“Él es víctima de una persecución religiosa”, dijo el hijo del sospechoso. Los pequeños, cuyos cuerpos fueron hallados el año pasado, no han sido identificados.
La investigación del escabroso caso inició hace cuatro meses, cuando los cadáveres de dos menores de edad fueron hallados en una zona boscosa cercana la ciudad brasilera de Porto Alegre.
Los cuerpos de un niño y una niña, el primero de unos 8 años y el segundo de máximo 12 años, fueron descuartizados y metidos en bolsas plásticas dentro de una caja de cartón.
La escabrosa escena tomó por sorpresa a la humilde barriada de Lomba Grande de Novo.
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Según los veteranos policías encargados del caso, la escena criminal superaba en horror todas las que habían vistos en sus vidas.
De inmediato empezó la tarea para identificar los cadáveres, pero los uniformados quedaron en un callejón sin salida ante la falta de denuncia de menores desaparecidos en país carioca.
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Por eso, las autoridades creen que se trata de menores de otro país y señalan como posible origen a Argentina.
El rompecabezas empezó a solucionarse tras diversas indagaciones que condujeron a un local denominado ‘El templo de Lucifer’, ubicado en Novo Hamburgo.
Según el juez Carlos Noschang, en declaraciones a Radio Gaúcha, la Policía recabó suficiente información para determinar la responsabilidad de un hombre llamado Fernandes Rodrígues, conocido como Silvio ‘el Brujo’ o ‘el Maestro’.
De acuerdo con el magistrado, se realizaron rastreos telefónicos que mostraron coincidencias entre el detenido y otros sospechosos del doble crimen. Entre ellos se encontraba un supuesto empresario local que pagaba por los sacrificios.
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Esta habría sido la indumentaria usada por el sindicado durante el ritual donde se produjeron los asesinatos:
Capa que teria sido usada pelo bruxo Silvio Fernandes Rodrigues em ritual satânico em Gravataí onde duas crianças argentinas foram esquartejadas. 7 suspeitos envolvidos e 4 presos @GauchaZH pic.twitter.com/Vta80CirC4
— Cid Martins (@cid_martins) January 8, 2018
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Por el doble crimen han sido capturadas otras tres personas: el empresario Jair Da Silva, quien supuestamente encomendó la ceremonia satánica, así como Andrei Jorge Da Silva, su hijo. También está privado de la libertad Marcio Miranda Brustolin, otro presunto seguidor de ‘El Brujo’.
De acuerdo con los investigadores, en el ‘Templo de Lucifer’, alias ‘el Brujo’ tenía contacto con los otros imputados.
Otras tres personas, aparentemente relacionadas con los homicidios, se encuentran prófugas: Jorge Adrián Alves, Anderson Da Silva, y Paulo Ademir Norbert Da Silva.
La Policía de Novo Hamburgo reveló algunas imágenes del allanamiento del 'Templo de Lucifer', donde se encontraron rastros de supuestos rituales:
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Por ela muerte de los niños se habría pagado 25.000 reales, un aproximado de 22 millones de pesos colombianos.
Conozca algunas imágenes del señalado del crimen cuando promovía su establecimiento de ocultismo y magia negra:
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