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El no rotundo de la justicia a sacerdote condenado por paramilitarismo

Óscar Albeiro Ortiz Henao, el exsacerdote de la parroquia del barrio El Limonar, en el corregimiento San Antonio de Prado en Medellín, acaba de recibir una mala noticia de parte de la justicia terrenal.

La Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso con el que la Procuraduría General de la Nación buscaba que se revisara por medio de la casación, la sentencia que lo halló culpable de tener vínculos con paramilitares y que lo condenó a 19 años de prisión.

Según se conoció, la Procuraduría aseguró en su petición que no fueron valoradas por los magistrados encargados del proceso supuestas contradicciones en las versiones de los testigos y que no había certeza de las reuniones que, según dijeron, el párroco sostuvo con jefes paramilitares del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

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El alto organismo judicial, además, señaló que la solicitud del Ministerio Público estaba mal presentada.

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La Corte ya había ratificado la condena contra el sacerdote al rechazar el recurso de casación.

El exsacerdote de El Limonar, había sido condenado por el Tribunal Superior de Medellín en agosto de 2013, luego de revocar la absolución dictada por un Juez Penal de Medellín.

Ortiz Henao fue señalado de liderar una banda integrada por reinsertados de las AUC, que cometió múltiples asesinatos, extorsionaba y desplazó forzosamente a habitantes de la zona entre abril de 2003 y abril de 2010.

Uno de los testimonios de las víctimas aseguró que: “en el barrio todos ‘le copiaban’ al padre”.

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Incluso, la sentencia en su contra dice que hubo “afirmaciones del propio acusado en las homilías, señalando a personas como guerrilleros, quienes posteriormente fueron asesinadas; manifestaciones públicas del procesado diciendo que había ordenado la ejecución de algunas ‘pelas’; actos de violencia sexual presenciados por el padre; agresiones físicas y verbales propinadas por aquél en contra de habitantes del sector; ‘palizas’ llevadas a cabo en la casa del acusado; entregas de dinero a integrantes de las bandas por concepto de extorsiones, que tenían lugar en presencia del padre Ortiz Henao”.

 

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