Era buscado con desespero, con angustia, desde el viernes 14 de octubre, pues una llamada que recibió su esposa no daba para menos.
En su agonía, Daniel Felipe Cano Gutiérrez le había marcado desde su teléfono celular para implorarle que no lo dejara morir.
Minutos antes, este joven de 24 años, que se desempeñaba como ayudante de conducción de una alta funcionaria de la empresa Transregional en Medellín, había desaparecido.
Le había dicho que iba a ver una motocicleta que estaba interesado en comprar, pero a pesar de que su móvil estaba provisto de un dispositivo GPS, sus familiares le perdieron el rastro.
Tras la súplica de Daniel Felipe, sus allegados llamaron la atención de los medios de comunicación, y en los grupos de información de los periodistas comenzaron a circular mensajes con sus datos.
“Dos tatuajes en el brazo derecho con los nombres pompilio y mariangel. Vestía jean azul claro camiseta negra tennis negro y gorra negra (sic)”, decían los mensajes que pedían informar sobre su desaparición.
Mientras tanto, lo buscaron en hospitales, en las morgues municipales y no lo encontraron.
Pero la Policía sí lo logró. Daniel Felipe fue ubicado este martes en un paraje de la vereda Salinas, en la vía que de Caldas se llega al municipio de Amagá. Había muerto, le propinaron múltiples heridas con arma blanca.
Las autoridades investigan los móviles de este misterioso asesinato, que no solo tiene absortos a los familiares de Daniel Felipe.
En Transregional aún se preguntan qué pudo suceder con Daniel Felipe, que se mostró callado, respetuoso, cumplido y trabajador durante los cerca de dos meses que laboró para una alta funcionaria de la compañía.

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