La última noche en los camarotes del ‘Rapsodia’ para Andrés y Laura, dos de los tripulantes, fue más que especial pues además de poner fin a su travesía en altamar tenían la certeza de poder regresar a casa.
Ellos y otros 218 colombianos que trabajaban como tripulantes en tres cruceros de lujo han vivido los últimos dos meses y medio de sus vidas en este barco, motivo por el que aprovecharon la última cena juntos para agradecer a quienes los cuidaron durante todo el viaje.
El ‘Rapsodia’ por fin llegó a Barbados y cuando el capitán les permitió a los pasajeros salir a cubierta no lo podían creen. Daban otro paso más para llegar a Colombia.
Cada tripulante, con maleta en mano, bajó hasta el primer piso del buque, mientras con emoción avisaban a sus familias que estaban a punto de desembarcar.
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Después de dos meses y medio, por fin se abrieron las escotillas y tocaron tierra firme.
En busetas fueron llevados por las vías de la Bridgetown, la capital de Barbados que hoy permanece en aislamiento obligatorio, y en 20 minutos llegaron al aeropuerto en donde recibieron el pasabordo de retorno a Colombia.
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El vuelo duró dos horas, pero para muchos los últimos segundos fueron como volver a nacer en su país.
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