Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

“En menos de 5 segundos los carros quedaron flotando”

301014carrocarloshincapie_ch.jpg

Carlos Alejandro Hincapié es profesor de la Universidad de Antioquia y habitante del municipio de Guarne. Él nunca se imaginó que el violento aguacero que cayó sobre Medellín este miércoles, le haría pasar una de las experiencias más aterradoras de su vida.

Eran las 2:30 p.m. cuando el profesor universitario se dirigía a su casa, tomó la variante que conduce hacia la autopista Medellín – Bogotá y notó que a la altura del barrio Tricentenario empezó a caer granizo.

“En ese momento creo que se formó una avalancha porque se desbordó una quebrada, el andén estaba represando el agua y de un momento a otro todo el agua nos cayó encima”, dijo Hincapié.

El hombre, que iba detrás de un bus de la empresa Coonorte, dijo que de repente los carros empezaron a flotar y a dar vueltas.

Publicidad

Carlos Alejandro entró en pánico sin saber qué hacer en una situación como esa, “en ese momento no pensé en tirarme del carro, me asusté mucho porque el carro se estaba llenando de agua”.

Al notar que el agua estaba llegando a la altura de la ventanilla y que el carro se estaba empezando a inundar, el profesor decidió bajar el vidrio y lanzarse a través de ella.

Publicidad

Con asombro, notó que la cantidad de agua era mayor a lo que inicialmente pensaba: “el nivel me llegaba al cuello y estaba terriblemente helada”.

En medio de la laguna que se formó en el deprimido de Tricentenario, el hombre intentó salvar su carro, empujándolo hasta la orilla mientras la gente que veía lo que pasaba le gritaba que se saliera.

El bus que iba delante de él también empezó a flotar y en varias ocasiones ambos vehículos se golpearon por el movimiento del agua.

“Cuando el carro tocó suelo, me auxiliaron varias personas y ahí se dedicaron al bus”, cuenta Carlos Alejandro, quien aún no puede creer lo que le pasó.

Publicidad

Pero cuando creyó que todo estaría controlado, el nivel del agua empezó a subir más y por poco casi vuelve a arrastrar su vehículo.

Preocupado, se dirigió hacia la Terminal del Norte en busca de una grúa para sacar por fin su carro de allí, pero “ahí me encontré con la laguna del deprimido de la terminal y no había forma de sacar los carros”.

Publicidad

[[{"fid":"128826","view_mode":"default","fields":{"format":"default","field_file_image_alt_text[und][0][value]":"","field_file_image_title_text[und][0][value]":"Así quedaron las vías, imposible la entrada de las grúas."},"type":"media","attributes":{"title":"Así quedaron las vías, imposible la entrada de las grúas.","class":"media-element file-default"}}]]

Debido al mal olor causado por las aguas que salían de las alcantarillas y lo mojado que quedó, Carlos Hincapié tuvo que aprovechar y comprar ropa en el centro comercial de la Terminal del Norte, porque según afirma, ya estaba entrando en hipotermia.

Hasta las nueve de la noche estuvo esperando alguna solución para sacar su carro de allí, pero tuvo que volver a su casa en bus.

Este jueves, cuando volvió al lugar de los hechos, se dio cuenta que ya todo estaba diferente y pudo conseguir la grúa “ahora me toca esperar a ver si se puede salvar el carro”.

Publicidad

Para Hincapié, en este hecho confluyeron varias cosas, el fuerte aguacero, quebradas desbordadas y alcantarillas taponadas “se nota que varias habían colapsado porque por el olor se sentía”.

Considera que la vía tiene un problema al no tener desvíos, “yo intenté orillarme, pero ya no había dónde, era imposible, la única alternativa era seguir”, dice el docente refiriéndose al momento antes de haber quedado atrapado en el agua.

Publicidad

Sobre la maniobra para salvar su vehículo, afirma que perdió la percepción de cuánto estaba flotando el carro, “imaginé que el agua me llegaría a la cintura, pero fue más de un metro con 70”.

Dice que primero tuvo el instinto de sacar su carro, después vio la profundidad de la inundación y la turbulencia y se dio cuenta de su arriesgada acción. Agradece que no haya habido heridos y espera que su vehículo no haya sufrido mayores daños.

  • Publicidad