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Declaran culpable a esta mujer en Hong Kong por torturar a empleada doméstica

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La hongkonesa esclavizó durante seis meses a su trabajadora doméstica, un caso que ha desatado la indignación popular en la isla por la brutalidad de las agresiones físicas y psicológicas.
Un juez declaró a Ley Wan-tung culpable de 18 cargos de asalto, intimidación criminal y falta de pago de salarios y vacaciones a Erwiana Sulistyaningsih, una joven indonesia de 23 años que vivió y trabajó en casa de la hoy condenada durante seis meses en 2013.
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A pesar de que la corte haya decidido declarar culpable a la empleadora este martes,
no será hasta el 27 de este mes cuando se haga pública la condena por estos delitos, una práctica habitual en Hong Kong.
El caso de Erwiana acaparó la atención pública después de que una compatriota la encontrara en un estado físico pésimo en el aeropuerto de Hong Kong cuando se disponía a abandonar la ciudad en enero de 2014.
Un primer examen médico a su llegada a Indonesia mostró que su cara, manos y piernas estaban ennegrecidas, cubiertas de costras, laceraciones y presentaba descamación de la piel alrededor de sus pies.
Después de que su amiga le animara a denunciar lo sucedido a pesar de las amenazas que había recibido Erwiana, las autoridades hongkonesas detuvieron a su empleadora, Wan-tung, en el aeropuerto de Hong Kong cuando trataba de abordar un vuelo a Tailandia días después de que las fotos de las heridas sufridas por su empleada doméstica acapararan la atención mediática a nivel mundial.
Durante el juicio que duró 16 días y que concluyó este martes, la empleada doméstica relató que los maltratos comenzaron cuando trató de abandonar la vivienda después de trabajar en ella durante el primer mes sin salario.
Además de los golpes, Erwiana contó que durante el tiempo que vivió en casa de Wan-tung su dieta se limitó a pan, arroz y medio litro de agua al día.
Cuando fue sorprendida comiendo comida de la familia, su empleadora le golpeó rompiéndole varios dientes, dijo durante el juicio.
Además, sólo podía hacer uso del cuarto de baño dos veces al día y a veces tenía que orinar en una bolsa de plástico.
"No quería que perdiera el tiempo ni ensuciara el baño", manifestó la asistente durante el proceso.
Ante estos hechos, el juez dijo estar convencido de que la acusada "asaltó, hirió y amenazó" a Erwiana.
Y dio por válidos algunos de los testimonios que Erwiana narró, como que le colocó un tubo de la aspiradora encendida en la boca produciéndole cortes en los labios.
En otro de los acosos, Wan-tung le echó agua helada en el cuerpo y la colocó ante un ventilador en pleno invierno.
Cuando el estado físico de Erwiana se deterioró gravemente, Wan-tung le dejó irse a Indonesia bajo amenazas de que si le denunciaba su marido ordenaría matar a su familia.
El caso de Erwiana ha abierto el debate en Hong Kong sobre si los empleados domésticos extranjeros -se calcula que en la ciudad hay cerca de 300.000, en su mayoría mujeres- deben vivir o no por ley en casa de su empleador.
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La ley dice ahora que estas trabajadoras deben residir en la misma vivienda de las personas por las que son contratadas.
Sus contratos le dan derecho a un día libre a la semana y un viaje a su país de origen cada dos años.

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