Yesenia Lisette Aguilar tenía 23 años y 8 meses de embarazo el día que decidió, junto a su esposo James Álvarez, salir a caminar por las calles de Anaheim, en California, y una conductora ebria acabó con los sueños de su familia.
Una mujer identificada Courtney Pandolfi, de 40 años, fue la protagonista del lamentable hecho. Según información de las autoridades, el Jeep blanco que conducía saltó a la acera, golpeó a la joven embarazada y solo se detuvo hasta que chocó contra una estructura de metal que le impidió continuar su curso.
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Pandolfi, que en 2008, 2015 y 2016 había sido condenada por manejar bajo los efectos de las droga, fue acusada de asesinato, de conducir bajo la influencia de drogas y con una licencia suspendida, informó el Registro del Condado de Orange.
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“Esto es más que impactante y es absolutamente reprobable. No hay ninguna razón por la que una madre de 23 años esté muerta y su hija crezca sin ver la sonrisa de su madre o escuchar su voz”, dijo el fiscal Todd Spitzer. Y enfatizó: “Esto fue 100 por ciento prevenible. Esta mujer conocía las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol y lo hizo de todos modos. Esto no fue un accidente. Fue una elección, y fue mortal”.
Impaired Driver Charged with Murder in Death of Pregnant Woman. Woman had three prior driving under the influence convictions when she hit and killed 23-year-old mother-to-be in Anaheim. For full press release: https://t.co/Z91VgOvFDJ pic.twitter.com/HWGAAgeey9
— OCDA Todd Spitzer (@OCDAToddSpitzer) August 13, 2020
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Por su parte, el esposo de Yesenia y padre de la pequeña Adalyn Rose les comentó a medios locales que durante dos años habían intentado tener un bebé y cuando “finalmente tenemos la suerte de tener una hermosa princesa y estamos a un mes de su nacimiento” de repente, “en un segundo mi vida cambió".
La joven madre murió a causa de sus heridas, pero en una rápida acción los médicos realizaron una cesárea de emergencia y lograron salvar a la bebé que, aunque estuvo varios días en cuidados intensivos, se aferró a la vida y el pasado martes salió del hospital en brazos de su padre.
“Solo rezo para que esté sana. Ella es lo último que tengo de ella”, había señalado Álvarez en días posteriores al lamentable suceso que le arrebató a su esposa.
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Si es declarada culpable, Pandolfi podría enfrentar cadena perpetua. Está detenida en la cárcel del condado con una fianza de $ 3 millones.
Tras los hechos, Álvarez realizó una recaudación de fondos para el funeral de su esposa y, luego, una para “el futuro y el bienestar de Adalyn”.
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“Adalyn Rose se merece la mejor vida porque es una guerrera. Ella está luchando por su vida, lo que me enseñó que yo debo hacer lo mismo y luchar por ella. Ella es mi hija milagrosa. La única parte que me queda de mi bella esposa. Gracias nuevamente por todas sus donaciones”, escribió.
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