El mexicano apela a la fe para cuidarse de la pandemia, a la que el brasilero tilda de “gripita”. Y el estadounidense busca suspender cuarentenas mientras los casos aumentan.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró en días pasados amuletos religiosos cuando se le preguntó cómo se protegía, a sus 66 años, del coronavirus en México, que ya afecta a 475 personas y ha matado a seis.
"Son mis guardaespaldas", dijo López Obrador, un creyente declarado, tras sacar de su cartera un Detente del Sagrado Corazón de Jesús y otras imágenes.
El líder ya había mostrado antes esas imágenes, además de un billete de un dólar y un trébol de cuatro hojas que siempre lleva en la cartera.
Sin embargo, ahora suspendió todas las actividades no esenciales en el país.
El subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, subrayó que "cada titular de dependencia determinará quiénes no pueden suspender", toda vez que no pueden detener funciones en el sector salud, de hidrocarburos, energético, de limpieza y seguridad pública.
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Las autoridades sanitarias de México pidieron, entre otras disposiciones, el cese de todo trabajo que requiera el desplazamiento de personas a fin de contener la propagación del COVID-19 .
Jair Bolsonaro
En Brasil, el presidente culpó a la prensa de difundir la histeria y desautorizó al gobernador de Sao Paulo, quien ordenó la cuarentena para cerca de 46 millones de personas.
El mandatario, un excapitán del Ejército, de 65 años, llegó a afirmar que gracias a su "pasado de atleta", si contrajera el COVID-19 "no sería nada preocupante, porque sentiría cuando mucho una gripecita o un pequeño resfriado".
Un comunicado de una veintena de asociaciones brasileñas de profesionales de salud juzgó "intolerable e irresponsable" esa actitud y denunció un "discurso de muerte, incoherente y criminal".
El presidente del Senado, David Alcolumbre, quien contrajo el coronavirus y se encuentra en aislamiento domiciliario, también consideró "grave" la postura de Bolsonaro, a "contracorriente de las medidas tomadas en otros países en función de las recomendaciones de la OMS".
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"Nuestro país necesita un liderazgo serio, responsable y comprometido con la vida u la salud de la población", agregó.
A la fecha en Brasil hay 2.433 contagiados y 57 muertes.
Donald Trump
La situación más dramática es la de Estados Unidos, con 70 mil casos y más de mil muertes.
En los últimos tres días se duplicaron los casos y la curva sugiere que en cuestión de horas superará a Italia.
Pese a esto, Trump quiere desautorizar a los 17 estados que han decretado órdenes de aislamiento y reabrir el país para el 12 de abril, Domingo de Pascua.
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"Eventualmente la gente volverá a trabajar, volverá al colegio y volverá a la normalidad", manifiesta el presidente.