Semanalmente cientos de profesionales de la salud protestan en diversas regiones de Venezuela por los bajos salarios, exigiendo ingresos dignos que permitan comprar al menos los alimentos básicos.
Ada Macuare, enfermera de un ambulatorio en Barcelona, estado Anzoátegui, sumó su voz a esta protesta y le costó su libertad.
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“Fue prácticamente secuestrada de su puesto de trabajo porque dos individuos desconocidos que se hicieron pasar por pacientes. Se dirigieron a donde estaban estas dos compañeras y se las llevaron esposadas”, señaló Francisco Abad, dirigente gremial
La enfermera Ada Macuare fue acusada de terrorismo e instigación al odio. Su familia exige su libertad.
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El gremio de enfermería también sumó su voz de protesta por considerar arbitraria la detención.
“Tiene 10 años de servicio, es una persona íntegra, tiene ética profesional y presta servicio a la comunidad”, manifestó Yolanda Yamale, vicepresidenta del Colegio de Enfermería en el estado Anzoátegui.
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La enfermera no es la única empleada pública de un ambulatorio detenida.
Esta semana, trabajadores de la Cancillería denunciaron que hay más de 150 trabajadores del sector público en prisión por reclamar derechos laborales.
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