Desolador panorama: víctimas de atentado en Sri Lanka son despedidos por sus familias

El día empezó con 3 minutos de silencio en homenaje a las 321 víctimas que dejaron los atentados del Domingo de Pascua. Estado Islámico se atribuyó el hecho.

Es un martes de duelo en Sri Lanka, donde despiden a las 321 víctimas mortales de los ataques contra iglesias cristianas y varios hoteles de lujo.

El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad por los hechos, una retaliación por la masacre de musulmanes en dos mezquitas de Nueva Zelanda. 

Las banderas ondean a media asta en una nación golpeada por el extremismo musulmán. Un ataque así no podía ser obra de una pequeña organización local. El grupo terrorista reconoció que estuvo detrás, después revelaron fotos y los alias de guerra de quienes serían los ocho combatientes que castigaron una fiesta blasfema, en referencia a la Pascua.

Siete tenían los rostros cubiertos y tres de ellos portaban cuchillos. El que muestra su rostro barbado parece portar un rifle de asalto.

El Gobierno, que intenta capotear las críticas por no haber actuado ante alertas tempranas, claras, y precisas, confirmó las conexiones.

“Las investigaciones preliminares han revelado que lo que pasó fue perpetrado por un grupo extremista musulmán en retaliación por los ataques contra musulmanes en Christchurch, Nueva Zelanda”, indicó Ruwan Wijewardene, ministro de Defensa de Sri Lanka.

En video quedó registrado uno de los suicidas cuando transitaba con un pesado morral por los alrededores de la iglesia de San Sebastián, uno de los lugares del ataque. El paso por la plazoleta, el ingreso, su recorrido por las puertas de la iglesia donde murieron cientos de fieles.

Por ahora se ha establecido que dos hermanos musulmanes, de unos 20 años de edad e hijos de un rico comerciante de especias, estaban entre los perpetradores de los ataques. Al parecer, operaban una especie de "célula terrorista" familiar.

“Se cree que algunos pudieron haber viajado al extranjero y regresaron. Puede haber más acciones que estas, eso es lo que queremos establecer y es la razón por la cual hemos pedido ayuda en este asunto”, expresó Wijewardene.

También se supo que un cuarto hotel de lujo estaba en la lista de objetivos del domingo, pero algo falló.

Por ahora solo hay espacio para el dolor. Pero ante un Gobierno y unas fuerzas de seguridad que fallaron en protegerlos, seguramente vendrán también la furia y la indignación.