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Cartas revelan profunda amistad entre Juan Pablo II y filósofa polaca

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En el año 1973 Karol Wojtyla tenía 53 años, era cardenal y arzobispo de Cracovia, en Polonia. Anna Teresa era una filosofa polaca radicada en Estados Unidos, donde vivía con su esposo y sus tres hijos.
La relación entre el religioso y la filósofa comenzó a raíz del libro "Persona y acción", que él había escrito y que ella estaba estudiando.
Se reunieron en varias oportunidades en Polonia, a veces a solas, para hablar del libro, y claramente establecieron una amistad que incluyo paseos y largas conversaciones.
Hoy, a estas fotos se suman las cartas que el ahora san Juan Pablo II escribió a Anna Teresa un año después de conocerla, le mandó varios escritos desde Roma pues, según él, su correspondencia era espiada en Polonia. 
“Tus cartas están llenas de significado y son profundamente personales, a pesar de estar escritas en código filosófico”, decía en una misiva Wojtyla.
Al final de esa carta, añade. "Hay algunos asuntos sobre los cuales me cuesta  mucho escribir".
La BBC tuvo acceso a casi 350 cartas que el papa le mando a Anna Teresa durante 32 años; y si bien no han leído las que ella le envió al religioso, debido a que son parte de la colección privada de una biblioteca en Polonia, se puede adivinar que ella le declaró su amor.
“Querida Teresa, he recibido las tres cartas. Escribes sobre estar rota por dentro, pero no pude encontrar una respuesta a estas palabras”.
En 1976, Juan Pablo le regaló a su amiga el escapulario que le obsequio su padre el día de su primera comunión, y le dijo que ella era para él como un regalo de Dios.
Dos años más tarde lo nombran papa y la filósofa lo visita con frecuencia en el Vaticano. Nunca se suspendió la correspondencia, incluso en los años 90, siendo el papa un anciano.
"Estoy pensando en ti, en los lugares donde nos vimos, donde sostuvimos conversaciones importantes para ambos, donde juntos experimentamos la presencia de Dios".
Anna Teresa estuvo con el papa hasta el último día de su vida. Según el Vaticano, fue a verlo horas antes de morir.
No existe ninguna evidencia que dé a entender que el papa Juan Pablo rompió sus votos de castidad.

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