La dramática historia de un alcalde quemado con pólvora mientras celebraba la Navidad

Elkin Ospina, mandatario de La Ceja (Antioquia), sufrió un accidente con explosivos hace 23 años. Se ha sometido a cuatro cirugías y aún sufre las consecuencias.

El mandatario recuerda que de niño sus celebraciones y las de su familia eran con pólvora. Esos diciembres sonoros y llenos de estallidos cambiaron su vida un día como hoy, hace 23 años.

“Tenía una pila en el piso, la prendí y explotó. Casi pierdo cuatro dedos de mi mano, efectivamente perdí uno, se dañó toda la Navidad para mi familia. Sigo padeciendo los efectos de la pólvora después de tantos años”, relata Ospina.

Un elemento que muchos piensan es inofensivo, casi lo deja sin la extremidad. Ha pasado todo ese tiempo y el alcalde de los cejeños, cuyo municipio está a una hora de camino desde Medellín, todavía visita el quirófano para tratar de recuperar su movilidad.

“Son cuatro cirugías que llevo, la última hace tres meses, siempre buscando mejorar mucho mi mano para toda la vida”, cuenta.

Desde ese 24 de diciembre de 1994, Elkin Ospina no volvió a prender ningún elemento relacionado con la pólvora.

Y durante su paso como representante a la Cámara emprendió una lucha contra esos artefactos y ahora les envía un mensaje a los colombianos.

“Que por favor no nos dañemos las navidades ni el fin de año, que la pólvora es muy peligrosa, es venenosa y que marca para toda la vida. No quememos pólvora”, afirma.

Su historia recuerda a la de Mauricio Tobón, director del Instituto Para el Desarrollo de Antioquia (IDEA), quien perdió uno de sus ojos por un accidente con pólvora también durante unas festividades decembrinas.

Antioquia, que por tradición celebra con pólvora, no entendió aún lo peligrosa que es: 37 personas, entre ellas 17 menores de edad, engrosan la estadística de quemados en el departamento en lo que va de diciembre.