El histórico ex primer ministro de Japón
Shinzo Abe, de 67 años y quien gobernó de 2012 hasta 2020 convirtiéndose en el mandatario más duradero del Japón democrático, fue alcanzado por los disparos de un arma de fabricación casera ejecutados a bocajarro por un exmiembro de las tropas niponas, mientras celebraba un mitin en la ciudad de Nara (oeste de Japón).
El influyente político japonés falleció a las 17:03 hora local en un hospital de Nara, unas cuatro horas después de ser trasladado al centro en helicóptero desde el lugar de los hechos y sin que los médicos pudieran salvar su vida por los daños que sufrió en el corazón y varias arterias.
El gobierno de
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También fungió como presidente del Partido Liberal Democrático, de centro-derecha. Buscaba apoyo para ese partido de cara a las elecciones a la cámara alta japonesa previstas para el domingo, cuando fue asesinado.
El detenido por el atentado, Tetsuya Yamagami, es un hombre desempleado de 41 años y exmiembro de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa (Ejército nipón), quien se encontraba "insatisfecho" con el exmandatario, por lo que "se dirigió a matarlo", según dijeron fuentes policiales.
El asesinato ha sacudido a un país poco acostumbrado a los crímenes violentos y menos aún a los atentados contra políticos, y en donde se han multiplicado las reacciones de condena, las cuales también han llegado de mandatarios de todo el mundo.